Yarinacocha . Pucallpa / Foto: Donofré Chuco – Servindi

Las municipalidades y su población tienen (tenemos) la oportunidad de hacer la diferencia haciendo grandes proyectos de infraestructura verde contribuyendo a la mitigación y adaptación al cambio climático, a tener mayor resiliencia natural y social, a generar ambientes más inspiradores y de cohesión social. En suma, a contribuir a sociedades sustentables y ciudades más sostenibles.

Ciudades sustentables: aportes desde la silvicultura urbana

Por Rodrigo Arce Rojas

7 de mayo, 2019.

– Grandes problemas aquejan a nuestros países, entre ellos podemos mencionar la corrupción institucionalizada, la vulneración a los derechos humanos, la pérdida de fe en las instituciones, entre otros. No menos importantes son los problemas de cambio climático, pérdida de biodiversidad y en las ciudades se incrementa de manera preocupante la escasez de infraestructura verde (vegetación) por crecimiento de la infraestructura gris (cemento), la violencia urbana, el individualismo exacerbado, las enfermedades producto de la contaminación ambiental, entre otros. Aunque estamos ganados por los problemas es importante que no perdamos nuestra capacidad de propuesta y nuestra capacidad de brindar alternativas creativas de respuestas transformadoras.

Una de las maneras de contribuir a la construcción de ciudades sustentables es a partir de la silvicultura urbana. Múltiples son los beneficios de los bosques y los árboles pero no le hemos prestado la debida atención. El cuadro 1 muestra los beneficios potenciales de los bosques urbanos. Es posible afirmar que el establecimiento de bosques en las ciudades también es una de las formas de contribuir a ciudades sustentables y en general con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Cuadro 1. Beneficios potenciales de los bosques urbanos

Fuente: Salbitano et al. (2017).

Además de los consabidos efectos de la vegetación en la mitigación y adaptación al cambio climático, interesa destacar sus efectos en la salud. Así con base en información científica el Instituto DKV de Vida Saludable (2017) señalan que los bosques mejoran la salud y calidad de vida percibidas, reducen la morbilidad, disminuyen la mortalidad, inciden en un menor sobrepeso y obesidad, ayudan a mantener la salud cardiovascular, contribuyen a la salud, tienen un efecto de soporte y cohesión social que contribuye al bienestar, y posee un efecto co-terapeuta. La FAO (2016) afirma que pasar tiempo cerca de los árboles mejora la salud física y mental aumentando los niveles de energía y la velocidad de recuperación, a la vez que descienden la presión arterial y el stress.

Significa entonces que una de las formas de contribuir a generar ambientes más saludables tanto en el plano personal como social es estableciendo áreas verdes. En el fondo es una manera de propiciar un reencuentro con nuestra esencia en tanto, provenimos de la naturaleza, dependemos de la naturaleza y nosotros mismos somos naturaleza. Ahora ya sabemos que las plantas, aunque no tengan sistema nervioso y órganos similares a los humanos, tienen estructuras equivalentes por lo que las plantas se comunican, tienen sensibilidad, reaccionan a estímulos y grados de inteligencia para acomodar su metabolismo a las condiciones del medio. En ciudades con tanta violencia necesitamos incorporar sensibilidad, belleza, inspiración y sentido de unidad con la naturaleza para una expansión de la conciencia de la hermandad con humanos y con no humanos.

Incorporar árboles y arbustos no es solo introducir vegetación. También es importante considerar que con ello se está introduciendo historia natural, motivos de historias personales o colectivas. Es poner a los estudiantes de todo nivel educativo posibilidades de contar con material de estudio no sólo para la biología y la ecología sino otras materias ligadas a las ciencias naturales y sociales y sus interacciones, así como favorecer el desarrollo de inteligencias múltiples y estudios interdisciplinarios. Los árboles y los bosques como escuelas vivas. Por ejemplo el uso del árbol de la quina (Cinchona officinalis) para dar sentido de identidad nacional, o el uso de cicas y Ginko biloba para dar cuenta de fósiles vegetales vivientes.

