La basura se convierte en polémica fuente de energía para Suecia

El país transforma en centrales eléctricas el 51% de sus residuos, pero los ecologistas avisan de que es una técnica contaminante

Una imagen de la planta Tekniska Verken, en la ciudad de Linköping ABC

José Pablo Jofre

02/10/2018

En lugar de quemar carbón o gas, una planta de energía de la ciudad sueca de Linköping -al sur de Estocolmo- utiliza como insumo… la basura. Propiedad de Tekniska Verken, una empresa del ayuntamiento de Linköping, esta planta funciona las 24 horas incinerando -a 1500 grados – toneladas de desperdicios provenientes de miles de hogares de esta ciudad fundada en 1287. La planta Tekniska Verkens no es la única en Suecia: a fecha de hoy existen 34 centrales eléctricas suecas que convierten residuos en energía.

No todo el mundo está de acuerdo con esta técnica. Sus detractores consideran que estas plantas de energía alimentadas con basura no son una fuente de energía limpia. Se trata además, según sus críticos, de una «solución falsa». Según la empresa, cuatro toneladas de basura contienen energía equivalente a una tonelada de petróleo, 1,6 toneladas de carbón o cinco toneladas de desechos de madera. En Suecia, alrededor del 49% de los desechos domésticos se reciclan; el resto se incinera en plantas como la de Linköping: el calor producido se transforma en vapor que hace girar turbinas para generar electricidad, tal y como las plantas de energía convencionales que queman carbón o gas. La basura representa, sin embargo, una pequeña porción del suministro total de energía de Suecia, en el que alrededor del 83% es hidroeléctrica y un 7% eólica.

Aprovechamiento energético

A diferencia de las plantas de energía convencionales que suelen tener grandes torres de enfriamiento que disipan el exceso de calor -por lo que solo se utiliza por completo aproximadamente el 40% de la energía-, la planta impulsada por la basura en Linköping, que genera electricidad y calienta el agua para uso doméstico y comercial, aprovecha el 90% de la energía total. Ese 90% en la totalidad de plantas de basura equivale a la demanda de calefacción y agua caliente de 1,25 millones de pisos y electricidad para 680.000 hogares. Con todo, sigue sin ser energía limpia ya que quemar basura produce emisiones. Por otro lado, con la incineración de basura se reduce el metano (72 veces más potente que el dióxido de carbono) generado a partir de residuos orgánicos en vertederos. Tekniska Verken estima que sus operaciones de quema de basura el año pasado evitaron emitir el equivalente a 467.000 toneladas de dióxido de carbono.

Además de calor y electricidad, la planta de basura de Linköping produce biogás a partir de miles de toneladas de alimentos y desechos orgánicos. Con este biogás operan más de 200 autobuses urbanos, así como flotas de camiones de recolección de basura, taxis y coches privados. Los críticos insisten: soluciones como esta desalientan la reducción y el reciclaje de desechos y reducen la inversión en renovables, y que el proceso de quemar basura es intrínsecamente contaminante.

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11/10/2022