El problema de los incendios viene de muy atrás. Con toda seguridad desde antes que aparecieran los primeros animales. Con esto quiero decir que hemos tenido tiempo más que suficiente como para aprender a controlarlos rápidamente. Es cierto que no se pueden evitar siempre, pero sí podríamos extinguir las llamas tan rápidamente como para que no provoquen daños significativos. Una vez más, abogo para que se elijan a las personas competentes y dejar a los ineptos en el banquillo, solo así se pueden encontrar soluciones efectivas.

¿Quién no ha visto helicópteros con una especie de recipiente colgando que apenas son capaces de apagar un incendio normalito. También hemos visto los típicos hidroaviones amarillos vertiendo unos litrillos de agua que apenas hacen retroceder las llamas. Además, que cuando recogen agua salada y la vierten en el campo, la sal hace estragos en la vegetación y no vuelven a prosperar las especies que existían antes del incendio, pues cambia la composición del suelo. A las pruebas me remito cuando todos los años en las noticias se habla de miles de hectáreas calcinadas. Eso demuestra año tras año que esos sistemas no son eficaces. Cuando algo no funciona seguir haciéndolo es de idiotas, son ganas de gastar millones de euros a lo tonto.

Existen unos aviones de gran capacidad como el Global SuperTanker, que es capaz de liberar hasta 20.000 galones (75.000 litros aprox.) de agua, helicópteros de doble hélice (militar de carga) parados en Alcorcón que se podrían modificar para verter millones de litros de agua o de arena, depende del tamaño de las llamas. Si tuviésemos suficientes aparatos de los que les he citado, en una sola pasada podríamos extinguir cualquier incendio ya sea con o sin viento, de día o de noche. Estaríamos hablando de incendios de menos de una hectárea si esos aparatos estuviesen bien repartidos.

Por supuesto que todo ello sin una buena vigilancia precoz no podría llevarse a cabo. Para que sea rentable, los vigilantes no deben recibir ni un euro por su trabajo, hay miles de personas que están en deuda con la sociedad, algunas están cumpliendo condena en prisión, otras se declararon insolventes y se ríen de la Justicia, otra se libran porque su delito ha prescrito, pues de hacerse realidad este sistema nadie quedaría inpune de sus delitos. Todas las que hayan hecho delitos menores (sin sangre) podrían hacer ese trabajo para compensar los delitos cometidos (castigo).

Cada año se queman en la Tierra en torno a 340 millones de hectáreas de la superficie con vegetación. Y con el previsible aumento de temperatura, por el cambio climático, habrá más sequía y riesgo de incendios. (R. Muy Nº 456/61)

Lo que es imperativo es eliminar a los pirómanos, a esa gentuza le da lo mismo que el bosque esté desbrozado o no. Saben perfectamente cómo prenderles fuego.

Es urgente incrementar la flota de jumbos modificados, los aviones convencionales no cargan con suficiente agua como para hacer mella a un superincendio. Ese es precisamente el problema principal del motivo de que se quemen miles de hectáreas en cada incendio.

A todo esto existe otra alternativa; invertir en super-aviones y no tiene por qué ser precisamente cargados con agua. Podrían fabricar bombas cargadas de CO2. Si las llamas se quedan sin oxígeno, estas deberían apagarse, al menos en teoría.

En algunas publicaciones que he leído aconsejan no arrojar colillas de cigarrillo ni fósforos encendidos al suelo, son recomendaciones absurdas, cualquiera que haya salido al campo y se quedado a comer allí utilizando una fogata para hacerse una paella u otra cosa, sabrá que es imposible hacer fuego dejando caer al suelo una cerilla encendida o una colilla sin rociar previamente con algún líquido inflamable.

En otras le echan la culpa al calor. Que haga más o menos calor da lo mismo si hablamos de incendios. Al fuego le da lo mismo, este arde igual a un grado o 50ºC. Lo que es inconcebible ver cómo se arrasan varios millones de árboles junto a los millones de animales que viven en los bosques, es una de las formas de morir más horrible.

Existe tecnología para acabar con cualquier incendio en menos de una hora. ¿Por qué no las ponen en práctica? ¿Acaso prefieren ver las montañas calcinadas en vez de verlas con árboles? Es indignante que los dirigentes no velen por sus bosques. Deberían ser reemplazados inmediatamente por personas más eficaces.

