100.000 personas mueren al año por mordeduras de serpientes

Las mordeduras son una amenaza –muchas veces pasada por alto- que se cobra 100.000 vidas cada año, en particular en las zonas rurales del sur de Asia, América del Sur y el África subsahariana, según la Organización Mundial de la Salud. Allí los hospitales están demasiado lejos y los antídotos tradicionales de los curanderos muchas veces son insuficientes. Cuando las víctimas de las mordeduras consiguen salvar sus vidas, a menudo es a costa de dejarse amputar la zona afectada.

100.000 personas mueren cada año por mordeduras de serpientes como esta serpiente cascabel (Agkistrodon), según la OMS – iStockPhoto

Betwa Sharma | GlobalPost

(Nueva York, EEUU). En la mayoría de los pueblos indios existe un “ojha” o mago que también actúa como curandero. El ojha puede tratar las mordeduras de serpientes con mantras, o restregando hojas y ungüentos caseros sobre la herida. En un poblado llamado Sameda, en el distrito de Azamgarth en Uttar Pradesh, la gente tiene mucha fe en estos remedios ancestrales. El único problema es que a veces no funcionan.

“El hospital de la ciudad queda a tres horas y la gente no puede llegar antes que el veneno se extienda por todo el cuerpo”, explica Jagram Chauhan, residente Sameda, un lugar donde son muy comunes estos casos.

Se calcula que más de cinco millones de personas sufren mordeduras cada año. En unos 2,5 millones de casos, el veneno llega al sistema sanguíneo. Sólo en India, cada año mueren 11.000 personas de las 100.000 que mueren en todo el mundo y otras 84.000 presentan cuadros de envenenamiento, según la Organización Mundial de la Salud. Además, se dan 300.000 casos de amputaciones anualmente.

Estas muertes se podrían evitar si se usaran antídotos con más rapidez. Hace 20 años, Felipa Ángeles, de Caraz, en las montañas de Perú, dice que la gente del pueblo la llevó a caballo a una pequeña clínica donde tenían el antídoto. “Ahora algunos tienen coches, pero el veneno se extiende tan rápido que cuando se llega al hospital, hay que amputar el brazo o la pierna”, afirma.

Ángeles siempre le tuvo miedo a las serpientes de cascabel, que mataban no sólo a los animales de su pueblo, sino también a la gente. “Mi familia tuvo que sacrificar un caballo porque lloraba del dolor [después de ser mordido por una serpiente]», afirma. “Esto es muy malo, porque la gente depende de estos animales para su sustento”.

En África se registra un millón de casos de mordeduras de serpiente al año y casi la mitad necesitan tratamiento. La OMS señala que el número real de casos es probablemente más alto porque las cifras disponibles corresponden a los hospitales, y muchas víctimas de mordeduras no pueden llegar a un centro médico.

“La magnitud del sufrimiento humano sigue siendo un misterio”, afirma Ann Padilla, experta de la OMS. “El problema sigue siendo ignorado en muchos países”.

En el pueblo de Bihar, en la India, no hay un doctor que cure las mordeduras de serpiente. La primera cosa que hacen los habitantes de la aldea es atar fuertemente con una cuerda el área afectada para evitar que el veneno se siga extendiendo por el cuerpo. Después hacen una pequeña incisión para extraerlo. “Alguna gente tiene medicamentos, pero es muy difícil encontrarlos y son muy caros”, explica Santosh Kumar, un residente del pueblo.

Existen unas 3.000 especies de serpientes en el mundo, de las cuales 600 son mortales y otras 200 se utilizan con fines médicos. Se encuentran en todos los continentes con excepción de la península Antártica.

Estos reptiles normalmente atacan como mecanismo de autodefensa o cuando se sienten amenazados o provocados. Las víctimas son principalmente mujeres y agricultores que viven en modestas comunidades rurales. Una mordedura puede provocar hemorragias, parálisis muscular, problemas renales, incapacidad permanente o la muerte. Los niños son los más afectados debido a su menor masa corporal.

No es fácil combatir el problema debido a la falta de información. Después de tres años organizando talleres regionales para recopilar información, la OMS ha publicado información online sobre las serpientes más venenosas del mundo, su ubicación geográfica, el antídoto recomendado y el lugar donde encontrarlo.

“Muchos países no tienen acceso a los antídotos que necesitan. Otros utilizan algunos que nunca han sido probados contra el veneno de determinadas serpientes. A menudo, cuando la gente sufre una mordedura, no tienen acceso al tratamiento que necesitan”, afirma Carissa Etienne, vice directora general de la OMS. “Estas nuevas herramientas deberían ayudar a acabar con ello”.

Por ejemplo, la base de datos muestra que la serpiente de cascabel vive en China, Taiwán y partes de Vietnam y que el antídoto adecuado es una inyección intravenosa de Agkistrodon Acutus, producida por el Shanghai Institute of Biological Technology.Por otra parte, la serpiente cascabel de América Latina vive en varios lugares del continente y existen varios antídotos que se fabrican en Brasil, Argentina, México o Bolivia.

Obviamente, esta base de datos virtual resulta de muy poca utilidad para los habitantes que recorren descalzos los campos o donde no hay electricidad. Pero es muy útil para los profesionales de la salud y los productores de antídotos, según Padilla.

Actualmente son muy pocos los países que producen antídotos contra el veneno de serpiente con una calidad adecuada y conocer la ubicación de las serpientes es muy útil para sus fabricantes ya que necesitan el veneno para producirlo. El gran desafío es el tratamiento de las mordeduras y la distribución de los antídotos.

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21/08/2020