UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA EL PUMA EN LA ECORREGIÓN PAMPEANA

Autor / Director del proyecto: Eduardo R. De Lucca

RESUMEN EJECUTIVO

Para mediados del siglo XX la totalidad de las poblaciones de Puma (Puma concolor) fueron extirpadas de la ecorregión pampeana de la Argentina. El más adaptable y “aguantador” de los grandes felinos del mundo, llamado también “león” por nuestros paisanos termino sucumbiendo ante la colonización extrema del territorio por parte del hombre, con la instalación de ciudades y pueblos y la ampliación de la frontera agropecuaria. Condenado a ser sólo parte de la historia y en camino de esfumarse de la memoria cultural, por décadas de ausencia.

Pero los años 70s trajeron una sorpresa. El puma comenzó a recolonizar parte de sus antiguos territorios perdidos. Primero fueron las serranías de Ventania, al sur de la provincia de Buenos Aires. Allí, ejemplares que habrían escapado de incendios en la provincia de La Pampa darían origen a una nueva población reproductiva. Luego, a mediados de los 90s, la agricultura se extendió de forma explosiva en las pampas, desplazando a la ganadería tradicional y ocasionando un drenaje de la población rural. Menos ganado y poca gente en los campos garantizaron al puma una menor persecución; y por otro lado extensas áreas de cultivos proporcionaron lugares en donde refugiarse, criar, acechar presas y poder dispersarse. Un contexto inmejorable que el gran felino no desaprovechó y continuo su expansión, ya entrado el nuevo milenio.

En la actualidad la especie ha sido registrada en unos 70 partidos bonaerenses y también en el sur de Córdoba y sur de Santa Fe.

Las extinciones suelen ser procesos irreversibles. O requieren enormes y costosos esfuerzos para reintroducir una especie que fue extirpada de una región. Y los resultados son inciertos, mucho más si se trata de grandes predadores. El puma de las pampas lo hizo solo. Volvió. No es frecuente que la naturaleza nos dé una segunda oportunidad y nos coloca frente a un enorme desafío: esta vez debemos ser capaces de lograr la convivencia entre el hombre y el puma.

El PROYECTO PUMA DE LAS PAMPAS ya comenzó a trabajar hace unos años, a la luz de esta recolonización, documentándola y dándola a conocer. La dinámica del proceso hace que sea cada más frecuente la aparición de ejemplares en entornos urbanos y ganaderos y los posibles conflictos se multiplican; aquellos que hicieron que se extinga en el pasado están volviendo a asomar muy rápidamente.

EL PROYECTO PUMAS DE LAS PAMPAS NECESITA TOMAR OTRA DIMENSIÖN DE MANERA URGENTE, EN LA INVESTIGACIÓN A CAMPO Y EN EL TRABAJO DE COMUNICACIÓN. EN ESTOS DOS GRANDES PILARES SE SUSTENTARÁ LA NUEVA ETAPA DEL PROYECTO CON UN OBJETIVO CLARO: APORTAR CONOCIMIENTO, HERRAMIENTAS y ACCIONES PARA LOGRAR LA CONVIVENCIA DEL PUMA CON EL HOMBRE EN LA ECORREGIÓN PAMPEANA.

El puma de las pampas y la necesidad de asegurar su supervivencia debe estar en la agenda pública, tanto de las autoridades como de las comunidades. Es necesario conocer más y mejor a esta nueva población de pumas, los conflictos actuales y potenciales con el hombre y generar empatía hacia la especie en la sociedad. Estas son herramientas vitales para mitigar los conflictos, lograr la convivencia puma/hombre y así evitar una nueva extinción del predador tope de la ecorregión pampeana.

INTRODUCCIÓN

El Puma (Puma concolor) es el mamífero terrestre con la más amplia distribución en el continente americano, extendiéndose desde la Columbia Británica, en Canadá, hasta el Estrecho de Magallanes, en el sur de Argentina y Chile.

La distribución del puma en el territorio argentino originalmente abarcaba la totalidad mismo con excepción de tierra del Fuego, en donde nunca habitó.

A fines del siglo XIX la expansión poblacional y el avance de la frontera agro ganadera iniciaron una marcada contracción del área ocupada por la especie, en especial en el pastizal pampeano, una de las ecorregiones más amenazadas del planeta. El proceso de extirpación fue de tal magnitud en las pampas argentinas, que el puma se extinguió en la provincia de Entre ríos, sur de santa Fe, sudeste de Córdoba y norte y centro de la provincia de Buenos Aires.

