Bacterias EM. Capítulo 1
Prof. Teruo Higa, de la Universidad de Ryukus
Actualmente, las ciencias naturales nos muestran que nada se pierde en la tierra. No se añade materia alguna, ninguna se pierde. La naturaleza no conoce desechos. Todo lo que ha vivido su vida servirá de base para una nueva vida en el siguiente ciclo vital. Incluso el petróleo, originariamente tóxico (un producto natural de plantas o animales descompuestos), sirve después de muchos años y una recomposición por bacterias antiguas para un nuevo crecimiento de las plantas y la vida.
Tampoco podrán los desechos de las centrales atómicas acabar definitivamente con la naturaleza. Hacen falta miles de años para que el potencial dañino de los desechos nucleares haya sido reconstruido. Pero después, nuevas vidas vencerán incluso esta herencia humana.
La naturaleza de esta tierra está programada para otros miles de años más, no hay fin para ella mientras exista la tierra.
Ya ocurrió que los microbios convirtieron un planeta inhóspito en este magnífico planeta azul. Los primeros pobladores de la tierra, cuando ésta era todavía desierta y vacía, fueron los antiguos microbios. Ellos podían formar poblaciones, sacar energía de sustancias tóxicas y liberar oxígeno. Fueron el fundamento para la vida superior.
¿Qué son los microbios?
Los microbios son bacterias, levaduras, hongos y muchas más clases de organismos unicelulares. Son seres vivos pobladores de toda la tierra. En un puñado de tierra viven más microbios que hombres en la tierra. Se encuentran en cualquier superficie y dirigen la transformación de toda sustancia orgánica de la tierra. Se encuentran microbios vivos sobre y dentro de meteoritos, en una profundidad de 3 km de la tierra, en el borde de los volcanes, en las hostiles fuentes de azufre y en las aguas abisales más profundas.
Los microbios sobreviven a todas las circunstancias desfavorables de nuestro sistema solar. Dado que en condiciones adecuadas muchas clases se multiplican muy rápidamente (cada 20 minutos) su adaptación es muy grande.
Nuestras estrategias de matar a los microbios (desinfectar), por querer conseguir más limpieza, no parecen tener mucho sentido. Lo demuestran los microbios multiresistentes en hospitales y los parásitos cada vez más resistentes a los pesticidas. Necesitamos nuevos valores en cuanto a nuestros conocimientos y nuevas estrategias para hacer más agradable nuestra vida en la tierra.
La naturaleza de este planeta se rige según el principio de que cada sustancia orgánica (plantas y animales) nace y muere según un ciclo eterno. La muerte no significa el fin. De la materia orgánica muerta renacen nuevos animales y plantas.
Sin embargo, resulta muy desagradable cuando el material orgánico en descomposición empieza a pudrirse. Entonces huele mal. Es lo normal en el caso de que la naturaleza quiera producir petróleo o carbón. Sin embargo, nos sentimos incómodos por tales procesos porque nos gusta estar rodeados por la vida y no por conservas.
Si huele mal es porque estos microbios se han multiplicado en la masa orgánica de tal manera que tienen un efecto desequilibrante sobre plantas y seres vivos superiores. Esto ocurre cuando no se elabora correctamente el compost o también en estanques cuyos fondos huelen a huevo podrido. Estos olores procedentes del suelo del estanque son tan desagradables como purín malo o aguas residuales mal tratadas. Estas sustancias no nutren suficientemente a las plantas y la naturaleza sólo puede transformarlas en procesos a largo plazo.
El mal olor señala que algo se está pudriendo. Cuando la sustancia orgánica no se pudre, como ocurre, por ejemplo, con una buena tierra de jardín o un buen suelo en el bosque, percibimos un olor agradable, fuertemente aromático. Estas sustancias olorosas apreciadas son los productos segregados por otros microbios.
Estos microbios deseados, tal y como ya demostró el científico horticultor Prof. Teruo Higa en 1982, se dejan cultivar en un medio de ácido láctico. Descubrió entonces que, sobre una base alimenticia de melaza de azúcar de caña, se pueden multiplicar estos microbios, y que éstos, llevados a un entorno putrescente, influyen sobre esta masa orgánica en putrefacción de tal manera que se llega a obtener nuevamente.
https://tudeudaconelplaneta.es.tl/Bact-e2-rias-EM%2C-1%AA-parte.htm
Más información; http://www.bioem.com.pe/
5 Comments
Alberto González
11 meses agoMay 24, 2013 / 17:06
Hola, aunque este post es un poco antiguo acabo de leerlo y me apetece comentarlo desde el punto de vista de mi experiencia. Antes de nada, hacer hincapié en que su blog me parece muy interesante, pero concretamente en este post hay cosas en las que no estoy de acuerdo.
