Septiembre 2023
¿Qué es la deuda externa y cómo influye en las decisiones de los inversores? En este artículo vamos a explicar qué es la deuda externa de un país, por qué se produce y cuáles son sus consecuencias desde el punto de vista de la inversión.
¿Qué es la deuda externa?
La deuda externa de un país es el dinero que un gobierno determinado debe a entidades o instituciones de otros países. Este dinero se corresponde con préstamos que se destinan a financiar diferentes necesidades que pudiera tener el país deudor, como, por ejemplo, renovar sus infraestructuras, destinar fondos a distintos proyectos sociales o fomentar el desarrollo económico.
Por poner un ejemplo sencillo, podríamos compararla con una tarjeta de crédito. Con ella, cada mes, vas acumulando un adeudo con el banco emisor de la tarjeta, correspondiente con todas las compras que has ido realizando con ella. De manera similar, cuando un país no tiene fondos suficientes para acometer los proyectos que su sociedad necesita, tiene la oportunidad de recurrir a préstamos internacionales.
Así, imaginemos que el país A necesita construir nuevas carreteras para así poder mejorar el tráfico rodado, facilitar la vida a sus habitantes y fomentar el desarrollo económico. El país, sin embargo, no tiene los fondos necesarios para llevar a cabo las obras, por lo que solicita un préstamo a un país B o a un banco internacional. El país B, o los inversores reunidos por el banco internacional así lo hacen, con la promesa de que el país A les devolverá el dinero, eso sí, con intereses.
Durante los años posteriores, el país A deberá ir haciendo pagos de manera periódica al país B. ¿De dónde saca el país A el dinero para hacer frente a la deuda? Generalmente, de los impuestos, los ingresos de las exportaciones y el turismo. Sin embargo, la acumulación de deuda externa conlleva el riesgo de poder someter al país A en una crisis financiera si los ingresos destinados a devolver la deuda acumulada no son suficientes.
Deuda externa: ¿qué efecto tiene en las inversiones?
Una alta deuda externa puede acarrear preocupación entre los inversores, hacerlos más previsores debido a posibles efectos negativos, tales como una posible depreciación de la moneda o que la propia deuda provoque una crisis económica. En efecto, para hacer frente al pago de la deuda el país puede verse obligado a imprimir más dinero, lo que provoca la devaluación de la moneda. Ello a su vez provoca inflación, al aumentar el precio de sus importaciones, lo que puede desembocar en una crisis económica.
Asimismo, las calificaciones crediticias de un país con deuda externa acumulada pueden verse perjudicadas, lo que se traduce como una señal de alarma para potenciales inversores extranjeros. Como consecuencia, el país que ha contraído la deuda puede verse obligado a tener que ofrecer tasas de intereses más elevadas para atraer a inversores en futuras emisiones de bonos o préstamos, lo que encarecerá la devolución posterior de la deuda. Todo ello es negativo para el país endeudado, ya que le resultará más difícil y costoso acudir a la financiación externa, sin contar que se le acumulan los compromisos ya contraídos. Además, ello ahuyentará a inversores potenciales.
Asimismo, una importante deuda externa tiene otras consecuencias:
- Disminución de los recursos propios de un país: una paradoja evidente, los intereses generados por los préstamos pueden provocar que un país tenga que pedir más préstamos, provocando un efecto de bola de nieve que perjudica la capacidad de crecimiento económico y desarrollo social del país.
- Aumento de los impuestos: los países sobreendeudados pueden verse obligados a aumentar la presión fiscal sobre sus ciudadanos para hacer frente al pago de la deuda externa. Y no solo a particulares, también a inversores y empresas.
En resumen, una alta deuda externa puede ser un escollo para las inversiones extranjeras, así como la restricción de los recursos propios del país. Es muy relevante que los países que han contraído una deuda sepan gestionarla de manera eficiente para que puedan seguir construyendo un entorno económico propicio para inversiones futuras.
https://am.pictet/es/blog/articulos/guia-de-finanzas/deuda-externa-pais-como-afecta-inversores
28/04/2024
1 Comment
Rubén Torres
7 meses agoMal ejemplo lo de comparar la deuda externa con una tarjeta de crédito. Empezando que las tarjetas de crédito se utilizan en la adquisición de bienes personales, es decir, para uno mismo. Por lo que uno lo puede disfrutar sabiendo que esa deuda la puede pagar de forma cómoda. Sin embargo la deuda externa nadie la ha pedido y nadie disfruta de ello, pues la calidad de vida que siempre nos han ofrecido nuestros gobernantes/políticos ha sido y siguen siendo pésima. Por lo tanto ese ejemplo nada tiene que ver con una tarjeta de crédito.
Respecto a lo que dice el autor/a sobre “cuando un país no tiene fondos suficientes para acometer los proyectos que su sociedad necesita, tiene la oportunidad de recurrir a préstamos internacionales”. Tampoco es cierto, para empezar, ningún político nos pregunta si queremos esos proyectos, pues suelen ser siempre para cobrar jugosas comisiones o para tener la excusa de subirnos los impuestos, no porque los ciudadanos necesitemos realmente esos proyectos. Pero de todos modos, con las infraestructuras que ya tenemos no necesitamos construir más. Por lo tanto no tenemos la necesidad de pedir dinero a ningún país.
De nuevo el autor/a no acierta ni de casualidad con los ejemplos. En esta ocasión dice “el país A necesita construir nuevas carreteras para así poder mejorar el tráfico rodado, facilitar la vida a sus habitantes y fomentar el desarrollo económico” Lo que necesita esta sociedad en que nos gobierne una persona inteligente en vez de presidentes descerebrados como los que hemos tenido siempre. Una persona inteligente se hubiera ocupado que la población de cada país fuese como tope de 10.300 personas, por lo que nuestras carreteras irían sobradas para canalizar ese conjunto de vehículos. Por lo tanto, ese ejemplo es una mierda pinchada en un palo.
En cuanto a lo de fomentar el desarrollo económico, ya lo he explicado en varias ocasiones (ver el artículo de varias formas de ganar pasta).
El autor/a habla de impuestos. De nuevo una persona inteligente que dirige un país lo que haría es anularlos todos, es más, mandaría retirar esa palabra del diccionario. Se podría vivir perfectamente sin ellos.
Se habla de los inversores, un país correctamente bien dirigido por la persona adecuada no necesita que existan inversionistas extranjeros.
Se habla de crisis económica. De nuevo es imposible que eso suceda si el país está dirigido por la persona adecuada.
En fin, la deuda externa la debe pagar quien la solicita, lo mismo que cualquier persona que pide un crédito personal no va al vecino a decirle que se haga cargo de esa deuda, pues lo mismo debería ocurrir con la deuda que el Estado tiene con sus prestamistas.