La mitad de los reclusos cumplen condena por delitos de robo o drogas
Pablo Medina / M. L. REDACCIÓN / LA VOZ
España es el séptimo país de Europa que tiene más presos por habitante
22 abr 2019.
Pese a que en las cárceles españolas el número de presos lleva siete años consecutivos disminuyendo, España sigue siendo uno de los países de Europa que superan la media en tasa de reclusos, con 59.129, según los últimos datos registrados. En el porcentaje de presos respecto al número de habitantes, nuestro país se sitúa por debajo de Rusia (504.122), el Reino Unido (74.646), Polonia (69.113), Francia (58.777), Alemania (58.210) e Italia (57.774). Y desde el 2008, se ha reducido el número de presidiarios en centros españoles un 19,4 %.
Los datos del informe SPACE, publicado este mes por el Consejo de Europa, hacen hincapié en que la mayoría de los países europeos disminuyeron el número de criminales en prisión, salvo excepciones como San Marino, Serbia, Eslovaquia y Portugal. De entre las 59.129 personas que permanecieron encarceladas en nuestro país, 54.761 eran hombres (un 92,6 %), y 4.368, mujeres (un 7,4 %). La media de edad de los reclusos está en 39 años. En la estadística se contabilizaron los presos en todo el Estado, incluidos los de Cataluña, que gestiona sus centros penitenciarios desde 1983, año en el que se aprobó un real decreto para ceder esa competencia del Estado a la comunidad autónoma. Las prisiones estatales dedican 60 euros a la manutención de cada preso, en contraste con los cien que destinan las catalanas.
Segundos de Europa
Tráfico de drogas y robos. Las cárceles españolas fueron el año pasado las segundas en Europa en número de presos por tráfico de drogas y robos. Por el primer delito, en nuestro país hubo 9.754 reclusos, cifra que tan solo superó Italia (11.747). Respecto al segundo, un total de 15.587 delincuentes cumplían pena de cárcel por robos, lo que da la segunda cifra más elevada de Europa por detrás de Rusia, que sumó 27.347 reclusos por este motivo. Marta Pellón Pérez, abogada penalista y criminóloga del despacho Palladino Pellón & Asociados, afirma que «nuestro país es donde se registra el mayor consumo de cocaína y cannabis de toda la Unión Europea, tal y como alerta el Informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías del año 2018», por lo que los motivos por los que este delito es causa de tantas condenas de cárcel «no es extraño». Los robos con violencia e intimidación han descendido en nuestro país un 1,76 % en lo que va de año respecto al 2017, «un dato que ha ido bajando desde el 2012», explica la penalista.
28 % de presos extranjeros
Mayoría marroquí en las cárceles. Un total de 16.581 presos extranjeros (28 %) permanecieron el año pasado en las cárceles de nuestro país. De estos, tan solo 3.863 provienen de países miembros de la Unión Europea. El resto tienen una nacionalidad extracomunitaria, pero el citado informe no concreta las nacionalidades de estos reclusos. La mayoría son hombres (15.333), lo que contrasta con el bajo número de mujeres (1.248). El documento tampoco recoge datos de los presos que adquirieron la nacionalidad española o que poseían otro tipo de estatus legal. La tasa es, según la criminóloga, «mucho menor que años anteriores, ya que en el 2010, los reclusos extranjeros suponían un 35,6 % de la población carcelaria». La abogada recalca que «el primer país con más extranjeros en las cárceles españolas es Marruecos, con un porcentaje del 23,8 %». El resto de nacionalidades se reflejan sobre la población carcelaria en porcentajes menores, «como Colombia, con un 9,9 %, o Ecuador, con un 4,2», concluye Pellón.
Un 7,4 % son reclusas
Las mujeres cometen menos delitos o menos graves.
Según el catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Málaga José Luis Ripollés, en España existe una cifra alta de presidiarias (7,4 %) en comparación con el Occidente europeo, la mayor parte de ellas por tráfico de drogas. «La tasa ha bajado. Normalmente, las mujeres delinquen menos o cometen delitos menos graves», aclara el catedrático.
Duración de condenas
Más largas que en otros países. La mayoría de la población carcelaria del 2018 estaba condenada a penas que no superaban los diez años de prisión, según el Consejo de Europa. Del total de presos, 13.472 cumplían penas de menos de un año; 9.836, de entre uno y tres años; 10.644, de entre tres y cinco; 13.692, de entre cinco y diez años; 9.207, de entre diez y veinte. Tan solo 2.278 de los reclusos cumplían penas de más de veinte años. Además, en los centros penitenciarios había 551 personas en prisión provisional en el 2018 que permanecían a la espera de juicio o a la emisión de la sentencia de uno superado. Pellón subraya que, aunque estas cifras señalen un tiempo de condena no muy prolongado, «debemos saber que España está entre los países de Europa con penas de cárcel más largas, y así lo demuestra el informe anual del Consejo de Europa de Estadísticas Penitenciarias. La media de tiempo que los presos españoles pasan en la cárcel está entre las mayores del continente».
Criminalidad baja
Más frecuencia de la pena de prisión. Tal y como detalla el informe del Consejo de Europa, España se situó el año pasado por encima de la media europea en el número de personas encarceladas, en reclusión de mujeres y extranjeros, y en tentativas y actos de suicidio de los reclusos. Por debajo de la media, España se mantuvo en número de detenidos que no llegaron a cumplir sentencia, en fugas, en tiempo que los reclusos pasan encarcelados y en puestas en libertad. Según Ripollés, «hay una tasa de criminalidad muy baja, pero se usa mucho la pena de prisión y estas son más duras que en el resto de Europa Occidental, por lo que es lógico que el número de presos en nuestro país sea más elevado que en otros». El catedrático malagueño añade también que «entran pocos criminales en prisión, pero estos permanecen más tiempo presos».
2/03/2022