El puma es un gran carnívoro con potencial de atacar al ganado y, en raras ocasiones, también a seres humanos. El conflicto humano/félido es en general reflejo de algún tipo de desequilibrio en los ecosistemas cuyo proceso final, la persecución en represalia por parte del hombre, conduce al exterminio de poblaciones. Lo mencionado tuvo lugar en el centro y este de los Estados Unidos y también en las pampas de Argentina, en donde el conflicto debió haber alcanzado su punto más álgido con la introducción de unas 50 millones de cabezas de ovinos hacia fines del siglo XIX. Por estos motivos, si es que se pretende salvaguardar predadores tope como el puma y garantizar la viabilidad de las producciones pecuarias, resulta prioritario conocer la ocurrencia, escala y determinantes del conflicto para delinear estrategias para su mitigación.

Hasta el año 2010 y a diferencia de lo que sucedía en otras áreas del país en donde existían algunos estudios sobre la especie, en la ecorregión pampeana la falta de información era total. Incluso había discrepancias en algo tan básico como la presencia o no del puma en la misma.

Aquellos autores que sostenían que el puma aun persistía en las pampas lo señalaban para el sistema de Ventania, sur de la provincia de Buenos Aires, en donde consideraban su presencia como ocasional.

El Proyecto “Puma de las Pampas” se inició en 2009 con el objetivo de revertir esa situación de desconocimiento y responder el interrogante acerca de si los pumas de Ventania, aparentemente los únicos pumas de la ecorregión de las pampas, eran de ocurrencia ocasional o si podían constituir una población reproductiva. En tal caso, identificar potenciales amenazas que podría estar sufriendo esta población era prioritario

De más está mencionar que el desconocimiento existente sobre aspectos básicos como distribución, existencia de conflicto humano-félido, eto-ecología y sanidad del puma en las pampas constituía un verdadero escollo para la eventual elaboración e implementación de medidas para la conservación del predador tope de la ecorregion.
En 2010 las investigaciones realizadas dieron lugar a una publicación científica en donde se dio a conocer, no solo la existencia de una población reproductiva de importancia en el sistema de Ventania sino también en el sur de Córdoba al mismo tiempo que se realizó una evaluación del conflicto existente en esas regiones. En 2011 se identificó otra población reproductiva en el sur
de la provincia de santa Fe y noroeste de la provincia de Buenos Aires y para 2014 el mapa de distribución del puma ya incluía unos 60 partidos y departamentos de las provincias citadas.
Nuestros estudios habían puesto en evidencia la existencia de un proceso de recolonización de un área de la que el puma había sido extirpado hacía más de 100 años.
Del 2014 a la fecha se continua recabando información con la finalidad de actualizar el mapa de distribución del puma en la ecorregión y de detectar los “hot spots” de conflicto. Lo que nuestras investigaciones están arrojando es un incremento de registros de pumas, en especial en el sudeste y en el oeste de la provincia de Buenos Aires, siendo preocupante la reciente aparición en los medios de noticias sobre muertes de decenas de ovinos atribuidas a pumas.
A través de estas publicaciones los ganaderos empiezan a ejercer presión para que se revea la
legislación que le otorga protección a la especie, por lo pronto, en la provincia de Buenos Aires.
Por este motivo es fundamental redoblar esfuerzos en pro de la conservación del puma en las pampas, en especial en las áreas calientes de conflicto, poniendo énfasis en actividades de difusión y educación (en 2016 realizamos y empezamos a distribuir el póster “Puma de las pampas”) y concertando reuniones con productores y autoridades para hallar soluciones de mitigación de conflicto.
El objetivo principal del Proyecto será el de incrementar la tolerancia del puma en la región,
colaborando para que se pongan en práctica aquellas intervenciones que posibiliten disminuir la frecuencia y la severidad de los incidentes de depredación y que destaquen el importante rol que tiene el puma como predador tope en la limitación de poblaciones de especies exóticas
y, en algunos casos, de especies nativas cuya desmedida proliferación, por desbalances en los ecosistemas, ocasiona perjuicios al hombre.
Asimismo es prioritario el monitoreo de poblaciones como la del sistema de Ventania y la del sur de Córdoba por considerárselas poblaciones fuente. Es a partir de estas poblaciones que ejemplares jóvenes se dispersan para poblar otras regiones. Por este motivo, al garantizar la “salud” de las poblaciones fuente se incrementan las chances de que los pumas sigan poblando nuestras pampas.

Finalmente debe destacarse que la pérdida de predadores tope, por su rol trascendental en las cadenas tróficas, suele tener graves e imprevisibles consecuencias sobre los ecosistemas y es por este motivo que todo esfuerzo para preservarlos está plenamente justificado.