Los lazos amarillos se han convertido en todo un símbolo para el independentismo catalán. La tensión por su colocación en lugares públicos ya ha provocado enfrentamientos tanto en la calle como entre los políticos.
laSexta.com
Madrid
Publicado: Sábado, 01 septiembre, 2018 15:16
Ocurrió en mayo de 2018, en una playa de Canet de Mar se vivió el primer enfrentamiento entre independentistas y no independentistas por unas cruces amarillas. Mismo motivo de confrontación, en otra playa de Girona. Altercados que también han llegado a las calles y a las plazas y que ha terminado de la peor manera, con detenciones.
La tensión que está provocando estas acciones se ha trasladado también a la clase política. Albert Rivera e Inés Arrimadas, se pusieron manos a la obra: «Lo seguiremos haciendo hasta que el señor Sánchez deje de pagar el alquiler de la Moncloa a Torra y Puigdemont y reaccione».
A pesar de que los vecinos vuelvan a ponerlos. Según el PDCAT no hay conflicto: «En Cataluña lo que hay es un debate político de alta intensidad» decía David Bonvehí.
Desde el PP, en cambio, acusan al independentismo de estar llenando las calles de confrontación y piden al Gobierno que ponga orden: «Habrá que empezar a actuar contra los que ponen lazos en patrimonio histórico» defiende Pablo Casado.
Los socialistas catalanes respetan los símbolos, dicen, pero insisten en que los espacios públicos deben ser neutrales: «Hacemos un llamamiento a la sensatez y al sentido común. El espacio público es un espacio de todos» asegura Salvador Illa.
Sentido común que también pide la alcaldesa de Barcelona: «No tenemos que ir a una guerra de símbolos, lazos y banderas. Pido a todo el mundo responsabilidad, especialmente a partidos como Ciudadanos». Para rebajar la tensión a pocas semanas de fechas significativas como la Diada o el aniversario del referéndum del 1 de octubre.
12/06/2022
1 Comment
Rubén Torres
2 años agoEl sentido común nos dice que es absurdo llenar las calles de lazos. Si los que están a favor de las corridas de toros pusiesen millones de lazos de un determinado color y los que están en contra otros tantos de otro color, si los que están a favor del aborto y sus detractores hiciesen lo mismo, de la misma forma con los que están a favor de la caza y sus detractores, los que protestan por la violencia machista o los que creen que algunas esposas se merecen un cachete….en fin, el caso es que ni siquiera se podría andar por la calle con tantos millones de lacitos. ¡Una vergüenza!
En los vídeos se demuestra que los descerebrados abundan, especialmente en Cataluña. Por fortuna aún quedan varios millones que no lo somos. Jamás se me ocurriría ir por ahí colocando lazos amarillos ni de ningún otro color, pues por desgracia en España tenemos esa maldita costumbre. Como si colocando lacitos las cosas se fuesen a solucionar.
Si realmente la gente quisiese soluciones no votarían a los idiotas de siempre.