Ruanda: 30 años de impunidad y olvido internacional

Crearon muchos organismos para evitar que algo así volviera a suceder, Pero sucedió, fueron conscientes y no sólo no ayudaron sino que decidieron “blanquearlo”, filtrar la información que llegaba a los ciudadanos y retirar sus tropas.

Todos estos países “desarrollados”, “potencias mundiales”, que defienden libremente los derechos humanos, que en sus constituciones recogen las declaraciones de derechos fundamentales garantizados a todos los ciudadanos,  la cláusulas de no discriminación, la protección de derechos económicos, sociales y culturales,… decidieron darle la espalda a este millón de víctimas.

Aunque hay países “más culpables” que otros.

Al hablar del genocidio de Ruanda es imposible no menciona la acción de la ONU o de Bélgica, quienes ya tenían tropas en Ruanda cuando comenzó la masacre, y quienes aun sabiendo lo que les pasaría a todos los tustis decidieron retirar sus tropas.

Ellos tenían tropas en el país como parte de una misión de mantenimiento de paz. “Paz” es un término curioso ya que se les da muy bien hablar de ella, pero no de establecerla, no les importa hablar de la paz mientras que no haya que actuar, sino, eso ya es otra cosa.

La presencia de las tropas de la ONU en Ruanda estaba bajo el mandato de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Ruanda (UNAMIR), establecida en octubre de 1993 para ayudar a implementar los Acuerdos de Arusha, que buscaban poner fin a la guerra civil en Ruanda y establecer un gobierno de transición.

La presencia de tropas belgas en Ruanda estaba relacionada con los lazos históricos entre Bélgica y Ruanda, ya que Ruanda fue una colonia belga hasta su independencia en 1962. Bélgica tenía un interés particular en la situación en Ruanda debido a su papel en el apoyo y la influencia durante la era colonial. También se podría deber a la conciencia de haber sido ellos los que comenzaron esa segregación por etnias.

La ONU tenía a 2000 “cascos azules” desplegados en Ruanda en el momento que comenzó el exterminio, pero después dos semanas, y de que 10 soldados murieran, UNAMIR redujo sus soldados a 270, reduciendo así sus tropas a un 86.5%, o dicho de otra forma, dejando a tan solo al 13.5%

«Cascos azules de UNAMIR desplegados en Ruanda» Fuente: George Noel en Australian War Memorial

 

Esto es algo curioso ya que cuando comienza una guerra se suele mandar ayuda, no se reduce la que ya habían enviado.

Cabe destacar que no sólo no ayudaron, sino que “limpiaron” su imagen de cara al resto del mundo, blanqueando lo que estaba sucediendo en Ruanda y su actuación ante ello. Entre alguna de sus medidas, destaca la censura del término “genocidio”, ya que si no hablan de ello “no pasa”, o eso querían hacerle ver a su población.

Al tiempo la ONU rectificó, pero no a tiempo. A finales de mayo, cuando salió a la luz las dimensiones del genocidio enviaron a 5.500 soldados, pero pocos llegaron antes de que el FPR asumiera el control del país, y pusieran “fin” a la guerra.

Aunque este no es el único país que destaca por su no implicación en esta masacre.

Estados Unidos es conocido por su presencia constante en conflictos internacionales, su participación en guerras es casi una constante. La economía estadounidense, en gran medida, depende y prospera gracias a la industria armamentística. Sin embargo, tras la trágica batalla de Somalia sucedida el año anterior en donde murieron militares estadounidenses, Estados Unidos decidió no volver a  intervenir en futuros conflictos africanos.

Aunque me pregunto a qué se debe esta gran negativa a intervenir en conflictos futuros cuando a EE.UU nunca le ha detenido los costes de la guerra.

Tras el atentado terrorista del 11 de Septiembre, Estados Unidos comenzó una “guerra contra el terrorismo”, que duro dos décadas. Entre estas guerras destaca la de Afganistán (2001-2021) y la de Irak (2003-2011). Pero ¿Cuánto les costó a Estados Unidos está guerra?

La Universidad Brown publicó el 17 de mayo de 2023 el proyecto «Costs of War»,  es un proyecto de investigación no partidista con sede en el Instituto Watson para Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Brown  que analizó los costes humanos, económicos y políticos de las guerras posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001. En él, revela datos claves de estas guerras desatadas en Afganistán, Irak, Pakistán, Siria, Yemen, Libia y Somalia después de que Estados Unidos lanzó su llamada “guerra contra el terrorismo” tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Este informe es clave, ya que es el registro más completo del gasto de las operaciones militares de Estados Unidos posteriores al 11 de septiembre. Es destacable porque hasta ahora no se habían proporcionado cifras exactas sobre esta guerra, ya que las cifras varían según la fuente consultada.

