Desgraciadamente, todos los años hay montones de catástrofes naturales, y si un verano pasa sin un sólo incendio en España podemos darnos con un canto en los dientes.
Pero esto de Valencia ya es demasiado. Demasiado triste, demasiado indignante y demasiado apestoso, como en todo lo que suele salir a flote el nombre del excelentísimo señor Carlos Fabra y su ilustre equipo de lameculos.
Este señor y su equipo, casi todos ellos (Fabra incluidos) con procesos pendientes por distintos cargos de corrupción, han realizado numerosos recortes una y otra vez sobre el presupuesto para la protección medioambiental y la prevención de incendios.
Al parecer es un secreto a voces que las competiciones de Fórmula 1 o la visita del Papa fueron financiadas con el dinero que se recortó a los planes de prevención de incendios.
Claro, hombre… ¿y lo bien que le iban a venir estos actos a los bolsillos y la imagen del señor Fabra? Incluso puede que creara algún que otro puestecillo de trabajo temporal para aflojar un poco temporalmente el apretón en el gaznate de algún que otro ciudadano.
Y todo lo que había que hacer a cambio era poner en peligro unas cuántas hectáreas de bosques: árboles, cabras, ciervos y unas cuántas familias de currantes de a pie… ¿A quién le importa eso?
Es más, sólo dan problemas: con lo que hay que montar cada vez que algún buen empresario intenta meter la excavadora para rodear la ley de protección de Medio Ambiente sin saltárnosla y poder darles los permisos de obras, o el escándalo que forman esas familias cuando intentas que quiten sus molestas casas del camino de tu amigo el empresario… una molestia, cuanto más difícil lo tengan los bomberos para apagar el incendio, mejor.
Y un recorte por aquí, otro recorte por allá… podría ser que un día hubiera un incendio y los bomberos, por la falta de recursos, tardaran cuatro horas en llegar… claro, es que con esta crisis y estos pobres que han estado viviendo por encima de sus posibilidades no está la cosa para preocuparnos por los árboles y los animalitos… podría ser que hubiera un incendio… podría ser que una empresa maderera metiera la pezuña y pusiera el bosque a punto de caramelo… podría ser que un mal día de verano a un pirómano le diera por pasarse por allí… el calor, la sequía la inaccesibilidad y la falta de recursos harían el resto.
Luego dejar pasar un tiempo para aparentar un mínimo de ética, una indemnización a las familias afectadas para limpiar un poco la imagen y quizá algún que otro molesto resquicio de la conciencia unas cámaras de televisión, unos micrófonos, unas lágrimitas y un jugoso proyecto para construir un parque de atracciones o un complejo hotelero en zona quemada y aprovechar así ese espacio que desgraciadamente quedó estéril tras el terrible incendio… «Yo no quería construir ahí… ojalá no hubiéramos dispuesto de este terreno nunca… una pérdida terrible, terrible… pero el calor, la crisis, la sequía… nadie tiene la culpa, estas cosas pasan… os aseguro que nadie lo lamenta más que mi equipo de gobierno y yo, pero tenemos un buen proyecto para aprovechar el erreno…ya que desgraciadamente el azar quiso que esta tragedia pasara…»
Como si lo estuviera viendo.
(Aquí tienen el resultado de su irresponsabilidad.. Más de uno merecía morir así, pero dudo que este pobre animal estuviera entre ellos)
A ninguno de ellos les importa ni les importarán entonces las hectáreas de bosque quemada, los animales achicharrados vivos, los años de esfuerzo y trabajos de reforestación consumidos por las llamas. El señor Fabra, su equipo, algunas empresas y quizá algún que otro currante tendrán el bolsillo contento y la conciencia dormida por unos años más. Hasta que ya nadie recuerde esta
«terrible desgracia» y llegue el momento propicio para que desgraciadamente tenga lugar otra.
Todo con el beneplácito de nuestro Gobierno, que por lo que sabemos todavía no se ha
dignado a poner un pie en la zona afectada y por supuesto no pedirá responsabilidad ninguna a sus amigos y compañeros de partido sr. Fabra y compañía.
Me temo que las únicas críticas que se escucharán, se leerán más bien, tendrán que ser a través de Internet y hechas por los propios ciudadanos, los que no ganen nada con esto.
Algunas no se han hecho esperar, y aquí pongo unas cuantas para el que quiera escucharlas… muy esclarecedoras, muy tristes y muy necesarias. Seguramente no sirva de mucho, pero deberían llegar hasta el último rincón de la red, que al menos sirviera para que la gente se lo pensara un poco más a la hora de meter la papeleta en la urna… ya que es una de las pocas cosas que todavía podemos hacer.
Como muestra, un botón… Este terreno está ocupado ahora por el parque Terra Mítica, ¿no lo sabías? Ya que el terreno se había quemado, había que aprovecharlo, ¿no?…
Irán apareciendo seguramente más testimonios, más información, más secretos a voces indignantes… si saliera toda la mierda que hay entre las suelas de algunos políticos, estos se podrían cavar su propia tumba de varios metros de profundidad y enterrarse sólo con esta su mierda. Quizá a más de uno nos harían un favor.
Suerte, Valencia.
Rosa