Greenpeace dio a conocer los resultados de un estudio que adelantó sobre la situación del espacio público verde en Bogotá. La ONG determinó que el 80% de la población total de la ciudad vive con déficit de este tipo de áreas.
2020/12/16
La pandemia de covid-19 hizo evidente la necesidad de los espacios verdes al interior del entorno urbano. Foto: Clara Moreno/ Semana.
La pandemia de covid-19 hizo evidente la necesidad de los espacios verdes al interior del entorno urbano en la capital del país.
Ante esta urgencia y con el fin de conocer la cantidad de áreas verdes que existen en la capital, la ONG Greenpeace realizó un informe en el que, además de cuantificar la cantidad de área verde que existe por habitante en cada localidad, calculó el déficit de las mismas partiendo de los cálculos del Departamento Administrativo de La Defensoría Del Espacio Público (DADEP).
Con base en este estudio, la organización determinó que el 80% de la población total de la capital vive con déficit de áreas verdes, “ya que de sus 19 localidades 13 presentaron esta faltante”. De igual forma, también halló que “mientras cada ciudadano debería contar con un indicador mínimo 10m2, como sugiere la Organización Mundial de la Salud (OMS), las localidades en déficit cuentan con 4-8m2 por habitante”.
De acuerdo con la organización internacional, las localidades que presentan este déficit son: Antonio Nariño, San Cristóbal, Bosa, Kennedy, Engativá, Suba, Barrios Unidos, Fontibón, Puente Aranda, La Candelaria, Los Mártires, Rafael Uribe, Ciudad Bolívar.
En la ciudad existen espacios verdes que pueden ser utilizables, pero que todavía no han sido tenidos en cuenta por el Distrito. Foto: Juan Carlos Sierra/ Semana.
Sin embargo, la situación es especialmente preocupante para Los Mártires, La Candelaria y Antonio Nariño, pues estas tres localidades presentaron los niveles más bajos (entre 2 a 3m2 por habitante).
Por su parte, las localidades que no enfrentan esta problemática sino que, por el contrario, cuentan con la cantidad de área verde necesaria por habitante son: Usaquén, Chapinero, Teusaquillo, Santa Fe, Tunjuelito y Usme.
El informe arrojó que las localidades que presentan este déficit, generalmente son lugares muy poblados. Asimismo, también reveló que son localidades en las que sus habitantes cuentan con ingresos de medios a bajos. Este hallazgo impulsó a la ONG a ratificar que los inconvenientes que relacionan estos tres factores—medio ambiente, pobreza y población—están directamente relacionados, por lo que “el incremento poblacional lleva a un deterioro ambiental que a su vez se traduce en mayores presiones demográficas”.
Frente a eso, Tatiana Céspedes, vocera (representante) de Greenpeace Colombia, afirmó que “en los últimos tiempos la falta de espacios verdes se convirtió en un factor que promueve la crisis climática”. En este sentido, manifestó que “teniendo en cuenta la población total de Bogotá y la cantidad de espacio público verdes, estas no son suficientes y es necesario actuar de manera urgente estableciendo acciones estratégicas para aumentar estos espacios por habitante y la capacidad de adaptación, mitigación y resiliencia frente a la crisis climática”.
Otra de las conclusiones a las que se llegó con el estudio es que en la ciudad existen espacios verdes que pueden ser utilizables, pero que todavía no han sido tenidos en cuenta por el Distrito para “la recreación de la población ni a la preservación ambiental”. Según se especificó en el documento, estas zonas son espacio público que fue recuperado casi que de forma reciente, pero que todavía no ingresa a ser parte del sistema de parques ni de zonas de preservación.
El déficit de espacios verdes en la ciudad, es determinante.
Con respecto a este punto, en el informe se aconseja que estos espacios que no están todavía vinculados sean considerados por la Alcaldía de la ciudad como escenarios públicos y espacios de recreación. “Hoy, nuestra ciudad merece que le regalen en esta época navideña la construcción de más áreas verdes”, manifestó Céspedes.
Finalmente, la ONG aprovechó para manifestar su preocupación con el aumento de la temperatura en los últimos años relacionándola con la importancia de la presencia de estos espacios naturales. «Las áreas verdes con sus parques, árboles y plantas contribuyen a regular el clima y disminuir las altas temperaturas en las calles y avenidas en las ciudades», aseguró.
¿Hay suficiente espacio público verde en Bogotá? | Noticias hoy (semana.com)
19/12/2020
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoPara reforestar las ciudades, no se me ocurre mejor candidato que el kiri, conocido como árbol emperatriz (Paulownia tormentosa). La lucha contra la desertificación y el cambio climático con este árbol tienen un gran aliado. Es capaz de crecer en tierras en las que ninguna otra especie podría sobrevivir, aportándole además toda clase de nutrientes que la transforman en un suelo fértil.
Con una altura de hasta 27 metros y grandes hojas y vistosas flores, el kiri se popularizó como planta ornamental en Japón, desde donde se extendió a Europa en el siglo XIX.
Entre sus características destaca su capacidad para resistir a agresiones extremas, como el fuego, ya que puede regenerar sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida incluso en terrenos casi estériles. Por ello, suele utilizarse como «planta pionera» en suelos poco fértiles puesto que sus hojas, ricas en nitrógeno, aportan nutrientes al suelo al descomponerse, mientras que sus raíces previenen la erosión. Además, absorbe diez veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol y emite grandes cantidades de oxígeno. Está considerado el árbol más resistente del mundo podría ayudar a recuperar muchos rincones de nuestro cada vez más deteriorado planeta.