Esta investigación reveló cifras clave sobre estas guerras. Los gastos de esta guerra ascienden a la friolera de 8 billones de dólares, 432.000 muertes de civiles, 7.000 de militares estadounidenses y 8.000 de contratistas, se aproxima que las muertes directas de esta guerra rondan 940.000, y cerca de 4 millones de muertes indirectas. Datos del departamento de defensa de Estados Unidos de 2006 a 2021 revelan que murieron 19.378.000 militares activos. Eso sin contar los miles de veteranos gravemente heridos, o que murieron por suicidio como consecuencia de estas guerras.

«Costes de la guerra contra el terrorismo “Foto de Álvaro merino en El Orden Mundial

Como mencioné anteriormente, los datos en torno a esto no están claros ya que dependen de la base de datos que consultes, por lo que el estudio «Costs of War» fue bastante esclarecedor. Aun así hay datos que son imposibles de calcular, como el ingreso que le supuso a Estados Unidos estás guerras, aunque afirman que los contratistas militares estadounidenses recibieron entre un tercio y la mitad del gasto total del pentágono, que ronda los 14 billones de dólares. Claro está, esto son datos de empresas de EEUU, no del propio país, esto nunca se podrá saber.

Es obvio que gaste millones, más bien billones de dólares en guerras en las cuales su país está involucrado, es más, en guerras que comenzaron ellos debido al ataque terrorista del 11S, pero no son en las únicas guerras que se involucran. ¿Cuál es el apoyo de Estados Unidos en las guerras actuales?

En la guerra actual situada en Ucrania, Estados Unidos ha proporcionado una cantidad significativa de ayuda a Ucrania en respuesta a la guerra. Según los datos disponibles el Congreso de EE.UU ha aprobado alrededor de 46.300 millones de dólares en ayuda militar directa a Ucrania. Además, se ha comprometido un total de 113.000 millones de dólares para necesidades tanto de defensa como civiles. Sin embargo, no todo este dinero está destinado a ir directamente a Ucrania. Algunos de esos fondos son para reponer los stocks militares estadounidenses agotados por donaciones anteriores de armamento y municiones a Ucrania y para ayudar a otros países afectados por la situación geopolítica.

Un proyecto de ley pendiente en Estados Unidos contempla el envío adicional de 60.000 millones de dólares para respaldar a Ucrania en su enfrentamiento contra Rusia.

«Ayuda militar a Ucrania por países» Fuente: Insituto Kiel para la Economía Mundial en Infodefensa.com

A su vez, se ha involucrado en la guerra situada en Gaza (Palestina):

Aunque la posición oficial de Estados Unidos sobre el conflicto israelí-palestino ha sido de apoyo a los dos estados, esa no es la verdadera realidad ya que Estados Unidos describió su apoyo hacia Israel como «incondicional e inquebrantable». De todas formas Estados Unidos ha ayudado a los dos “bandos”.

En términos de ayuda económica; en 2020, Estados Unidos otorgó a Israel US$3.800 millones en ayudas como parte de un compromiso anual hasta 2028.

Respecto a Palestina, Estados Unidos restauró la ayuda económica a Palestina de 235 millones de dólares después de que en la Presidencia de Donald Trump cortara su totalmente su financiación.

En términos de armamento; más del 70% de las armas que Israel importa proceden de EE.UU. En 2023, EE.UU aprobó dos ventas de armas a Israel: una por valor de 106,5 millones de dólares, que incluía munición para tanques, y otra de 147,5 millones, con proyectiles de artillería.

Y en términos militares; Estados Unidos envió a Israel escuadrones aéreos de combate a sus bases del Golfo Pérsico, y el Pentágono ordenó a 2.000 soldados que estén preparados para un potencial despliegue en Israel para misiones médicas y de asesoramiento.

«Gráfico ayuda de EE.UU. a Israel por año.

 

Gracias a esto podemos ver que la falta de ayuda estadounidense hacia Ruanda no se basa en principios no bélicos o falta de recursos, sino que se debe a falta de interés o empatía.
Este terrible genocidio puso en manifiesto algo doblemente terrible, lo principal fue la masacre, todas las muertes causadas por una división inexistente creada por prejuicios humanos y tan absurdos como la división entre altos y bajos, hutus y tutsis. Pero también sirvió para “destapar” a todas esas organizaciones gubernamentales que quieren hacernos creer que se preocupan por proteger los derechos humanos, por proteger a todas las personas, pero que en realidad solo protegen sus derechos y sus necesidades. A todas esas organizaciones que venden una falsa imagen de protección para que los ciudadanos se sientan a salvo, aunque la realidad sea totalmente distinta.

Redactora: Elena Velasco

Editora: María José Velázquez

https://revistaenraizada.com/index.php/2021/08/01/el-genocidio-de-ruanda/

11/07/2024