Ante titulares como: Incendios no paran en la Amazonia y el Pantanal. El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales detectó el mes pasado en el Pantanal 8.106 focos de incendio: un récord mensual desde el inicio de esas observaciones en 1998, con un incremento de 180% respecto a septiembre de 2019. En la Amazonia el aumento fue del 61%.

Datos como estos demuestran lo que vengo advirtiendo hace varias décadas; que la democracia tal como está implantada es un grave error. Los descerebrados que votaron a Jair Bolsonaro, que niega el cambio climático y preconiza la apertura de zonas protegidas a actividades mineras y agropecuarias, anima a los ganaderos a seguir deforestando la selva para aumentar el número de cabezas de ganado. A la vez que anima a seguir extrayendo minerales en zonas muy frágiles, pues peligra la biodiversidad.

Por ese motivo la democracia es un grave error, pues dejan votar a la gente que no tiene ni idea de política, ni de economía ni de medioambiente.

En otra publicación dijeron cosas como:

La temporada seca que coincide con las quemas de agricultores, una práctica común en la región, destinada a mejorar los suelos.

La quema de rastrojos es una práctica que debería estar prohibida. No solo porque a veces se les va de las manos y provocan incendios fuera de control, sino porque aporta enormes cantidades de CO2, algo que hay que evitar a toda costa. Existen otros métodos de fertilizar el terreno. Los fluidos extraídos de convertir la basura orgánica en compost es muy útil, aparte del compost.

En Bolivia fue tan crítica la situación, que el gobierno de ese país declaró hace un par de semanas la situación de desastre nacional ante la magnitud de incendios forestales en varias regiones. El objetivo: Facilitar el acceso a medios en la lucha contra el fuego incluso con apoyo internacional.

¿Eso es todo lo que se le ocurren a los gobernantes?  ¿Qué apoyo esperan recibir si ningún país está preparado para combatir los incendios con eficacia? Es como pedir limosna a un mendigo. ¡Qué genios! Así nos va. De no cambiar de estrategia, preparaos para ver muchos desiertos como el Sahara, pero en vez de arena será de ceniza y de cadáveres calcinados.

Por otra parte, la deforestación de millones de hectáreas para convertirlas en terrenos de pasto contribuye a una pérdida de biodiversidad sin precedentes. En vez de cambiar de especies para el consumo de carne, seguís con las que más agua y alimento necesitan.

La ganadería es responsable del 70% de la deforestación del Amazonas en Latinoamérica, amenazando especies y culturas autóctonas. También es responsable de cerca del 20% de las emisiones de gases efecto invernadero de las actividades antrópicas.

El agua sigue siendo un recurso escaso para parte importante de la población mundial y producir un kilo de carne puede requerir de 10 a 100 veces más agua que producir un kilo de trigo.

El óxido nitroso es casi 300 veces más dañino para el clima que el dióxido de carbono y el 65% de la cantidad producida por seres humanos provienen de la actividad ganadera. Por otro lado, el dióxido de carbono también es emitido por esta actividad, a través de la deforestación para producir alimento para los animales y por los combustibles fósiles utilizados para el transporte.

La producción de carne, especialmente de ganado bovino, es un proceso que usa agua de forma intensiva. El ganado representa el uso del 8% del consumo humano global de agua.

Con tanto agroingeniero que tenéis y ninguno de ellos ha pensado que; comer carne de vacuno no es rentable para los ecosistemas. Ya hemos visto que es insostenible criar millones de cabezas de ganado (consumen demasiada agua, sobrepastoreo, provocan epidemias y generan mucho estiércol) sin embargo, criar caimanes, tapires, jirafas, antílopes, emús, gacelas de waller o gerenuk, aligátores y cocodrilos sería una alternativa. El consumo de forraje también es sustancial, por ejemplo; las jirafas necesitan 17 Kg/día, las vacas necesitan 70 Kg/día. Además, el crecimiento de una res es similar al de las jirafas. El tapir precisa de 4,5 a 6 Kg diarios de alimento.

El gran perjuicio que ocasiona la producción de carne de res, pues una parte importante del pienso con lo que se las alimenta lleva soja. Cultivar esta legumbre es uno de los principales impulsores de la deforestación tropical en América del Sur, incluida la Amazonia brasileña y el Cerrado.

Vuestra codicia y mala praxis será vuestra ruina turística, menos turismo es igual menos divisas. Seguid así de estúpidos.

