En Cuba no pueden más
Todo el mundo sabe en Cuba que el problema no se soluciona con ceses de ministros, sino con un cambio radical del régimen. Europa y España deberían ser conscientes de ello y empujar en este camino
Soledad Gallego-Díaz
Cadena SER.18/03/2024
Madrid
En La Habana, en el cementerio viejo de Colón, hay tumbas con los nombres de pueblos de Asturias o de Galicia. Los emigrantes españoles que morían en la isla, tan pobres como habían llegado, no iban a parar a una fosa común, sino a una que llevaba el nombre del lugar donde habían nacido. Descansaban junto a sus compadres de antiguos vecinos. Cuba fue, es y será siempre un país especial para los españoles. Y no hay cubano que uno afirme tener un pariente que vino de ultramar. Por eso son tan terribles las noticias que llegan desde hace meses.
La crisis económica que sufre la isla no es nueva. La dictadura que padecen desde hace décadas los cubanos les ha dejado sin instrumentos para expresar su protesta. Y el régimen se mantiene desde hace mucho solo con la fuerza y la intimidación. Pero ahora, además, simplemente no hay alimentos suficientes, ni tan siquiera leche para los niños, pan, café o carne de cerdo, fundamentales en la canasta cubana. Parece que han cesado al ministro de Economía por inútil y corrupto y otros dos ministros, pero todo el mundo sabe en Cuba que el problema no se soluciona con ceses de ministros, sino con un cambio radical del régimen. Europa y España deberían ser conscientes de ello y empujar en este camino. Los cubanos, nuestros amigos, no pueden más.
7/04/2024
1 Comment
Rubén Torres
4 meses agoDe nuevo vemos cómo lo que impera en el mundo es la ignorancia.
En este artículo dice; “no hay alimentos suficientes, ni tan siquiera leche para los niños, pan, café o carne de cerdo, fundamentales en la canasta cubana”
Se nota que Soledad no lee nunca este blog, pues de haberlo hecho sabría que no tomar leche los niños pueden vivir perfectamente. Sabría que solo los bebés sin dientes deben tomar leche materna, sabría que el pan perjudica la salud humana y la de otros animales y que el café es totalmente prescindible (yo mismo jamás me he tomado un sorbo). Por lo tanto no son tan fundamentales como afirma la autora de este artículo.
Soledad dice una cosa cierta pero a medias; “todo el mundo sabe en Cuba que el problema no se soluciona con ceses de ministros, sino con un cambio radical del régimen”. Lo que no dice es que ese cambio de régimen que necesita no solo Cuba, sino todo el mundo es un régimen nunca antes visto; una semidictadura. Ya lo he explicado en varias ocasiones, por lo que no lo voy a repetir aquí.