Los chicos, de entre 14 y 17 años, provocaron a su víctima lesiones en la cabeza y un traumatismo craneoencefálico. El grupo ya había sido investigado por un incidente anterior
Imagen de un agente de la Policía Nacional. (Europa Press/Rober Solsona)
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09/06/2025
La Policía ha detenido a seis menores de entre 14 y 17 años por agredir con palos y clavos y a puñetazos, y cubiertos con capuchas, a un alumno a la salida de un centro escolar en Valencia, quien sufrió numerosas lesiones en la cabeza y un traumatismo craneoencefálico.
La agresión se produjo el pasado 14 de abril en las inmediaciones de un colegio del Marítim, en Valencia, y el grupo ya había sido investigado por un incidente anterior que protagonizaron en febrero cuando amenazaron a un estudiante de otro centro escolar.
Los arrestados han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores de Valencia y la investigación permanece abierta y no se descartan nuevas detenciones, según ha informado la Policía Nacional.
Ese día, alrededor de diez jóvenes, cubiertos con capuchas, esperaron en las puertas del centro escolar a que saliera un alumno y, al identificarlo, se abalanzaron sobre él para agredirle con palos, algunos con clavos, y propinarle puñetazos.
Además, le lanzaron expositores de un comercio cercano, en una agresión violenta de la que la víctima logró refugiarse en el interior de un estanco.
Como consecuencia del ataque, el joven sufrió múltiples lesiones en la cabeza, incluido un traumatismo craneoencefálico, y requirió siete puntos de sutura.
Las investigaciones, asumidas por la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad Valenciana, permitieron averiguar que este grupo juvenil ya había sido investigado por un incidente ocurrido en febrero.
El pasado 4 de junio lograron identificar y detener a los seis menores de edad como presuntos autores de un delito de lesiones graves.
9/06/2025
1 Comment
Rubén Torres
6 horas agoSi piensan que ese chico me da pena, pues va a ser que no, pues ojalá solo me hubieran hecho eso a mí cuando era un crío.
Teníamos un maestro (Sr. Pena) que daba unos guantazos que ríete tú de los que juegan a la pelota vasca, pero si una chica hacia lo mismo o peor solo le reñía.
Teníamos otro (el Sr. Bois) que era peor, disfrutaba rompiendo palos contra nuestros cuerpos. Un montón de veces me presentaba en casa con un buen chichón. Cuando le decía a mi padre que me había pegado con un palo, me respondió; así lo habrás cabreado. Pero en realidad eso solo lo hacía después de los exámenes parciales, aquellos que no pasábamos de un 4,5 nos hacia poner en fila india y bastonazo va y bastonazo viene.
Pero ahí no acaba la cosa, cada día tenía que salir corriendo para que no me pillase un compañero que no sé porqué me tenía manía y siempre intentaba pegarme. Así estuve dos años. A veces me tenía que refugiar detrás de un guardia urbano. Por lo que siempre estaba muy estresado.
Por otra parte, sería conveniente leer sobre el bullyg en el blog de Rubén Torres;