Como está sucediendo durante varios años con la deforestación del Amazonas, los incendios, la ganadería errónea, las plantaciones de soja y de palmera de aceite.

Por todo ello es imperativo que se forme un colectivo de investigación y colaboración, con la noble misión de crear una nueva economía de la abundancia basada en el procomún.

Es imperativo dejar atrás la codicia y dejar de arrasar la selva. La Naturaleza no debe pagar la insensatez humana. Como ya he explicado en otras ocasiones, se debería haber puesto límites a la gente que quiere tener hijos sin que reúnan las condiciones económicas ni físicas para tenerlos. Debemos emular a los animales en esa cuestión. Solo los más fuertes y mejor adaptados deberían tener ese derecho. De esta forma, al no haber gente sin recursos, no se dedicarían a atentar contra la naturaleza.

Como siempre, el tiempo me da la razón. Llevo varias décadas divulgando que la democracia tal como la conocemos es un error gravísimo para la economía mundial y para el medioambiente. Aquellos que votaron a Bolsonaro estarán contentos de ver como aumentan las afecciones respiratorias entre sus ciudadanos por el denso humo que respiran a causa de los miles de incendios que ese demonio permite que ocurran. Las miles de hectáreas deforestadas que jamás volverán a ser vistas antes de los incendios, la pérdida de biodiversidad que antes atraía a miles de turistas y que aportaban ingentes divisas se pierden.

Sin embargo si la gente hubiese optado por elegir una buena dictadura, todos esos problemas no estarían presentes. Bueno, tenéis lo que os merecéis.

Greenpeace exige a los gobiernos y las empresas que pongan fin a los negocios con los destructores de bosques, reduzcan drásticamente la carne.

No comparto las soluciones que sugiere Greenpeace. Como llevo varios años sugiriendo, a la gente no hay que decirles que cambie la costumbre de comer tanta carne como se pueda permitir, lo que propongo es que se cambie de animales para nuestro consumo que sea más compatible con la Naturaleza.

La ganadería es responsable del 70% de la deforestación del Amazonas en Latinoamérica, amenazando especies y culturas autóctonas. También es responsable de cerca del 20% de las emisiones de gases efecto invernadero de las actividades antrópicas.

Para alimentar 30 personas todo un año con verduras, frutas y cereales se necesita sólo una hectárea de tierra cultivable, mientras que con ese mismo espacio solo se podría alimentar a 5 -10 personas con una dieta omnívora.

El agua sigue siendo un recurso escaso para parte importante de la población mundial y producir un kilo de carne puede requerir de 10 a 100 veces más agua que producir un kilo de trigo.

El óxido nitroso es casi 300 veces más dañino para el clima que el dióxido de carbono y el 65% de la cantidad producida por seres humanos provienen de la actividad ganadera. Por otro lado, el dióxido de carbono también es emitido por esta actividad, a través de la deforestación para producir alimento para los animales y por los combustibles fósiles utilizados para el transporte.

La producción de carne, especialmente de ganado bovino, es un proceso que usa agua de forma intensiva. El ganado representa el uso del 8% del consumo humano global de agua.

Más de 56 billones de animales son sacrificados para el consumo humano anualmente.

Tanto animales terrestres como marinos que consumimos son seres sintientes capaces de tener experiencias positivas y negativas como placer y dolor. En la industria los animales son sometidos a prácticas dolorosas y estresantes sin ningún tipo de anestesia tales como la castración, el corte de cola, el corte de pico o de cuernos.

Además, en términos de suelo, actualmente el 30% de la superficie terrestre es utilizada para criar animales de granja.

La ganadería no es el problema, pues necesitamos comer carne y no es plan de liarnos a tiros por el bosque contra los pocos animales que nos queda. En menos de una semana no quedaría ni un animal más grande que una rata. El error está en la elección de criar ganado vacuno. Si cambiásemos de especies como: emús, canguros, gacelas de Waller, cocodrilos, antílopes o jirafas, las cifras del consumo de agua serían muy distintas.

El gran perjuicio que ocasiona la producción de carne de res, pues una parte importante del pienso con lo que se las alimenta lleva soja. Cultivar esta legumbre es uno de los principales impulsores de la deforestación tropical en América del Sur, incluida la Amazonia brasileña y el Cerrado.

16/07/2023