Foto: Semana Sostenible
El congresista Alberto de Belaunde presentó proyecto de ley que categoriza como crimen organizado a los delitos relacionados al tráfico ilegal de fauna y flora silvestre en el Perú. La propuesta busca brindar mayores armas legales para detener a las mafias que están detrás de este tipo de delitos.
Servindi, 10 de setiembre, 2020.
– En los primeros seis meses del año, más de 950 animales vivos fueron rescatados del tráfico especies silvestres por autoridades peruanas, bolivianas, ecuatorianas y colombianas, según el último reporte de Wildlife Conservation Society (WCS).
La organización también reveló que, en el Perú entre el 2010 al 2018 se decomisó más de 50.000 individuos vivos del tráfico de animales. Los loros, las tortugas y los primates son los animales más comercializados en el mercado ilegal.
El tráfico de fauna silvestre es uno de los principales problemas que afecta a la biodiversidad peruana. Los animales son vendidos para convertirlos en mascotas u objetos de recuerdo. También son utilizados para rituales chamánicos.
Frente a esta serie violaciones, diversas organizaciones ambientales plantearon considerar al tráfico de fauna silvestre como crimen organizado por el modo en que operan. A este pedido también se sumó Jorge Montenegro, ministro de Agricultura y Riego.
No es comercio, es crimen organizado
Tras la serie de demandas, el 2 de septiembre, el congresista Alberto de Belaunde, integrante del Partido Morado, presentó al Legislativo el proyecto de Ley 6051-2020, que categoriza como crimen organizado a cuatro delitos ambientales.
Entre ellos se encuentra: el tráfico ilegal de especies de flora y fauna silvestres, el tráfico ilegal de especies acuáticas de flora y fauna silvestre, extracción y procesamiento ilegal de especies acuáticas y la depredación de flora y fauna silvestre.
“Las bandas que operan en el tráfico de vida silvestre tienen redes similares y el mismo modus operandi que las de otros delitos de crimen organizado. Pero las autoridades que las enfrentan, lo hacen con las herramientas de delitos comunes. Hay que recategorizar este delito como lo que es, para enfrentarlo con la contundencia necesaria”, recalcó el legislador.
Con el proyecto de ley, Alberto de Belaunde busca que la recategorización facilite mayores herramientas en las investigaciones y en la persecución del comercio de fauna silvestre, así como en la aplicación del levantamiento del secreto bancario, reserva tributaria o interceptación de comunicaciones.
La propuesta también demanda inhabilitar a funcionarios públicos implicados en este tipo de crímenes. El proyecto fue elaborado con el apoyo de WCS y Oceana, organizaciones reconocidas por la defensa de la biodiversidad peruana.
Para exigir al Congreso que atienda este problema que atenta contra la fauna y flora peruana se ha creado una petición virtual, hasta al momento más 4.500 personas han firmado. Paralelo a ello, de Belaunde ha iniciado una campaña en sus redes sociales llamada #No Es Comercio Es Crimen Organizado.
Foto: Alberto de Belaunde
18/09/2020
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoDa lo mismo presentar ese proyecto de ley que categoriza como crimen organizado a los delitos relacionados al tráfico ilegal de fauna y flora silvestre. Como si eso vaya a servir de algo. Cualquier cosa prohibida o no, que dé mucho dinero se seguirá haciendo ¿acaso se ha dejado de comercializar armas o drogas? Las leyes actuales están obsoletas.
La solución a los problemas medioambientales y sociales lo vengo diciendo hace décadas. Tienen que sustituir las personas que dirijan el país por personas cualificadas. Personas con un alto nivel sobre biología, zoología y con soluciones eficaces. Lo primero que se debería hacer es dotar de vigilantes armados, con órdenes de disparar a la cabeza a cualquier traficante de animales que tenga en su poder especies protegidas.
Otra medida eficaz sería criar en semilibertad las especie más solicitadas, de esta forma los animales bajarían mucho de precio y podría satisfacer la demanda de ese tipo de animales. Así a los traficantes no les merecería la pena arriesgarse a recibir un tiro por capturar un animal por poco dinero.