Foto de archivo
El indigente huyó de la Policía en una furgoneta que no era suya
En la persecución llegó a alcanzar los 120 km/h por Valencia
El Ministerio Fiscal pedía para el hombre una pena de 10 años de cárcel
Europa Press | Valencia
Actualizado jueves 20/01/2011
Un hombre que se dedicaba a la mendicidad ha aceptado este jueves en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia cumplir una pena de cuatro años y medio de prisión por embestir tres coches policiales, ir contra dirección, saltarse semáforos en rojo y herir a dos agentes en una persecución policial que tuvo lugar en la madrugada del día de Reyes de 2010.
Inicialmente, el ministerio fiscal pedía para el hombre una pena de 10 años de cárcel y una multa diaria de 10 euros durante 32 meses por un delito de robo de uso de vehículo de motor, otro contra la seguridad vial, un delito de conducción sin carné y otro de atentado con uso de medio peligroso en concurso con tres delitos de lesiones y otro continuado de daños.
Sin embargo, finalmente se ha llegado a un acuerdo con la defensa por el que se ha reducido la pena a los cuatro años y seis meses, al considerar que hubo hurto de vehículo y no robo. El acusado lleva ya un año en prisión, según ha comentado su abogado en declaraciones a los periodistas.
El abogado ha comentado que su cliente ha reconocido los hechos que se le imputaban y ha explicado que los cometió cuando era indigente. Ha indicado que el día de los hechos cogió un coche que no era suyo y se fue a Valencia, donde huyó de la Policía porque se asustó.
Robo de una furgoneta
El incidente tuvo lugar, según consta en el relato del ministerio fiscal, en la madrugada del 6 de enero de 2010, cuando se apoderó de una furgoneta que no era suya y estaba estacionada en una calle del municipio valenciano de Rocafort.
Desde allí se trasladó a Valencia, donde sobre las 7.25 horas fue sorprendido por una patrulla de Policía Local cuando se había quedado dormido dentro del vehículo que había estacionado en la mitad de la calzada. Al ser requerido para que abriera la puerta, emprendió la marcha y se dio a la fuga a gran velocidad en dirección a la Patacona.
Los agentes le siguieron con indicativos acústicos y luminosos, incluso a través de megafonía, a lo que el hombre hizo caso omiso, conduciendo de forma errática, haciendo eses y subiéndose a la medianera de separación de la calzada.
Contra dirección y a 120 km/h
El hombre también condujo hasta en cuatro ocasiones en contra dirección y se saltó varios semáforos en rojo. Durante la persecución, llegó a embestir tres vehículos policiales, efectuando maniobras bruscas, lo que ocasionó heridas en dos agentes.
El acusado, que llegó a circular a 120 kilómetros por hora por la Avenida de La Malvarrosa, en dirección contraria y con las luces apagadas, también atravesó un Mercado Extraordinario de Navidad instalado en la calle de la Reina, donde había una gran aglomeración de personas en la calzada, a las que puso en peligro.
En la tercera colisión que tuvo con un vehículo de la Policía -que quedó siniestro total-, los agentes pudieron detenerle, a pesar de la resistencia que ofreció. De hecho, un policía tuvo que romper un cristal de la furgoneta para entrar y detenerle.
El hombre ha reconocido los hechos y cumplirá una pena de cuatro años y medio de prisión. El fiscal también le reclamaba que pagara una indemnización de 23.737 euros -11.482 euros por los daños en los vehículos de Policía y 12.255 euros por las lesiones y secuelas causadas a los agentes-, cantidad que ya ha sido abonada por los correspondientes seguros.
10/06/2023
1 Comment
Rubén Torres
1 año agoEn primer lugar, si a ese hombre el gobierno español le hubiese facilitado alguna forma de ganarse la vida (ver los artículos de las leyes) no sería un indigente, no hubiese sustraído un coche, no dormiría en la calle ni hubiese ocasionado todo ese estropicio. Dicho esto, si se merece un castigo por poner en peligro a mucha gente al conducir en dirección contraria, pero no por las lesiones de los agentes de policía ni los daños a sus vehículos dado que si se hubiesen implantado las nuevas leyes, la policía no se necesita.
Y tampoco me queda claro cómo es posible que las compañías de seguros se hallan hecho cargo de las multas, pues ese tipo no tenía ni carné de conducir, ni dinero para contratar un seguro.
En cuanto a lo de condenarlo a prisión lo encuentro una bestialidad. Nadie gana nada por tenerlo encerrado. Mucho más útil y justo sería que lo obligasen a trabajar y así nos sería de utilidad a la sociedad hasta que pagase por conducción temeraria.