Publicado por: Redacción EFE verde 16 de marzo, 2022 Granada. Fuente: CSIC
Las abubillas euroasiáticas producen huevos adicionales cuyos polluelos, los más pequeños, se utilizan para alimentar a sus hermanos mayores en caso de escasez de alimento según un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Granada.
Aunque existían evidencias esporádicas en otras especies, estos hallazgos suponen la primera muestra científica de que el canibalismo entre hermanos ocurre regularmente en una especie de ave, según informa el CSIC.
Juan José Soler, profesor de Investigación del CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas, explica que, en general, en las aves los padres son los responsables de decidir a qué pollo alimentar en cada momento y, en el caso de que el alimento sea escaso, «es bastante normal que solo ceben a los de mayor tamaño y dejen morir de hambre a los más pequeños».
Las grabaciones de vídeo de los investigadores no solo confirmaron esta preferencia a alimentar a los pollos mayores, sino que, cuando el alimento es escaso, las madres (que en abubillas son las encargadas de repartir el alimento entre los pollos) utilizan a los más pequeños como si fueran presas para alimentar a las crías mayores.
«Las abubillas no pueden despedazar a sus presas como hacen las rapaces, por lo que los pollos grandes han de consumir al hermano pequeño de una pieza, algo que es posible porque el primer pollo en nacer es típicamente diez veces más grande que el último, señala Soler.
Los resultados muestran que el canibalismo entre hermanos es una estrategia general en la abubilla y que, como los pollos no son capaces de comer por sí solos, ese canibalismo depende de que las hembras utilicen los pollos pequeños para alimentar a los hermanos más grandes, algo que parece estar relacionado con la falta de otro tipo de alimento.
«Lo sabemos porque al poner alimento en los nidos, la probabilidad de que ocurriera canibalismo entre hermanos disminuyó significativamente», detalla.
La investigación se llevó a cabo en dos áreas de estudio: en una población española en el sureste de la Península Ibérica, localizada en Guadix (Granada), y en una población austriaca donde se esperaba que hubiera mayor cantidad de alimento.
En ambos casos se instalaron cámaras de video dentro de los nidos lo que permitió grabar los comportamientos de pollos y adultos.
En ambas poblaciones las abubillas pusieron un número similar de huevos, pero los fallos en la eclosión eran más frecuentes en la población norteña.
Sin embargo, aunque eclosionaban más pollos en la población española, el número de crías que llegaban a volar era de nuevo similar en ambas poblaciones.
Esto se explica en que en los nidos de la población española había más pollos “sobrantes”, condenados a morir, que en la austriaca.
Así, en el caso de escasez de alimento esos pollos sobrantes de la población de Guadix pudieron ser utilizados como recurso por las madres.
Es posible, explica Soler, que las hembras guarden en forma de huevo parte de los recursos “sobrantes” de épocas sin límites de alimento, y que esta estrategia les permita disponer de alimento “fresco” en épocas de escasez, poco después de la eclosión.
Los resultados del estudio son concluyentes: las madres eran las responsables de la muerte de los polluelos, ya sea indirectamente al descartar a los más pequeños cuando los alimentaban, o directamente al tratarlos como presas para alimentar a las crías mayores, lo que ocurrió antes de que el polluelo muriera e independientemente de su estado físico. EFE
8/04/2/2024