En este planeta se puede resumir que solo hay tres tipos de personas; los idiotas y los inteligentes.

Los idiotas por desgracia para el planeta son la inmensa mayoría. Esta clase de gente son los que provocan la miseria de millones de personas, la desigualdad, los genocidios, guerras, la delincuencia, los desastres medioambientales y un sinfín de problemas. Se les llama también ignorantes o descerebrados

Como ese problema viene desde hace millones de años atrás, es difícil de erradicarlos porque son ellos los que tienen el poder: controlan el poder militar y policial. Entonces el lector se podría preguntar, cómo es posible que el grupo de inteligentes no ha acabado con ellos si son tan listos. Fácil; al ser solo un puñado de personas que además, ni están unificados ni se conocen y que están desperdigados por el planeta.

Por el contrario los inteligentes son una minoría de individuos muy escasos. Se diferencian de los idiotas porque no van por el mundo haciendo preguntas. Buscan las respuestas de lo que no saben en los libros o en sitios donde se explican.  Lo que es verdaderamente importante ya se ha descubierto, y lo que no, pues para eso están los científicos y los investigadores.

Otra forma de destacar entre los idiotas es saber discernir entre lo bueno y lo malo. Para una persona inteligente eso le resulta sencillo, pero para un idiota, la falta de raciocinio le resulta alto complejo, por lo que es incapaz y es capaz de demonizar cosas que son inocuas. Una persona tan solo debe analizar las cosas y preguntarse ¿eso produce dolor a alguien? ¿Ocasiona desperfectos no autorizados? Si ambas respuestas es no, pues ya sabemos que es bueno.kn

Pero como casi en todos los grupos de personas, hay uno que destaca de los demás y pensó cómo combatirlos sin usar las armas. Se le ocurrió las tres tarjetas (ver el artículo). Desde siempre la gente se clasifica en estatus, siempre ha habido los que ordenan y los que obedecen, la clase alta, media o baja. Por supuesto que a casi nadie le gusta estar en el rango inferior. De hecho, la envidia ha dado lugar a extremos como para perpetrar asesinatos o vivir por encima de sus posibilidades.

Es muy fácil saber a qué tipo de personas perteneces. Si causas problemas sociopolíticos o medioambientales o no, si sabes cómo solucionarlos o no, si permiten que sucedan o no.

Hay cosas que se pueden preguntar sin dar a entender de que eres un ignorante, por ejemplo aquellas cosas que el sentido común no puede contestar o las que no están publicadas. Un ejemplo sería: dónde se puede encontrar semillas de…Pues si previamente se han  agotado las plataformas de ventas de semillas, pues lo más sensato en poner anuncio solicitándolas.

Como todos sabemos la inteligencia no se hereda, hay que esforzarse mucho para llegar a tener un nivel aceptable. Lo que ocurre es que es muy difícil que un niño destaque si proviene de una pareja de idiotas, pues si no cuestiona muchísimas cosas de lo que le explican e intenta buscar otras opiniones, nunca se convertirá en una persona inteligente. Por lo general, la gente es tan vaga que no se molesta en cuestionar casi nada y se forman los dogmas (Punto esencial de una religión, una doctrina o un sistema de pensamiento que se tiene por cierto y que no puede ponerse en duda dentro de su sistema), el fanatismo, la intolerancia, etc.

12/10/2021