Por Alberto Cajal
Las costumbres y tradiciones argentinas forman parte de un grupo de usos, costumbres, comportamientos y objetos que componen la cultura nacional. En su mayoría con un origen rural.
Desde el campo llegaron las principales pautas culturas de un país marcado por la inmigración durante toda su historia pero que mantuvo siempre una identidad propia sostenida en sus costumbres.
Existe en Argentina, un día para celebrar sus tradiciones. Es el 10 de noviembre de cada año, fecha en la que se conmemora el nacimiento del poeta argentino José Hernández, escritor del Martín Fierro, una de las obras de referencia sobre costumbres nacionales.
Si bien es una celebración de tinte gauchesca, es el momento elegido para rendirle un homenaje a la tradición nacional en cualquiera de sus formas.
Existe un vasto número de costumbres típicas en Argentina, que varían de acuerdo a cada región y cultura dominante aunque en su mayoría comparten rasgos gauchescos y campesinos.
Lista de costumbres y tradiciones típicas argentinas
El mate
Esta bebida típica de Sudamérica, consiste en una infusión de sabor amargo en base a yerba y agua caliente, que se toma en una calabaza con una bombilla (pieza metálica en forma de tubo delgado que permite sorber la infusión de la hierba mate, y cuyas características son clave para el ritual del mate)
En Argentina no hay una hora para tomar mate, puede ser una opción para desayunos y meriendas, una acompañante para otros momentos del día y una posibilidad para mitigar la espera antes de las comidas. Según los últimos registros, el 98% de la población aseguró tomar mate.
El asado
Es sin dudas una de las comidas típicas de Argentina. La extensa cantidad de campos para la producción de ganado, hace que el país cuente con carnes ideales para su consumo.
Esta manera de cocinar la res, colocándola en una parrilla sobre brasas ardientes, es una de las tradiciones argentinas por excelencia. El método de cocción varía según el asador y el corte de carne.
La doma
Esta práctica deportiva es una de las más tradicionales en Argentina, existen numerosas fiestas populares donde los gauchos ponen a prueba su destreza para controlar a los animales embravecidos.
En su versión profesional, la doma es considerada un deporte olímpico, pero no son comparables, pues en los campos argentinos es una tradición de larga data, en la cual el hombre y el animal mantienen una especie de enfrentamiento.
Las empanadas
Es otro de los platos típicos de este país sudamericano. Existen todo tipo de versiones de empanadas, no sólo por su confección y receta sino también por la gran variedad de gustos.
Las más tradicionales son las empanadas criollas, que se convidan en las fiestas patrias y consisten en una masa rellena de carne picada, cebolla, aceitunas, huevo y condimento. Aunque la receta varía según la región.
La payada
Fuente: Elpayadorargentino / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)
La payada es el arte musical de la improvisación acompañado de una guitarra, que en Argentina es una tradición típica de los gauchos.
En sus celebraciones, los payadores animan las veladas con largas horas de recitado, en las cuales relatan situaciones del momento, de las personas que lo acompañan y de otras tradiciones.
De hecho, el Martín Fierro, de José Hernández, da cuenta de esta actividad en diferentes partes, marcándola como una de las actividades preferidas de los gauchos en sus momentos de ocio.
El juego de la sortija
Fuente: User: Roberto Fiadone / CC BY-SA (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)
Este juego de origen europeo es uno de los clásicos de las celebraciones gauchescas argentinas desde los orígenes de la nación.
La corrida de la sortija es una actividad para jinetes que montados en caballos y a velocidad de trote deben poder quitar un aro, colgado a dos o tres metros de altura, con un palillo.
La tradición marca que si el gaucho consigue la sortija debe dársela a la mujer de su preferencia.
El tango
Es una de las danzas típicas de Argentina, principalmente de la zona del Río de la Plata, donde se encuentra la Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la Nación.
Con orígenes arrabaleros, este género musical y su baile es una de las tradiciones argentinas. Su vestidos de gala, su compases y sus pasos se celebran en cada rincón del país.
El folklore
Baile la cueca. Fuente: Osmar Valdebenito / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0)
Es la música típica de Argentina y posee una gran cantidad de subgénero que representan a las diferentes regiones del país.
