Albert Sanchis @asanchisull
14 Octubre 2021
Si te estás preguntando cómo serán las ciudades realmente interesadas y preocupadas por el clima, la pequeña Skellefteå subártica se parece bastante a ello. Lo que más nos llama la atención: todo allí es de madera. Al llegar al aeropuerto, una torre de control de tráfico aéreo de madera te da la bienvenida. Los autobuses de biogás recorren los bloques de apartamentos de madera, cruzan puentes de madera y aparcan en parkings de madera de varios pisos. La nueva tendencia en este lugar son sus nuevos «rascacielos». De madera, claro.
No, las personas que construyeron esto nunca volverían al acero ni al hormigón.
Situada en el extremo norte de Suecia, esta ciudad es vecina de lo que ya está emergiendo a las afueras: la fábrica de baterías más grande de Europa. La próxima generación de baterías para vehículos eléctricos no sólo se producirá aquí, sino que también se reciclará. Los helicópteros eléctricos pronto podrán transportar a los visitantes a la gigantesca fábrica Northvolt, mientras que los aviones eléctricos de mayor distancia ya se prueban en las cercanías. Aquí todo es renovable y ecológico.
Skellefteå funciona a partir de energía hidroeléctrica y eólica, recicla 120.000 toneladas de desechos electrónicos al año, y el exceso de calor del proceso se devuelve al sistema de calefacción de toda la ciudad. Y ahora, con una altura de 20 pisos por encima de la media de la ciudad, Skellefteå tiene un monumento apropiado a sus credenciales. El Sara Cultural Center y su imponente Wood Hotel son faros de lo que se puede hacer con la madera y almacenar alrededor de 9.000 toneladas de carbono de la atmósfera en el proceso.
«No somos unos talibanes del bosque. Se permiten otros materiales. Pero, ¿por qué construir en otra cosa, cuando estás rodeado por 480.000 hectáreas de árboles?», explicaba Bo Wikström, de la agencia de turismo de Skellefteå, en este reportaje de The Guardian.
En su nuevo rascacielos, la tecnología que hay detrás es muy simple. Los dos materiales principales son madera laminada encolada (glulam) y madera laminada cruzada (CLT). La primera se hace con capas de madera unidas entre sí, con la veta en la misma dirección, lo que le da una mayor capacidad de carga que el acero y el hormigón, en relación con su peso. Es ideal para columnas y vigas, y forma los huesos estructurales del centro cultural, que alberga dos teatros, un museo, una galería de arte y una biblioteca.
Mientras tanto, CLT es madera contrachapada de gran tamaño, con cada capa pegada en ángulo recto a la siguiente. Esto la hace fuerte en todos los sentidos, especialmente para paredes y losas de suelo. Los núcleos de los ascensores en cada extremo de la torre de 20 pisos están hechos de CLT, con módulos de habitaciones de hotel prefabricados apilados entre ellos, incorporando columnas de madera laminada en sus esquinas para mayor resistencia. La fachada de vidrio mantiene las habitaciones aisladas en invierno y frescas en verano, elevando el aire entre los paneles.
Si por si acaso no hubiéramos dicho suficientes ventajas de este método de construcción, podríamos recalcar que se trata de una manera increíblemente rápida de construir, eliminando los habituales oficios de enlucido y decoración. Se ahorra hasta un año entero utilizando madera, en comparación con el acero y el hormigón.
Además, el clima no es el único beneficiario. Esta práctica también parece tener un efecto positivo en los trabajadores de la construcción, que han conseguido huir de ambientes ruidosos, tóxicos por el humo y polvo de los materiales tradicionales. Sin embargo, hay una desventaja, al menos desde la perspectiva del hotel: «Las paredes de madera absorben las manchas como el vino tinto mucho más rápido que una pared pintada. Hay que limpiarlo todo enseguida”, bromean los responsables del hotel.
Cuando hablamos de madera, casi todo el mundo piensa en un posible incendio, en un fuego amenazador. Pero las infraestructuras de esta ciudad son a prueba de ello. El CLT es muy lento para incendiarse y ha sido diseñado con una capa extra de 4 cm en cada lado que se quemaría en caso de incendio, protegiendo la estructura durante 120 minutos. Las superficies también han sido tratadas y el complejo está completamente rociado, alimentado por baterías en lugar del motor diesel habitual.
La ventaja principal, ya la conocemos casi todos: el cemento es un gran contribuyente al calentamiento global. De hecho, contribuye con casi el 7% de todas las emisiones globales. Para que os hagáis una idea, las emisiones de todos los barcos de los océanos contribuyen con menos de la mitad. La fabricación de cemento es una fuente realmente grande de emisiones de carbono, por lo que encontrar formas de construir edificios con madera es un paso importante para combatir el cambio climático.
Sí, el futuro es la madera. El problema: que hay escasez. Todo no podía ser perfecto.
30/01/2022
2 Comments
Rubén Torres
3 años agoHe leído las respuestas de varios de vosotros y veo que estáis discutiendo bastante la viabilidad de plantar árboles. Unos decís que no es viable porque hay que esperar a que crezcan más de 10 años para poder talarlos. Eso es inviable se mire como se mire en una población de humanos en aumento. Por lo que muchas empresas se dedicarían a talar los árboles de los bosques para no esperar tantos años. Aunque a ninguno de ustedes a dicho nada sobre el kiri, es el árbol que más rápido crece; puede alcanzar casi 30 metros en 7 años. Por si fuese poco, es muy bonito cuando florece y, es el que captura más CO2 de todos los árboles conocidos.
Por todo ello, el tema se desvía bastante de encontrar una solución. Estáis perdiendo el tiempo en discutir si es viable o no construir casas de madera.
Siempre he defendido que cuando surge un problema hay que buscar el origen, y el origen no es buscar con qué se fabrican las viviendas, si se emite más o menos CO2 ¡No señor! El verdadero problema es que no hay leyes para que se deje de aumentar la población y encontrar la estabilidad. Si una ciudad tiene 2 millones de habitantes, hay que encontrar la forma para que con el paso del tiempo se quede en 200.000 o incluso menos. Así no hay que seguir construyendo, basta con ir reformando a nuestro gusto las casas ya construidas a medida que sus dueños van dejando este mundo, por lo que ya no es preciso fabricar más cemento ni talar árboles.
En cuanto a la forma de lograr disminuir la población gradualmente y sin que el Estado deba preocuparse por el envejecimiento de la población por el tema de las pensiones, en la web; http://www.tevasaenterar.es se explica cómo solucionar todos los problemas socioeconómicos y medioambientales.
Un saludo a tod@s
Sr. Truhan
3 años ago14 Oct., 21:14
“El cemento es un gran contribuyente al calentamiento global. De hecho, contribuye con casi el 7% de todas las emisiones globales“. Claro, porque talar árboles y arrasar bosques para fabricar ciudades completamente hechas de madera es super ecológico y va a ayudarnos muchísimo frente al calentamiento global. Total, ¿cuánto tardan los árboles más rápidos en crecer? ¿10 o 15 años? Nada, pongámonos ya a construirlo todo en madera…
El chiste se cuenta solo…
P.D. Los animales en general y los mamíferos en particular (especialmente los herbívoros) también contribuyen en gran medida al “calentamiento global”, y arrasan (arrasamos) con gran parte de la vegetación y la flora del planeta. Creo que es mejor extinguirlos a todos para dejar de emitir CO2 a la atmósfera, medida super ecológica también. Eso sí, a ver como hacemos con los volcanes, que creo que son los mayores emisores de CO2 conocidos, y no se van a dejar extinguir ni talar de buena gana…