El mandatario de esa localidad antioqueña aseguró que hubo presiones para que el Esquema de Ordenamiento Territorial no fuera aprobado por el Concejo, en favor de una multinacional minera.

 2019/12/31

En Jericó una parte de la población se opone a la minería a gran escala y le apuestan al turismo sostenible. Foto: archivo particular.

Andrés Pérez Hernández luchó hasta el último día de su gobierno por evitar la llegada de la megaminería a Jericó, municipio antioqueño en el que ejerció como alcalde desde 2016.

Sin embargo, su ímpetu y el de cientos de campesinos, emprendedores, jóvenes y empresarios que pelearon junto a él por esa causa, no fue suficiente y finalmente terminó siendo doblegado.

El hundimiento del proyecto de acuerdo municipal, a través del cual se pretendía blindar a Jericó del establecimiento de la minería a gran escala, partiendo de la reglamentación del uso del suelo, fue el golpe con el que terminó su batallar como mandatario.

La inasistencia el pasado domingo 29 de diciembre de 7 de los 11 concejales que integran esa corporación municipal, significaron el hundimiento del proyecto. Según el mandatario esto se debió a la presión, tanto política como administrativa, que ejerció el Gobierno Nacional, en cabeza de la Agencia Nacional de Minería, del Viceministerio de Minas y la Secretaría de Minas de Antioquia, entre otras entidades.

La presión de afuera, del Gobierno, fue inadecuada, inoportuna, pero además irrespetuosa con la autonomía territorial. Esto llevó a que ese proyecto de acuerdo se hundiera en un municipio que es patrimonio de los colombianos y destino turístico sostenible”, dijo Pérez, quien teme que ahora esa población quede expuesta a las intenciones de una multinacional minera que tiene intereses serios en Jericó.

El mandatario se refiere a la compañía sudafricana AngloGold Ashanti (AGA), que tiene contemplado llevar a cabo un proyecto denominado Quebradona, en la vereda Vallecitos, en el que se producirían 6,13 millones de onzas de oro, 85 millones de onzas de plata y 3,92 millones de toneladas de cobre, durante los 21 años de operación que duraría la concesión.

En Jericó y esa región de Antioquia son varias las protestas que se han hecho en contra de la implementación de la megaminería. Foto: archivo particular.

 “Esa empresa se supo mover e influenció al Gobierno nacional para que se entrometiera de manera inapropiada en las decisiones que son propias de la alcaldía municipal y la autonomía del Concejo”, mencionó.

Para el alcalde el proyecto de esquema de ordenamiento estaba muy bien sustentado y cumplía con todos los requisitos como, por ejemplo, el acta de concertación con la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia), así como con el concepto del Consejo Territorial de Planeación. “Yo como alcalde estaba atendiendo la lectura de la mayoría de los jericoanos que no queremos que se haga megaminería en Jericó, cuna de la santa Laura Montoya. Somos un destino turístico internacional, ya que somos sede del Hay Festival y por proyectos como ese, nuestra cultura y tradiciones se ven amenazadas”, recalcó.

“Al contrario de lo que ha manifestado AngloGold Ashanti en medios de comunicación, la comunidad de Jericó y gran parte del Suroeste se encuentra en franca oposición al proyecto de minería de metales en el municipio. Más que inquietudes, las personas tienen una visión de desarrollo diferente a la que propone la minera”, indicó Claudia Vásquez, directora de la Mesa Técnica del Suroeste, organización que apoya actividades institucionales y comunitarias en contra del proyecto de AGA.

Para ella la verdadera vocación de esa población es la agroindustria, el ecoturísmo, la cultura y el emprendimiento sostenible.

«No queremos ningún tipo de minería metálica en esta región. Nos ha afectado demasiado y queremos vivir en paz», dijo William Galindo, campesino residente en el corregimiento Palocabildo, Jericó, en una video-carta que le fue enviada en agosto de este año al presidente Iván Duque por parte de la Mesa Técnica del Suroeste de Antioquia.

Un sector de Jericó cree que la verdadera vocación de esa población es la agroindustria, el ecoturísmo, la cultura y el emprendimiento sostenible. Foto: archivo particular.

Fernando Jaramillo, coordinador de la Mesa Ambiental de Jericó, señaló, entre tanto, en una entrevista concedida a Semana Sostenible en agosto, que esa era una zona de paz y tranquilidad, que había vivido por más de 160 años en calma. «Las condiciones de empleo están copadas, que haya algunas carencias es normal, pero estamos en un paraíso donde la mayoría de las necesidades están satisfechas. Nuestro nivel de vida es mucho más amplio que el de los municipios mineros del país como para enfrascarnos en ese problema», apuntó.

Jaramillo sostuvo que la comunidad teme, sobre todo, por la división social, pero también por la contaminación de los yacimientos de aguas superficiales y subterráneas que se podría generar, así como por los impactos socioculturales en la región, las afectaciones a los ecosistemas y los problemas de seguridad que se presentarían con la llegada de gente foránea.

Semana Sostenible se intentó comunicar con AngloGold Ashanti pero no fue posible obtener respuesta.

Alcalde de Jericó señala al Gobierno nacional de querer establecer la megaminería en ese municipio (semana.com)

25/12/2020