Antes de emprender ese objetivo, lo primero que se debe tener es un plan de cómo debe ser esa nueva sociedad que deberíamos tener. Es decir, tener bien definidas las nuevas normas y leyes que tendría la gente la obligación de esa zona obedecer.

Si tenemos en cuenta que este país está compuesto de 50 provincias y que lo ideal es reducir la población a los 10.300 hab. pues a cada provincia le corresponde 206 hab. o sea, como Guipúzcoa tiene 726 712 habitantes, por lo que le sobran 726.506 hab.

Sin embargo, la provincia menos poblada de España es Soria con 88.600 habitantes. Por lo que Berlanga de Duero sería un excelente pueblo a modo de proyecto piloto porque “solo” le sobran 88.394 hab.

Berlanga de Duero

Como es de esperar, dado la gran cantidad de garrulos que ostentan el poder, no sirve de nada dialogar con esas bestias dado que no quieren entender lo urgente y necesario que es cambiar esta sociedad fallida y que ellos son incapaces de mejorarla.

Otra cosa que es muy importante es, tener las suficientes personas instruidas en las nuevas normas y leyes para que vayan ocupando las plazas vacantes según se vengan presentando.

Por Ej: a los directores de escuelas e institutos se les preguntaría si estarían dispuestos a instar a sus docentes a que incorporaran los artículos de este blog en los planes de estudio a partir de los alumnos con 14 años, y que solo se hable en castellano.

En el caso de los que quieran aceptar esas nuevas leyes, pues se les “convence” para que no causen problemas.

Ahora es el turno de preparar el terreno para que la gente se independice de la compañía del agua y de la luz. Para lograrlo es necesario convencer a las suficientes personas que estén cobrando la pensión, la jubilación o el desempleo en otros pueblos o pedanías y se les explica las ventajas de este nuevo sistema de convivencia. Que los que quieran sumarse a esta forma de vivir deberán mudarse al ingresar toda su paga a una cuenta del ayuntamiento. Con ese dinero y el de otros ingresos servirán para:

El siguiente paso será obligar a cada ciudadano de Berlanga de Duero a que se persone en el ayuntamiento para que le entreguen la tarjeta de residente. Esa tarjeta le servirá para no pagar nada en las ciudades donde se implante mi nuevo sistema social.

Adquirir los suficientes generadores de luz y captadores de agua ambiental que suministrará agua a todos los cultivos, jardines y para la población en general.

Servirá para pagar las vacaciones de los interesados que quieran irse fuera de las comunidades que han implementado mi nuevo orden mundial.

Para adquirir nuevas especies de animales

Para acondicionar locales y convertirlos en viveros

Para maquinaria industrial

Para convertir motores de combustión convencional a que funcione con bi-on.

Se deberá pedir una audiencia con el alcalde para explicarle si aceptaría esta nueva forma de vivir, en caso que no acepte, pues se le “convencerá” de otra forma, y por supuesto se elegirá un nuevo alcalde más comprensivo.

A los comerciantes de alimentos se les instará a no cobrarles ni un céntimo a los residentes. Los cuales deberán mostrar una tarjeta especial que demuestre que vive ahí. A las demás personas, se les cobrará por todo, pero los precios siempre serán un 30% más baratos que tengan los pueblos vecinos.

A los banqueros se les exigirá un listado con todas las viviendas que tengan expropiadas o a la venta para que las cedan a las personas sin hogar o que quieran independizarse de sus padres. En caso de no querer colaborar se les “convencerá” para que cambien de opinión.

Se captará gente que posea algún vehículo aéreo.

Se pondrá vigilancia en distintos puntos de la carretera para impedir que la policía convencional se acerque a las comunidades que han implementado esta nueva sociedad.

Eso se conseguirá instalando badenes móviles por control remoto.

Es lógico que habrá muchísimas personas que querrán visitar el único sitio donde se vive sin usar el dinero ni el trueque. Donde no hay límite de velocidad, donde los desplazamientos se suelen utilizar vehículos aéreos, donde los alimentos son más baratos que en el resto de ciudades españolas, donde podrán degustar carne exótica o poco conocidas, donde las prostitutas no les cobran a los residentes y a los forasteros les cobrarán precios reducidos y por hora en vez de por minutos. Esto atraerá a cientos de ciudadanos que contribuirán a llenar las arcas de los ayuntamientos.

Es más, me atrevería a pronosticar que muchos de esos turistas querrán solicitar el empadronamiento, pero deberán firmar un contrato de permanencia de un mínimo de dos años.

Nota; hay mucha más información en los artículos de las leyes.

 

21/09/2024