Todo parece indicar que se trata de un aborto masivo producto de la malnutrición, contaminación del mar o una infección bacteriana.
2020/10/25
Temen que el periodo de reproducción de estos ejemplares haya quedado alterado por lo que resta del año por cuenta de esta muerte masiva. Foto: Reuters
Nuevamente los científicos se encuentran con otra muerte masiva de animales. Se trata de aproximadamente 7.000 lobos marinos que aparecieron muertos en el centro de Namibia, al sur de África. Aunque lo calificaron como un aborto masivo, aún se desconocen las causas.
En septiembre, el conservador Naudé Dreyer, de la asociación Ocean Conservation Namibia, había alertado sobre la presencia de lobos marinos muertos en las playas de Pelican Point, cerca de la ciudad de Walvis Bay, en Namibia.
De acuerdo con el doctor Tess Gridley, del Namibian Dolphin Project, «En las primeras dos semanas de octubre, se observó realmente lo que los veterinarios describen como un aborto masivo, (…) había muchísimos fetos ahí”, le dijo a la AFP.
El médico explicó que entre 5.000 y 7.000 hembras abortaron y ahora esperan la llegada de los lobos marinos recién nacidos, pues esta especie suele tener crías entre mediados de noviembre y diciembre.
Algunas de las hembras que encontraron muertas tenían un aspecto «delgado, raquítico y con muy pocas reservas de grasa», aseguró el doctor del Namibian Dolphin Project.
Los científicos aún están recopilando algunas muestras para hacer análisis y dar con el verdadero motivo de la muerte. Sin embargo, varios aseguran que las muertes y abortos pueden deberse a la malnutrición, contaminación del mar o una infección bacteriana. Además, temen que el periodo de reproducción de estos ejemplares haya quedado alterado por lo que resta del año por cuenta de esta muerte masiva.
Annely Haiphene, directora ejecutiva en el Ministerio de Pesca y Marina, le explicó a la AFP que una de las hipótesis es que la muerte de estos lobos marinos se debió «a la falta de alimento».
En 1994, unas 10.000 focas murieron y hubo unos 15.000 abortos a causa de una hambruna por la escasez de peces relacionada a una infección bacteriana en otra manada de focas en Namibia.
Un 2020 de muertes masivas
En lo corrido del año se han registrado varias muertes masivas de animales alrededor del mundo. Una de las más sonadas tuvo lugar en mayo, cuando reportaron más de 300 elefantes muertos en Botswana. Durante varios meses la muerte de estos ejemplares fue un misterio, pero en septiembre los científicos anunciaron que fue por ingerir cianobacterias. Estas son bacterias tóxicas que aparecen de forma natural en el agua estancada que los elefantes ingirieron.
Los elefantes murieron por ingerir una bacteria tóxica presente en el agua estancada. Foto: Reuters
Más adelante fue la tragedia de las ballenas encalladas en Tasmania, Australia. Se trató de un grupo de aproximadamente 460 ballenas piloto que quedaron estancadas en un banco de arena de la Bahía Macquire Harbour. De estas murieron unas 380 al no poder regresar a mar abierto.
A su vez, en un embalse de la república de Kalmukia, al suroeste de Rusia, encontraron miles de peces muertos. Todo parece indicar que se debió a tóxicos en el agua provenientes de una ciudad industrial cercana.
Muerte de miles de peces en Rusia. Foto: Tomada de video
Así como la muerte de más de un millón y medio de abejas en Quindío, Colombia, al parecer, por envenenamiento.
30/10/2020
1 Comment
Rubén Torres
4 meses agoEn 1994, unas 10.000 focas murieron y hubo unos 15.000 abortos. Este año han aparecido muertos aproximadamente 7.000 lobos marinos. Me pregunto qué han hecho las autoridades con tal cantidad de carne, porque seguro que no todos los cadáveres estarían podridos. La carne de foca es comestible, también se pueden trocear, congelar y alimentar a muchos de los animales del zoo.
Me extraña mucho que los más de 300 elefantes muertos en Botswana la causa fuera por ingerir cianobacterias, pero si los científicos lo dicen será o no verdad. En África se suele mentir en las noticias. Pero la tragedia de los peces en Rusia y el de las abejas en Quindío, Colombia, ahí sí es como de costumbre intervino la mano negra del ser humano.