Sus melodías y danzas son una de las tradiciones gauchescas más extendidas, dependiendo de las celebraciones pueden variar los tipos de bailes que se desarrollen. Algunos ejemplos son: carnavalito, zamba, cueca, chacarera, pericón, gato, malambo, etc.
Para su interpretación los hombres utilizan trajes de gaucho, con bombachas de campo, botas, sombrero y camisa, mientras que las mujeres llevan vestido y pañuelo.
La yerra
Fuente: Bienflorencia / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)
Si bien es una actividad con orígenes ancestrales en Egipto, en Argentina se convirtió en una tradición nacional.
La yerra es el momento de encuentro entre los dueños de hacienda, los demás trabajadores y vecinos curiosos que miran el ganado.
Además del trabajo de marcación y vacunación, se realiza una celebración con comidas y bailes típicos, y un show de destrezas gauchas.
El fútbol
El deporte nacional en Argentina es el pato, una actividad similar al polo pero que se juega con una pelota con manijas que se porta con las manos.
Sin embargo, el más popular es el fútbol. País de origen de Diego Maradona y Lionel Messi, esta actividad se practica en todos los rincones del país, a toda hora, con protagonistas de todas las edades.
En este deporte se funden todos los estratos para compartir un partido que puede darse en cualquier campo, sea una calle, un parque o una cancha de fútbol.
El fin de semana es una tradición que millones de argentinos dediquen horas para ver a su club favorito, pero también para que participen de competencias amateurs.
1 Comment
Rubén Torres
2 años agoMi opinión en cuanto a celebrar tradiciones absurdas como por ejemplo conmemorar el nacimiento de un poeta que no ha aportado nada al planeta ni a la inmensa población humana, pues es ridículo. Eso dice mucho de lo “inteligentes “que son aquellos/as que lo celebren.
Yo puedo entender que se celebre el nacimiento de un hijo deseado y que haya salido todo bien tanto en el parto como en el bebé, puedo entender que se celebre que te haya tocado un buen pellizco en la lotería y no se me ocurre ningún acontecimiento más por lo que habría que celebrarlo.
La tradición de tomar mate o té pues me es indiferente dado que si aporta algún beneficio a nuestro organismo pues bien venido sea.
La tradición de comer asado de res ahí si hay un gran problema por varias razones: hay demasiadas cabezas de ganado que causan estragos en los ecosistemas, los ganaderos son incapaces de coexistir con los grandes depredadores por lo que organizan cacerías y los diezman o los extinguen, necesitan grandes cantidades de agua potable tanto para que beban o para cultivar pasto y deforestan inmensas extensiones de selva para cultivar pasto para ese ganado. Por lo tanto, al planeta le cuesta muy caro ese tipo de tradiciones.
Otra tradición insana que se menciona son comer empanadas. La gente ignorante no se da cuenta lo tóxicas que son para nuestro organismo al elaborarse con cereales y fomentan que se siga manteniendo el ganado vacuno que como ya he explicado es muy perjudicial.
En cuanto a bailar tango lo aprobaría si hubiese igualdad en la forma de vestir de la pareja, cosa que nunca sucede. Las féminas siempre enseñan más de lo que deberían. Y siempre llevan tacones de aguja, circunstancia que perjudica los pies. Por lo tanto se deberían corregir esos errores.
La yerra ¿qué tal si a todos lo que les gusta marcar a los animales con un hierro a muchísima temperatura se les hiciese lo mismo? Ah, y los espectadores que disfrutan de verlo por supuesto que también.
El fútbol, aquí es donde habría que diferenciar a los fanáticos descerebrados/as que se gastan una pasta para ver como juegan en vez de destinar ese dinero en otras cosas más importantes, de los que gritan gol u otras exclamaciones idiotas e insultan tanto a los jugadores como al árbitro, de los que lanzan bengalas y basura al campo de juego, de los que se pelean con los aficionados del equipo contrario o simplemente acuden a los partidos rurales gratuitos para pasar el rato o sentados/de pie delante de una pantalla de TV.
Nunca entenderé a las personas que pierden el tiempo viendo cómo se divierten otras personas practicando deporte, pues lo suyo es hacerlo uno y los beneficios son para uno.