Pataletas inútiles contra el tabaco

Rubén Torres

Llevo en este mundo los suficientes años como para darme cuenta de que protestando apenas se consigue nada. Es como una pataleta de un niño que pide que su madre le compre un helado.
Todavía quedan personas que celebran la difusión sobre que el tabaco realmente sí produce cáncer. ¿Dónde está la victoria? ¿Acaso se conforman con que los anuncios sobre los cigarrillos hayan dejado de aparecer en los anuncios de TV, o que hayan prohibido fumar en espacios cerrados o incluso se empieza a prohibir fumar en ciertas playas? Para mí no es suficiente, pues en los hogares y en los vehículos particulares los acompañantes tienen que respirar el humo del que esté fumando. Las calles y las playas están llenas de colillas. Las máquinas que limpian la arena no puede recoger todas las colillas que dejan los cerdos y cerdas. Y lo peor de todo es que es la droga que más mata y provoca graves enfermedades (causa más de ocho millones de muertes al año, de las cuales aproximadamente 1,2 millones se deben a la exposición al humo ajeno) y sin embargo, es legal. En cambio no se conoce ni una sola muerte por cannabis y meten en prisión a miles de personas por cultivarlo o venderlo. ¡Pura hipocresía)
Con todo lo que he explicado, creo que ya ha quedado claro que no creo en las luchas diplomáticas. Prefiero las auténticas luchas, que aunque sean ilegales son mucho más efectivas si se hacen de forma inteligente.