En primer lugar, en cuanto al nombre de «microorganismo efectivos», es simplista pero no desatinado. Hace referencia a la supuesta «efectividad biorremediativa» o mejora de suelos degradados. Como no, el nombre también tiene un objetivo comercial, debiendo ser atractivo y fácil de recordar. Por tanto, para mi el nombre no es motivo de crítica.
Recopilando artículos científicos en publicaciones de impacto se puede advertir la controversia existente en torno a esta «tecnología»; habiendo experimentaciones que muestran un aumento del rendimiento en los cultivos y la acumulación progresiva de materia orgánica en el suelo (publicaciones dentro de Q1 por cierto). Otros ensayos tienen como conclusión que no existen diferencias significativas comparando con un manejo tradicional de los cultivos. En cualquier caso, estas conclusiones encontradas, como mínimo, dan el beneficio de la duda al EM, no pudiendo tildarlo de patraña tan a la ligera.
En mi opinión, la mala fama del EM viene como consecuencia de que ciertos empresarios sin escrúpulos, para enriquecerse atribuyen al EM propiedades milagrosas, diciendo (exagerando un poco) que puede transformar un lodazal en un vergel o incluso curar graves enfermedades humanas. Eso son patrañas, está claro.
Sin embargo, partiendo de su afirmación de que el principio fundamental es correcto, con una aplicación y manejo adecuado de los cultivos es posible que el EM sea un buen complemento para promover el crecimiento de microflora más variada y abundante, que en última instancia pueda acelerar la humificación y mineralización (reacción en ambas direcciones) de abonos verdes, promoviendo también mayor cantidad de rutas metabólicas y de exudados (vitaminas, sustancias “anti-fitopatógenos”, enzimas, nutrientes, etc.).
Dicho esto, para mí, el «lobo feroz» de este cuento es nuestra mentalidad inmovilista. Estamos acostumbrados a «tirar» de fertilización química y tratamos el suelo como si fuera un recipiente que da soporte físico al cultivo y contiene los nutrientes solubles que le vertemos. Por eso, cualquier «cambio de chip» que venga en este sentido, debe ser cuanto menos considerado.
Desde mi mentalidad escéptica pero abierta al cambio, he realizado diversas pruebas con EM en distintas dosis, enmiendas y cultivos a lo largo de 2 años, habiendo obtenido resultados satisfactorios (no milagrosos) a nivel de producción y calidad de suelo y planta.
Por cierto, la empresa que me proporciona el EM no promulga un “poder milagroso”, si no una función complementaria para la realización de una agricultura más sostenible, que es lo que yo he puesto en práctica. Con esto quiero decir que no se puede generalizar el mal comportamiento de unos pocos, proclamando a la ligera que todos son “empresas de embusteros”. En mi caso particular, no siento que intenten embaucarme ni que me presionen para consumir grandes volúmenes de su producto, bajo la promesa de incrementos desorbitados en la producción dejando de lado la utilización de NPK y fitosanitarios. Todo lo contrario, me asesoran sobre como integrar el EM en mi proceso productivo en función de mis propios intereses.
Lo que me hizo probar el EM fue que existían evidencias y experiencias en fincas experimentales de que se promovía la minimización en el insumo de fertilizantes químicos amortizando con suficiencia la inversión requerida; pudiendo abonar en verde con mejores garantías y contribuyendo a minimizar la contaminación freática al tiempo que se promovía la humificación, alargando la vida útil de mis terrenos. Es decir, revertir poco a poco los inconvenientes (económicos, sociales, biológicos y medioambientales) de la fertilización química por exceso, acumulativa durante décadas, que perdón por la expresión, saca la producción contra viento y marea a golpe de talonario.
¿Se ha realizado alguna experimentación en el CSIC para testar la eficacia (o no eficacia) del EM desde que se escribió esta entrada en su blog? Dados los medios de que disponen (ahora menos con los recortes) sería interesante y darían mayor consistencia a sus críticas.
Por otro lado, tal como promociona en su blog, el propio CSIC invierte en experimentaciones que intentan modelizar el comportamiento biológico del suelo (http://www.madrimasd.org/blogs/universo/2013/05/07/142869)…lo cual es muy interesante, pero no deja de ser una aproximación (más o menos vaga de la realidad)…lo cual no se critica (normalmente no tiramos piedra a nuestro propio tejado). Lo que si es cierto, es que es un paso más hacia la mejora en la biorremediación de suelos. Además entre las declaraciones de la nota de prensa de este proyecto del CSIC aparece lo siguiente «podremos diferenciar ecosistemas que podrán ser más fácilmente descontaminados de aquellos que no, es decir, permitirá establecer diferencias en las capacidades descontaminantes y, por tanto, predecir la eficacia de los tratamientos de biorremediación».
