En los primeros 10 días de este mes se han detectado más de 10.000 focos de incendios en la Amazonía. Hasta el 22 de agosto, se ha registrado más 70.000 incendios forestales en lo que va del año.
Servindi, 1 de setiembre, 2020.- El titular del Ministerio del Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, anunció que a partir el 31 de agosto se suspenderá toda acción de combate contra la deforestación en la Amazonía. Horas después se invalidó esta decisión que atentaba contra la naturaleza y los pueblos indígenas.
La primera medida anunciada, este viernes, respondía al bloqueo financiero impuesto por la Secretaría de Presupuesto Federal (SOF), unidad del Ministerio de Economía. Esta había sido respaldada por la Secretaría de Gobierno y la Casa Civil de la Presidencia.
«El bloqueo actual de aproximadamente 60 millones de reales, alrededor de 11 millones de dólares, se suma a la reducción de otros 120 millones de reales, 22 millones de dólares, prevista como parte del recorte presupuestario en el área de medio ambiente para el próximo año”, señalaba el primer comunicado.
La decisión iba a provocar que se paralicen acciones enfocadas a combatir incendios en el Pantanal y en otras regiones de Brasil.
Además, generaría la desmovilización de más de 1.805 brigadistas, así como de 77 inspectores, 134 camionetas, 10 camiones, 6 helicópteros y 10 aeronaves Air Tractor que trabajan para resguardar la Amazonía.
En los últimos 12 meses, la deforestación ilegal aumentó en un 33 %, índice más alto en cinco años, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial.
Poner en riesgo la Amazonía es poner en riesgo a las personas
Retractación
Horas después del anuncio del ministro del Ambiente, se actualizó el comunicado de prensa el cual informaba que la primera medida se anulaba.
“Informamos que se realizó una liberación económica de los recursos del Ibama e Icmbio. Por lo tanto, las operaciones para combatir la deforestación ilegal y los incendios se llevarán a cabo con normalidad”, indica el comunicado.
Con la última medida se levanta el bloqueo financiero, además, se garantiza que todas las operaciones para salvaguardar la Amazonía continuarán.
Pese a que el anuncio ofrece un poco de tranquilidad, los medios brasileños afirman que el país atraviesa un momento crítico en material ambiental debido a las decisiones del presidente Bolsonaro, quien ha sido criticado por la destrucción de la Amazonía.
Los medios aseguran que existe disputa entre el ministro Ricardo Salles y el vicepresidente Hamilton Mourão. Esta última autoridad declaró a los periodistas que el titular del Ambiente se había apresurado por la suspensión de las operaciones.
Asimismo, señaló que las acciones continuarán y que el Gobierno se encuentra buscando recursos para desarrollar operaciones en la Amazonía y Pantanal.
Frente a este escenario, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) expresó que poner en riesgo la Amazonía es poner en riesgo a las personas. La deforestación y los incendios tienen un impacto directo en la pérdida de biodiversidad y mayores emisiones de gases de efecto invernadero.
También amenaza a la vida de los pueblos indígenas e incrementa las actividades ilegales y las enfermedades respiratorias.
Según la WWF, en la Amazonía hay un 45 % más de incendios en los últimos diez años. Ante esta emergencia climática, la Federación Brasileña de Bancos en su última encuesta reveló que, el 88 % de brasileños se encuentran muy preocupados por la crisis en la Amazonía.
Foto: Greenpeace
10/09/2020
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoPor enésima vez se confirma lo que llevo pregonando hace más de tres décadas; mientras gente incompetente tenga poder para tomar decisiones, nos causarán graves problemas. Es el caso del 1 de setiembre, 2020.- El titular del Ministerio del Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, anunció que a partir el 31 de agosto se suspenderá toda acción de combate contra la deforestación en la Amazonía. Horas después se invalidó esta decisión que atentaba contra la naturaleza y los pueblos indígenas. Si esa decisión estuviese en manos de los ecologistas, jamás se le hubiese pasado por la cabeza permitir talar, arrasar, incendiar, etc. La madre Naturaleza. Porque además de tener un alto nivel sobre medioambiente debe estar cualificado para solventar cualquier problema social. Cosa que carecen todos los gobernantes. ¡Así nos va!
Además, generaría la desmovilización de más de 1.805 brigadistas, así como de 77 inspectores, 134 camionetas, 10 camiones, 6 helicópteros y 10 aeronaves Air Tractor que trabajan para resguardar la Amazonía.
R. Todo eso es insuficiente ante un gran incendio. Ya he hablado mucho de cómo se extinguen los incendios por grandes que sean. Lo que está más que demostrado es que con ese tipo de aeronaves apenas resuelven nada, mucho menos los helicópteros lanzando cubitos de agua, y los bomberos no pueden hacer gran cosa: primero porque ante un fuego intenso la temperatura es insoportable y no pueden acercarse y segundo porque las camionetas apenas contienen unos litrillos de agua. Con esa agua apenas pueden apagar llamas de menos de 15 metros.
En los últimos 12 meses, la deforestación ilegal aumentó en un 33 %.
R. Si un presidente permite que suceda cosas asá ¿para qué sirve? ¿Acaso no ha oído hablar de los aviones de reconocimiento o de los drones? Por otra parte, Con el drama del calentamiento global no nos podemos permitir perder un solo árbol más, por lo que hace muchos años que no debería conceder licencias para que se talen. ¿Sirve de algo que todos los países inviertan millones de dólares/euros para reforestar mientras otros permiten talarlos? Lo veo bastante absurdo.
Debido a las decisiones del presidente Bolsonaro, quien ha sido criticado por la destrucción de la Amazonía.
R. ¿Criticado, eso es todo? ¡Já! debería ser desterrado de por vida (su familia también) y confiscarle hasta el último real y todas las propiedades que pudiese tener, así como los de toda su familia. Con el capital incautado lo podrían invertir en la adquisición de biorreactores, aparatos que capta el CO2 de forma más eficiente que cualquier árbol.