Rodrigo Ayala 4 marzo, 2023
Polystoechotes punctata fue identificada por primera vez por el zoólogo danés Johan Fabricius en 1793. Así fue su reparición en los EE.UU.
El profesor Michael Skvarla, zoólogo del Laboratorio de Identificación de Insectos de la Universidad Estatal de Pensilvania, ignoraba que en 2012, a las afueras de un supermercado en Fayetteville, Arkansas, haría un hallazgo histórico: la “grande y carismática” crisopa gigante, Polystoechotes punctata.
El insecto gigante estaba adherido a una pared exterior de una de las cadenas de grandes almacenes Walmart. Al principio, Skvarla pensó que estaba ante la presencia de una hormiga león, un tipo de insecto depredador conocido por atraer a sus presas a trampas mortales.
“Lo recuerdo perfectamente, porque estaba entrando en Walmart para comprar leche y vi este enorme insecto en un lateral del edificio”, cuenta Skvarla, que por entonces era estudiante de doctorado en la Universidad de Arkansas.
“Me pareció interesante, así que me lo puse en la mano e hice el resto de la compra con él entre los dedos”.
El hallazgo de Polystoechotes punctata, un insecto del Jurásico
El ejemplar es el primero de su especie registrado en el este de Norteamérica en más de cincuenta años, y el primer registro de la especie en el Estado. Imagen: Michael Skvarla
Sin embargo, un nuevo estudio reveló su verdadera identidad: una crisopa gigante (Polystoechotes punctata), un insecto gigante de la era Jurásica que alguna vivió en grandes cantidades en el planeta.
“Estábamos viendo lo que el Dr. Skvarla vio bajo su microscopio y él está hablando de las características y luego simplemente se detiene”, dijo en un comunicado Codey Mathis, candidato a doctorado en entomología en Penn State.
“Todos juntos nos dimos cuenta de que el insecto no era lo que estaba etiquetado y, de hecho, era una crisopa gigante súper rara. Todavía recuerdo la sensación. Fue muy gratificante saber que la emoción no se apaga, la maravilla no se pierde. Aquí estábamos haciendo un verdadero descubrimiento en medio de un curso de laboratorio en línea”.
El enigma de un insecto jurásico
- punctata fue identificada por primera vez por el zoólogo danés Johan Fabricius en 1793, pero hacía más de 50 años que no se veía un ejemplar en el este de Norteamérica.
Resulta un auténtico misterio cómo fue que el insecto llegó hasta las afueras del supermercado. Los allegados a la investigación de esta especie piensan que se sintió atraído por las luces del lugar y pudo haber volado desde cientos de metros de distancia.
Este insecto, que posee una envergadura de casi 5 centímetros, es pariente de la polilla y solía estar muy extendido en todo el continente. Sin embargo, desapareció del este de América del Norte en la década de 1950.
A partir de este hallazgo, los científicos creen que puede haber poblaciones de P. punctata cuyas raíces se remontan a hace 201,3 millones-145 millones de años. Pese a que el hallazgo ocurrió en 2012, la verdadera identidad de P. punctata se descubrió hasta 2020.
Michael Skvarla ahora es coautor de un nuevo artículo sobre este insecto, publicado en la revista Proceedings of the Entomological Society of Washington.
5/03/2023