17/02/2023
Ecologistas en Acción considera lamentable que la Junta de Andalucía premie al Ayuntamiento de Roquetas de Mar por la gestión de los restos naturales en las playas, práctica insostenible y contraproducente.
Esta mención especial premia una gestión insostenible de playas para promover el turismo en espacios protegidos de la Red Natura 2000.
La conservación “in situ” de arribazones, al menos en espacios de la Red Natura 2000, no solo presenta beneficios ambientales, también económicos y sociales.
El ayuntamiento de Roquetas de Mar ha sido galardonado por la buena gestión de los restos de Posidonia oceánica que se acumulan en las playas (conocidos como arribazones) del municipio. Paradójicamente, Ecologistas en Acción otorgó en 2015, 2018 y 2021 una bandera negra en estas playas, entre otros motivos, por la razón contraria al premio: la mala gestión y la contaminación de las playas con arribazones. Desde la organización ecologista llevan años trabajando para significar ante las administraciones y la sociedad, la importancia de conservar el litoral con presencia de fanerógamas, dentro y fuera del mar, en playas urbanas o naturales, porque en el mar no hay barreras físicas que las separen y en muchos municipios del Mediterráneo se compatibilizan las acciones de conservación de arribazones con el disfrute de las playas y la potenciación del turismo sostenible. Además, los arribazones tienen una función primordial en la dinámica litoral de las playas al evitar que la fuerza del mar o las lluvias torrenciales se lleven la arena.
Roquetas de Mar, cuenta, en tan solo 17 km de playa, con tres zonas marinas protegidas por su alto valor ecológico: la Zona de Especial conservación Para las Aves (ZEPA) de la Bahía de Almería, los Arrecifes de Roquetas de Mar y los Fondos Marinos de Punta Entinas-Sabinar. Entre los hábitats de Interés Comunitario (HCI), destaca la presencia de praderas de Posidonia oceánica, Considerado monumento Natural desde 2001 y englobado en la Red Natura 2000. Estos espacios marítimos son de gran importancia para diferentes especies de aves, migratorias y residentes, que utilizan además los espacios adyacentes de Punta Entinas-Sabinar y el humedal Andaluz de La Ribera de la Algaida, hábitats también protegidos por el valor ecológico de los bancos de arena y vegetación que crece sobre los desechos marinos acumulados en forma de arribazones. Sin embargo, se encuentran muy degradados por la limpieza mecánica de las playas y la circulación de vehículos a motor sobre ellos, especialmente, en la Ribera de La Algaida.
Esta mención especial al Ayuntamiento de Roquetas de Mar, pone de manifiesto la ignorancia de la Junta de Andalucía sobre el ecosistema marino y sus obligaciones legales con respecto a los espacios Naturales, en especial de los espacios protegidos bajo la Red Natura 2000. El verdadero valor de los “arribazones” son los importantes servicios ecosistémicos que aportan a la sociedad si se conservan in situ, como la regeneración natural y gratuita de las playas. Retirarlos supone malgastar miles de euros que salen del bolsillo de la ciudadanía cada año, tanto por el ayuntamiento como por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en la gestión y regeneración de las playas. Entre los objetivos de los espacios protegidos por la red Natura 2000, hay que destacar la obligación de proteger y conservar los elementos naturales, la estructura funcional de los ecosistemas, procesos ecológicos esenciales y sistemas que soportan la vida en el ámbito terrestre, intermareal y marino. El Real Decreto español 139/2011 incluye la Posidonia oceánica en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. La inclusión de una especie, una subespecie o una población (muerta o viva) en este listado conlleva una serie de prohibiciones generales definidas en las normas estatales, concretamente en el artículo 57 de la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Esta prohibición incluye la recogida, la destrucción, el daño, la retención, el transporte, la venta o intercambio, la importación o la exportación de muestras vivas o muertas, así como sus propágulos o restos.
Desde 2014, desde la organización ecologista, se han realizado cientos de avisos y decenas de denuncias a las autoridades municipales y/o a la Junta por las constantes infracciones en espacios marinos protegidos y en sus cercanías por : circulación y estacionamiento de vehículos, acampada, prácticas de motocross, limpiezas con maquinaria pesada, translocación de áridos de playas protegidas a urbanas, pesca ilegal, circulación de motos acuáticas, fondeos de embarcaciones, canales náuticos en zonas de Posidonia, o vertido de aguas insuficientemente depuradas por emisarios submarinos en mal estado.
“La ciudadanía y visitantes del municipio de Roquetas, desde que se protegiera el Monumento Natural en 2001 hace 22 años, va aprendiendo a convivir con los arribazones, y no acepta la mala gestión de sus espacios protegidos ni el derroche de dinero público. No necesitamos reconocimientos injustificados ni protección en papel. Hay que pasar a la acción y proteger de verdad “in situ” los espacios de La RED NATURA 2000”, Concluye Sasi Barroso, coordinadora del grupo local de Ecologistas en Acción Roquetas de Mar.
21/02/2023
1 Comment
Rubén Torres
2 años agoDesde hace varias décadas llevo proponiendo que todos los políticos deberían ser eliminados por sus incompetentes acciones. Ya lo dicen mis colegas, se les ha denunciado demasiadas veces pero siguen ejerciendo y causando graves problemas. Por todo ello discrepo de las acciones de mis colegas, pues o bien son todos unos cobardes o es que son todos unos ilusos al esperar que nuestros políticos hagan algo bien hecho.
Retomando el tema de la conservación de playas, en mi opinión se debería persuadir a los dirigentes a que estableciesen que una de cada tres playas del litoral español esté prohibida la presencia humana, para que los animales y las plantas puedan prosperar en ellas.
Y sobre todo poner todo el esfuerzo en disminuir la población que resida en España de forma permanente a los 10.300. Con esa cantidad de gente el impacto negativo ambiental será ínfimo, así como el gasto de los recursos y la basura generada.