Personalmente, de lo anterior interpreto que las técnicas de biorremediación (entre las que se incluye la inoculación de hongos, levaduras y bacterias) son válidas (como puede serlo el EM), sin olvidar que por sus características ciertos suelos presentan más dificultades a que la biorremediación actúe sobre ellos mejorándolos, no siendo visibles los resultados a corto plazo.
En definitiva, dada la complejidad de las reacciones biológicas en el sistema edáfico hay que seguir investigando y/o poniendo en práctica estas alternativas para comprenderlas mejor y poder extraer todo su potencial, que haberlo, haylo. Al margen de que ciertos charlatanes puedan sacar de contexto su utilización.
Disculpe si la gramática u ortografía no es del todo correcta, no suelo tener tiempo para escribir en blogs y menos para repasar lo escrito. En este caso me he extendido dado el interés que me suscita esta temática. De nuevo, enhorabuena por el blog.
Juan José Ibáñez
11 meses agoMay 25, 2013 / 12:16
Demasiado extenso tu comentario para abordarlo en detalle. Demasiado simplista el concepto cuando no sabemos aún casi nada de la rizosfera. Dudo de lo que digan los investigadores sobre estos productos que los patentan inmediatamente. Y cada rizosfera tiene una comunidad repleta de microrganismos, por lo que el trasiego de los algunos de ellos no me dice mucho.
No estoy de acuerdo en este tema contigo. Pero lamentablemente sufro ahora una parálisis de Bel y veo muy mal, por lo que no puede abundar más y que cada uno crea lo que quiera, porque hoy por hoy es cuestión de fe, más que de ciencia.
Saludos cordiales
Manuel López
11 meses agoAgo 29, 2015 / 0:04
Permitame que le recomiende la lectura de un buen libro llamado «MICROBIOTICA» (ediciones i) donde podrá aumentar mucho sus conocimientos y aplicaciones de sobre microorganismos eficientes. En este libro podrá leer sobre muchas investigaciones vamos a tildar de científicas, (pues las realizan «reconocidos científicos» y parece que concluyen numerosos beneficios para salud de los seres vivos y el medio ambiente en general. En el intervienen Máximo Sandin (doctor en ciencias biológicas), Juana Labrador (doctora en biología), Francisco Mata (doctor en medicina),
Jairo Restrepo (máximo exponente de la agricultura orgánica mundial), Bonnie Bassler (dire
1. (directora del departamento de microbiología de la universidad de Princeton), Luis Antonio Lázaro (periodista e investigador microbio lógico), Ander Urrederra (investigador en nutrición simbiótica tradicional), y otros tantos profesionales de prestigio.
Todos ellos concluyen que la microbiota puede darnos solución a muchos problemas medioambientales y de salud de los animales como el hombre.
Hallará en el una fuente de conocimiento de la que carece , pues si no no hablaría de los beneficios de los microorganismos eficientes como un acto de fe.
Un saludo
Marlon Valdivia
11 meses agoSep 14, 2015 / 7:54
Señor Juan Jose Ibañez es mito o no sobre los microorganismos eficientes que ayudan a los suelos? por que he estado en fincas experimentales donde los cultivos que se aplicaron esta marca y otras parecidas arrojaban resultados muy positivos de mejora en las plantas y en mi jardin mi Limon que no habia dado limones en 3 años de vivir en mi casa después de ponerle 100cc de EM a 5litros de agua 3 aplicaciones ahora me da una cubeta semanal de los mismo. Saludos desde Nicaragua
Jose Hurtado
11 meses agoEne 27, 2020 / 12:23
La composicion microbial de los suelos es muy diversa en cantidad y calidad. De aqui se deriva uno de los problemas mas comentados al momento de inocular una poblacion de microorganismos foraneos con funciones especificas (descomponer materia organica, controlar patogenos, solubilizar minerales, proteger el sistema radical, etc). Mi experiencia practica con este y otras mezclas comerciales consiste en hacer previamente una multiplicacion del producto comercial en finca y luego proceder a aplicarla. De esta manera se logra sortear las dificultades con las poblaciones de microorganismos existentes en el suelo (sean estos patogenos o no). En otras palabras: la concentracion de microorganismos que vienen en el producto comercial en muchas ocasiones son deficientes para lograr su instalacion, posicionamiento y efecto en el suelo a tratar.