Por Rubén Torres
Ya hemos visto las ridículas propuestas del otro Rubén en las tres partes anteriores. Sí ridículas y os lo voy a demostrar con un par de ejemplos dado que es mucho más fácil imaginar las situaciones.
El que más y el que menos en alguna ocasión ha encendido una cerilla, y es raro que nadie haya presenciado lo que ocurre en un gran incendio, aunque sea por TV o por imágenes en los documentales y el devastador rastro que dejan tras ser sofocados. Vale, pues imaginaros a ese patético payaso recomendando que cuando se nos ocurra hacer una fogata que tengamos la precaución de no hacer fuego en medio del bosque y que nos aseguremos de dejarlo bien apagado. Cuando la realidad en que cada año se destruyen miles de hectáreas por incendios provocados. (Ver los artículos sobre los incendios). Por todo eso sus propuestas son ridículas.
El tipo insiste en que no debemos utilizar objetos de plástico de un solo uso para evitar que acaben en el mar en forma de microplástico o que sean ingeridos por animales marinos ocasionando su muerte. Bueno, pues basta con buscar la gran isla de plástico del pacífico para comprobar lo absurdas que son sus propuestas
Como todos los temas que Rubén ya los expliqué en mi blog, pues creo que es innecesario repetirlo aquí.
De lo que se trata ahora es de buscar soluciones a tanta barbarie medioambiental por parte de los humanos descerebrados.
Para empezar, seria conveniente participar en el sorteo que sigue vigente y que les recuerdo que lo pueden encontrar en este enlace; https://youtu.be/8_ukIVgXk84 está traducido en ocho idiomas.
Dicho esto, solo me resta decir que los cambios importantes en la sociedad jamás se han logrado usando la diplomacia. La historia es testigo de lo que digo. También la falta de empatía entre los ciudadanos han logrado que no se avance en absoluto hacia solucionar los problemas.
Recordemos el caso Marta del Castillo o del pequeño Yeremi Vargas y tantos otros niños asesinados. La gran cantidad de gente que se concentraron en las calles pidiendo “justicia”. Eso solo nos demuestra la gran cantidad de hipócritas que viven entre nosotros. Me explico. Antes de que esos niños desaparecieran les pasó a cientos de niños que jamás nadie hizo nada, todos miraron hacia otro lado demostrando una desidia terrible hacia personas que perdieron a sus hijos. Pero cuando eso mismo les ocurre a ellos, entonces sí berrean, protestan y dan pataletas.
Ahí tenemos el por qué no avanzamos.
Por todo lo dicho, es vital hacer una gran criba, es decir, como coloquialmente se dice; hay que separar la paja del trigo. Solo así se puede lograr cambios significativos para mejor.
Por desgracia, es demasiado trabajo para una persona sola sin recursos suficientes.
La gente se mueve sobre todo por dos incentivos; por pasta o por miedo. La segunda opción sale más económica, dado que la gente suele ser extremadamente cobarde y también se deja influir emocionalmente si ve sus seres queridos en peligro.
La experiencia me ha enseñado que la gente se deja influir fácilmente cuando su integridad física o la de los suyos está comprometida.
Llegados hasta aquí, si no has entendido qué deberías hacer para cambiar el mundo, es que hablar contigo ha sido perder el tiempo.
31/12/2024