En tal sentido proponemos la realización o actualización de un inventario de árboles y arbustos de las ciudades para su mejor gestión. Ahora es más factible realizar un diagnóstico tanto porque existe tecnología disponible que facilita esta labor como por el interés de universidades, centros de investigación, clubes y redes ambientales dispuestas a realizar este trabajo si es que surge un liderazgo que bien podría estar a cargo de las Gerencias Ambientales de las Municipalidades. Las principales variables a considerar son:

Código: identificación para facilitar su registro en sistemas de información geográfica y base de datos informático.

Especie: nombre científico, nombre técnico.

Fecha de siembra o plantación (para el caso de plantones recién establecidos)

Ubicación: Coordenadas geográficas, calles

Tipo de ubicación: En retiros, en bermas, en parques, en arboledas.

Dasonomía: Diámetro de tronco, altura actual de la planta, altura prevista de la planta, diámetro actual de copa, diámetro proyectado de la copa.

Estado fitosanitario: sano, enfermo, presencia de hongos

Manejo: requerimiento de podas, fertilización, otros.

Observaciones: espacio reducido para desarrollo en veredas, raíces que levantan las veredas, reemplazo autorizado por muerte, peligro de caída, ramas que se cruzan con cables, etc.

Una vez realizado el inventario de árboles y arbustos viene el diseño de incremento de la cobertura forestal tomando en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Previsión sobre el sistema de riego.
  • Uso de especies con mayor resistencia a escasez de agua (especialmente para el caso de zonas desérticas como Lima).
  • Cuidar que el crecimiento proyectado, radicular y de copas, no afecte infraestructura o cableados.
  • Cuidar que la arquitectura de la vegetación individual o asociada no constituya peligro para la seguridad personal y de instituciones.
  • Previsión para abastecimiento de plantas que contribuya a la diversificación de la biodiversidad (muchas de las especies que se usan son exóticas y es necesario dar apertura a la flora nativa).
  • Tomar en cuenta que el tipo de vegetación va a ser un atractor de fauna. Favorecer la vegetación que atraiga fauna amigable.
  • Tomar previsiones para el manejo y mantenimiento de la vegetación.
  • Tomar en cuenta según las condiciones el uso de especies caducifolias (con capacidad de renovación de hojas) o perennes.

Con la finalidad que la vegetación tenga un uso múltiple considerar:

  • Uso de especies con fines alimentarios tanto para humanos como para animales (contribución a la seguridad alimentaria).
  • Uso de especies con fines medicinales (especialmente por hojas, flores o frutos)
  • Uso de especies con fines ornamentales (árboles con abundancia de flores).
  • Uso de especies con mejores capacidades para absorción de ruidos y contaminantes.

Algunas ideas de motivos temáticos para los arreglos de vegetación pueden ser:

  • Plantas amenazadas de una región o país (Colles, Polylepis).
  • Especies emblemáticas de regiones (Algarrobo de la costa, árbol de castaña de la Amazonía suroriental)
  • Familias de plantas.
  • Manchales con diversidad de especies de un género determinado.
  • Alamedas con plantas de floración uniforme o manchales según sea el caso.
  • Las palmeras amazónicas.
  • Alamedas conformadas por frutales.
  • Arboles sagrados (para dar cuenta de la riqueza cultural de nuestros pueblos).
  • Árboles de gran longevidad
  • Árboles del mundo (para crear sentido de identidad planetaria)
  • Arboles con arquitecturas complejas como manglares o ficus de la Amazonía.

Como podemos apreciar las posibilidades son infinitas. Oportunidad para desplegar paisajismo donde confluyen la belleza, la creatividad y la inspiración. Esta es una propuesta alternativa a obras de cemento que cada tiempo se renuevan sólo con el afán de mencionar que se está haciendo obra. Las municipalidades y su población tienen (tenemos) la oportunidad de hacer la diferencia haciendo grandes proyectos de infraestructura verde contribuyendo a la mitigación y adaptación al cambio climático, a tener mayor resiliencia natural y social, a generar ambientes más inspiradores y de cohesión social. En suma, a contribuir a sociedades sustentables y ciudades más sostenibles.

https://www.servindi.org/actualidad-opinion/06/05/2019/ciudades-sustentables-aportes-desde-la-silvicultura-urbana

15/09/2020