Dos hermanos tienen cuatro hijos en Alemania y piden legalizar el incesto: «Nos amamos, no sentimos ninguna culpa»
Adrián Parrondo – jueves
Patrick Stuebing y Susan Karolewski son hermanos, dicen estar enamorados y tienen cuatro hijos. Su caso se hizo público hace más de 15 años y, desde entonces, piden el fin de las leyes que prohíben el incesto en Alemania para formalizar su relación, que no consideran fuera de la normalidad.
«No nos sentimos culpables por lo que sucedió entre nosotros. Queremos que se derogue la ley que tipifica el incesto como delito«, ha afirmado Stuebing. Incesto es cualquier relación que involucra familiares muy cercanos o que provienen de la misma familia.
Patrick y Susan son hermanos y dicen estar enamorados: tienen cuatro hijos
El hombre, de 44 años, procede de Leipzig y fue adoptado cuando era niño después de que su padre lo atacara con un cuchillo. Por este motivo no conoció a su hermana menor, Susan Karolewski, hasta que localizó a su familia biológica cuando tenía 23 años, según publica The Daily Mail.
A los seis meses, murió la madre de ambos como consecuencia de un infarto. Fue en ese momento cuando Stuebing y Susan, que entonces tenía 15 años y una discapacidad mental, comenzaron a convivir. «Me convertí en cabeza de familia y tuve que proteger a mi hermana. Ella es muy sensible, pero nos ayudamos mutuamente durante este período difícil y, finalmente, esa relación se volvió física», afirmó.
Cuatro hijos
La relación entre ambos llevó al nacimiento de cuatro hijos entre 2001 y 2005, dos de los cuales tienen discapacidad. Sin embargo, la pareja se ha propuesto cambiar las leyes que rigen en Alemania para declarar legal el incesto y este tipo de relaciones entre familiares.
Ambos quieren legalizar el incesto
De hecho, Patrick se ha visto obligado a cumplir sentencias por esta relación. En concreto, dos condenas por el delito de incesto. Fue condenado en 2002, después del nacimiento de su primer hijo, a un año de cárcel, pero le dejaron en libertad provisional. Susan, que entonces tenía 17 años, fue tratada como menor y puesta al cuidado de los servicios para jóvenes.
Después del nacimiento de otros dos hijos más, Sarah en 2003 y Nancy en 2004, la corte no se mostró tan indulgente. Stuebing finalmente fue sentenciado a cumplir una pena de diez meses de prisión. Antes de ingresar en la cárcel, concibieron a su cuarto hijo.
En 2005, Stuebing fue sentenciado a una pena de dos años y medio de prisión por cometer nuevamente incesto. «Nuestra madre no lo habría aprobado, pero los únicos que debemos juzgarnos ahora somos nosotros«, dijo sobre la relación que mantiene con su hermana.
La pareja tiene cuatro hijos
«No nos conocíamos en la infancia. No es lo mismo para nosotros. Nos enamoramos de adultos y nuestro amor es real. No hay nada que podamos hacer al respecto«, dijo por su parte Susan. «Seguiremos nuestros instintos y nuestros corazones«, añadió.
Ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
La pareja asegura que la condena por incesto viola sus derechos humanos, motivo por el que ha llevado el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2012, pero ha perdido el juicio. El TEDH dictaminó que Alemania tenía derecho a prohibir el incesto.
El TEDH también recalcó que los tribunales alemanes no condenaron a Karolewski porque tiene un trastorno de personalidad y que «solo era parcialmente responsable» de sus acciones. La base principal para la condena de Stuebing, dijo el TEDH, fue «la protección del matrimonio y la familia». También señaló «el riesgo de daño significativo» para los niños nacidos en el incesto, que está prohibido en parte por la mayor probabilidad de sufrir discapacidad.
9/05/2022
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoUna vez más nos encontramos con leyes absurdas como esta.
Llevo muchos años defendiendo que las relaciones sexuales consentidas sean libres. Nadie debería prohibirlas. Lo que sí se debería prohibir es tener hijos con gente con discapacidad mental o con gente de la misma familia por tener una alta probabilidad de que los bebés salgan malformaciones o disminución mental.