27 Diciembre 2019
Raúl Álvarez @Lohar
En abril de este 2019, durante el primer Día de la Autonomía de Tesla, Elon Musk adelantó que estaban trabajando en coches eléctricos que contarían con nuevas baterías capaces de dar una vida útil más allá del millón y medio de kilómetros.
En septiembre de este año, un equipo de investigadores de la Universidad de Dalhousie de Nueva Escocia, en Canadá, dirigidos por Jeff Dahn, publicaron una investigación donde afirmaban haber desarrollado una batería de iones de litio capaz de tener una vida útil de más de un millón y medio de kilómetros y más de 4.000 ciclos de carga, o 20 años de uso dentro de un sistema de almacenamiento de energía.
El detalle es que el equipo de la Universidad Dalhousie lleva trabajando en exclusiva para Tesla desde 2016, por lo que todo apuntaba a que este desarrollo sería para la compañía de Elon Musk.
Ahora, Electrek consiguió una patente presentada por Tesla en agosto de 2018, la cual se centra en una nueva química para el desarrollo de sus baterías de iones de litio. Lo curioso es que esta información coincide con la investigación de la Universidad Dalhousie y ofrece más detalles de esta misteriosa batería.
Una nueva química para dar vida a baterías más duraderas y más baratas
La patente, actualmente presentada tanto en Estados Unidos como otros países del mundo, aún no ha sido otorgada a Tesla, pero nos muestra interesantes datos de cómo piensan solucionar varios de los problemas que ofrecen las actuales baterías en coches eléctricos.
La clave está en la química, ya que por medio de numerosos aditivos electrolíticos se busca aumentar la longevidad y el rendimiento de sus celdas de iones de litio. La patente lleva por nombre «Dioxazolonas y sulfitos de nitrilo como aditivos electrolíticos para baterías de iones de litio» y a grandes rasgos presenta un ajuste en los componentes químicos de las celdas.
La patente explica que la nueva mezcla de dos aditivos en un disolvente electrolítico pueden utilizarse con compuestos de litio níquel manganeso cobalto, también conocidos como química de batería NMC. Curiosamente, algunos fabricantes ya usan baterías NMC en coches eléctricos, pero no Tesla, quien sigue usando baterías NCA (litio níquel cobalto óxido de aluminio). Las NMC la usa a día de hoy en sus sistemas de almacenamiento de energía.
Un rumor menciona que Tesla ya está cambiando a estas células de batería NCM para el Modelo 3 que está fabricando en China, aunque aún no hay una confirmación oficial.
Otro detalle del que se habla en la patente, es la adición de sal de litio para mejorar drásticamente la longevidad y el rendimiento de los sistemas de baterías cuando se combinan con «una solución no acuosa». Dicha «solución no acuosa» no incluye agua como disolvente, sino otro líquido que no se especifica.
Todos estos cambios químicos también ayudarían a hacer más eficiente el sistema de refrigeración, ya que el aumento de temperatura es a día de hoy uno de los factores más perjudiciales para la vida útil de una batería.
Según la información, todos estos cambios permitirían incrementar la autonomía de las baterías, disminuirán el riesgo de sobrecalentamientos, sólo perderían alrededor del 10% de su capacidad de carga, serían más baratas y su vida útil sería mucho mayor de lo que actualmente hay en el mercado.
Vamos, de ser cierto estaríamos ante una batería de ensueño que revolucionaría el mercado. Lo mejor de todo, es que Elon Musk afirma que no tendremos que esperar mucho, ya que la veremos en 2020.