Talleres de caza para menores en las aulas andaluzas: «No es una actividad educativa, sino un acto violento»

Las actividades se presentan como un modo de educación ambiental, pero los animalistas denuncian que se trata de una estrategia para normalizar la violencia hacia los animales desde la infancia.

Estudiantado de un colegio de Sevilla, a 12 de septiembre de 2022. María José López / Europa Press

 

Adhik Arrilucea

Madrid-28/05/2025

 

Unos talleres realizados recientemente en colegios de Almería por parte de cazadores han sembrado la indignación entre los animalistas. La actividad la organiza la Federación Andaluza de Caza (FAC) a través de su Escuela de Caza y defiende que su objetivo es «acercar la naturaleza a los escolares». Sin embargo, activistas y políticos critican que esto sirva como estrategia para lavar la imagen de los cazadores.

El partido animalista PACMA ha denunciado esta semana en un comunicado «que se utilicen espacios educativos para promover la caza entre menores«. En declaraciones a Público, el coordinador provincial de la formación en Almería, Eduardo Milla, critica que esta iniciativa «romantiza la caza como una actividad cultural, deportiva y que engloba la conservación del medioambiente».

La FAC visita centros escolares desde hace más de diez años. María Nuevo, directora de la Escuela de Caza, explica a Público que hubo un parón durante la pandemia, pero que luego siguieron. «Hemos acudido ya a más de 150 escuelas con más de 15.000 niños», declara. En el año 2019, el Partido Popular, Ciudadanos y Vox acordaron en el Presupuesto de 2020 de Andalucía promocionar la caza en los colegios de la mano de esta organización.

En concreto, la FAC coordina dos talleres. Uno se titula Vuela por la naturaleza, en el que los cazadores presentan al alumnado la cetrería. «Se les enseñan los valores biológicos de las aves rapaces [que se utilizan en esta modalidad de caza], sus costumbres y su alimentación», indica Nuevo. El otro se llama Mi perro es de caza, en el que hablan sobre cómo educar y entrenar a los cánidos. No obstante, este taller omite la vulnerabilidad a la que se exponen este tipo de perros. «Estamos en desacuerdo con esa idea porque no consideramos que los de caza sufran más«, afirma la directora de la Escuela de Caza.

Nuevo insiste en que «el enfoque de los talleres es pedagógico» con una función «educativa y divulgativa». Añade que a los estudiantes «no se les enseñan las prácticas de caza» ni tampoco «se habla de muerte ni nada por el estilo». La de la FAC subraya que se trata de una «formación medioambiental» y que «tenemos una demanda bestial», por lo que «algo estaremos haciendo bien».

De hecho, son los propios centros quienes deben solicitar adherirse al programa que desarrolla la FAC para que se impartan allí sus talleres. Fuentes docentes del CEIP Adela Díaz, un colegio de Almería en el que recientemente tuvo lugar la actividad de cetrería, declaran a este diario que «lo vimos como algo positivo, como un acercamiento a la naturaleza».

Un lavado de imagen para la caza

Desde la Asociación Defensa Derechos Animales (ADDA), consideran que se trata de una estrategia de greenwashing para la caza. «Hay muchos jóvenes y niños que son muy sensibles con los animales. Por eso ellos [los cazadores] no hablan de matar», explica la presidenta de la asociación, Carmen Méndez, en declaraciones a este medio. Sin embargo, estas actividades a la postre les sirven para «justificar que la caza es necesaria y que ellos son quienes regulan la naturaleza«, advierte. La propia FAC afirma en su página que uno de los objetivos del taller Mi perro es de caza es «proyectar una imagen real sobre la relación entre el cazador y su perro«.

«Es desolador comprobar que desde las propias instituciones se apueste por talleres dirigidos por una federación cinegética. La caza no es una actividad educativa, sino un acto violento que no debería tener cabida en la sociedad actual y mucho menos en las aulas», apunta por su parte Eduardo Milla. En un comunicado, PACMA defiende que la infancia debe ser «educada en la empatía y el respeto a la vida», y no en «la normalización de la violencia hacia otros».

La formación animalista insta a la Junta de Andalucía y a las autoridades educativas provinciales a que revisen y cancelen este tipo de iniciativas, y abran paso a contenidos pedagógicos que reflejen «los valores éticos». Público se ha puesto en contacto con la Junta, pero al cierre de esta información no ha obtenido respuesta.

Alternativas a los cazadores en las aulas

Si bien el acercamiento de la naturaleza a las aulas es valorado de manera positiva, los animalistas consideran que los autores de los talleres pueden tener intereses propios no necesariamente vinculados con la concienciación medioambiental. «La caza tiene muchos aspectos tramposos, muy poco éticos y muy sucios», remarca Méndez.

En lugar de los talleres que organiza la FAC, PACMA propone «actividades educativas impartidas por profesionales o voluntarios de protectoras, santuarios o centros de recuperación, que enseñen a cuidar, rescatar y convivir en armonía con los animales». Por su parte, Méndez pone en valor el papel de los documentales y de toda la pedagogía que se realiza a través de los canales audiovisuales, y considera que ya existe cierta «receptividad» en cuanto al conocimiento de los animales. «Al fin y al cabo, son los constructores del equilibrio natural», concluye.

https://www.publico.es/sociedad/m-ambiente/talleres-caza-menores-aulas-andaluzas-actividad-educativa-acto-violento.html

5/07/2025