La situación que viven los pobladores en La Habana, al parecer es cada vez más deprimente, al punto que mujeres se prestan para hacer negocios fraudulentos, donde su reputación y honestidad quedan en entredicho
MUJER CUBANA | FOTOGRAMA
La situación que viven los pobladores en La Habana, al parecer es cada vez más deprimente, al punto que mujeres se prestan para hacer negocios fraudulentos, donde su reputación y honestidad quedan en entredicho y lamentablemente mientras esto ocurre, hay niños que son utilizados para lograr el cometido.
Según un video revelado por el periodista cubano Alejandro Condis y que compartió en su perfil oficial en Facebook, una mujer cubana fue grabada pidiendo comida para su hijo y ofreciéndose como prostituta a un turista mexicano en La Habana Vieja.
¿EN QUÉ CONSISTE EL NEGOCIO?
Mientras otra cubana también le ofrece sexo por dinero. Las imágenes fueron grabadas sin que las mujeres estuvieran al tanto, y más allá de mostrar la extendida prostitución que existe en la cercada Isla, pone en evidencia uno de los negocios más populares que realizan algunas cubanas en zonas turísticas, particularmente en La Habana Vieja.
Según explica Condis, el negocio consiste en que una mujer aborde a un turista, acompañada de un hijo supuestamente hambriento, y pedirle que les compre algo de comer en una tienda en divisas.
En este caso, la cubana le pide un jugo, pero normalmente se trata de productos más caros, como paquetes de leche en polvo que ascienden a 5 dólares. Para que el turista acceda fácilmente, le piden que la acompañe a la tienda para que se aseguren de que verdaderamente van a comprar el producto para el que le están pidiendo el dinero y no para otros fines como alcohol, cigarros, drogas u otra cosa que no sea para el bienestar del niño.
Van a la tienda, compran el producto, le dan las gracias al turista, supuestamente se van del área donde estaban pidiendo ayuda y, cuando el turista se haya ido también, regresan nuevamente a la tienda porque el truco radica en que la cajera no pasó realmente el producto como vendido. Por lo tanto, la madre no se queda con la leche o lo que se haya comprado, sino con el dinero, que divide con la cajera de la tienda según haya sido el acuerdo.
Redacción CPEM | Con información de Alejandro Condis
4/03/2022
1 Comment
Marco García
3 años agoTodo eso es consecuencia de la pobreza que existe en ese y otros países. Si las personas carecen de un buen gobernante que se preocupe de que todos sus ciudadanos dispongan de un buen empleo o de cómo conseguir la suficiente pasta para que tengan una vida acomodada, pues suceden por desgracia este tipo de cosas.
Hace muchos años que vengo explicando cómo salir de esa lamentable situación, y hasta que no se hagan realidad mis propuestas, así seguiremos.