22/01/2025
El Parque San Jerónimo, Sevilla, se ha convertido en un referente de sostenibilidad gracias al programa “Biosegadoras”, una iniciativa que utiliza cabras para gestionar de forma ecológica el mantenimiento de la vegetación en sus praderas. Impulsado por Ecologistas en Acción desde 2005, este proyecto integra prácticas de ganadería ecológica que eliminan el uso de productos químicos y fomentan la alimentación natural de los animales.
El funcionamiento del programa
El programa Biosegadoras cuenta con un rebaño de 25 cabras, que permanecen en un área específica del Centro de Ecología Social Germinal (C.E.S.) como explotación ganadera reconocida. A diario, los animales son trasladados a una zona de estancia diurna del parque donde se alimentan con restos de poda de árboles y arbustos. El traslado, de aproximadamente 300 metros por el interior del parque, se realiza siguiendo una ruta de ecopastoreo, bajo la supervisión de personal especializado.
Esta iniciativa no solo involucra a las cabras, sino también a la comunidad. Barriadas como Almer, Huerta de la Papachina, RENFE II y Juan XIII contribuyen al programa suministrando restos de alimentos y podas, mientras que el Ayuntamiento de Sevilla, a través de la empresa CORALSUR, facilita restos de poda del parque. Además, personas voluntarias, tanto de Sevilla como de diversas procedencias por prácticas internacionales, colaboran con el cuidado y manejo del rebaño.
Beneficios ambientales y sociales
El uso de cabras para el mantenimiento del parque aporta múltiples ventajas:
- Reducción de combustibles fósiles:Se eliminan las emisiones asociadas a desbrozadoras y cortacéspedes.
- Gestión de residuos: Las cabras consumen restos de poda, reduciendo la cantidad que termina en vertederos.
- Sostenibilidad ambiental:Se disminuye el uso de pesticidas y se fomenta la biodiversidad.
- Mejora del suelo:El estiércol generado en las áreas de descanso es utilizado como abono en los huertos sociales y el que dejan a su paso abonan las praderas dónde pastan evitando la necesidad de agroquímicos.
- Menor contaminación acústica:Se evita el ruido de equipos motorizados.
- Fomento de la educación ambiental:La presencia de cabras enriquece la experiencia de los visitantes y promueve la concienciación sobre prácticas ecológicas.
Un espacio vivo y educativo
El Parque San Jerónimo no solo es un lugar de recreo, sino también un ejemplo de gestión respetuosa de áreas verdes. Iniciativas como Biosegadoras convierten el parque en un espacio dinámico que equilibra el cuidado ambiental y el disfrute ciudadano.
Para garantizar la convivencia entre visitantes y cabras, se recomienda seguir ciertas pautas como, evitar alimentarlas, mantener una distancia prudente, respetar el entorno, mantener atadas a las mascotas y supervisar a la infancia.
Además, como parte de la promoción de esta innovadora iniciativa, el programa Biosegadoras presenta un vídeo exclusivo que muestra cómo las cabras desempeñan su papel de jardineras naturales. Este material permite a los espectadores conocer de cerca el impacto positivo del proyecto en el parque y en la comunidad. El vídeo está disponible en las plataformas digitales de Ecologistas en Acción y busca inspirar a otras ciudades a implementar soluciones similares.
Este programa destaca como un modelo de integración de la agroecología en entornos urbanos, generando beneficios para el medio ambiente y fortaleciendo los lazos comunitarios. La ciudadanía está invitada a descubrir esta innovadora propuesta en el Parque San Jerónimo y a disfrutar del vídeo que resalta el papel de las cabras biosegadoras en la construcción de una ciudad más sostenible.
8/04/2025
1 Comment
Rubén Torres
6 días agoMis compañeros y yo discrepamos en muchísimas ocasiones. Sobre este tema también discrepo.
Cualquiera que haya estado observando un rebaño de cabras sabrá que que son incapaces de respetar brotes de árboles y arbustos imprescindibles para una buena biodiversidad vegetal. Eso significa que no se podrá formar un bosque donde pasten las cabras. Por todo ello es crucial que se eliminen del territorio español.
Así se ven los pobres árboles que han sido “podados” por manos inexpertas y que por desgracia terminan muriendo
Por otra parte, mis compañeros ven con buenos ojos que los operarios de los ayuntamientos cometan atrocidades con los árboles que tienen la desgracia de caer en sus manos. Muchos de ellos sucumben ante la brutalidad de las talas. Y en vez de reclamar y denunciar esas terribles acciones aprueban que sirvan de alimento a las cabras.
También alegan que son más silenciosas que las máquinas trituradoras, es cierto, pero no dicen que no se debería permitir las podas sin control. Además, las cabras no pueden triturar las ramas de cierto diámetro.
Mis compañeros insisten con su ignorancia que las máquinas utilizan combustibles fósiles cuando estoy hasta los cojones de explicarles que eso es un bulo, que el petróleo no se originó a partir de restos orgánicos, pero no hay forma. Es como hablar con una pared.