- Un fármaco para la menopausia que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular y de cáncer de mama y endometrio.
- Antidepresivos que provocan ¡conductas agresivas y tendencias suicidas!
- [ATENCIÓN] Si consume este analgésico de uso habitual tiene un 63% más de probabilidades de morir de forma inesperada.
- Descubra cómo sustituir estos dañinos medicamentos por eficaces soluciones naturales.
En el botiquín de su propia casa puede haber medicamentos que en breve podrían ser retirados del mercado por sus graves efectos adversos para la salud.
Tibolona para la menopausia
La deficiencia de estrógenos en las mujeres postmenopáusicas en ocasiones les causa síntomas como sofocos, sudoración, alteraciones de la libido o cambios de humor. Nada grave, pero sí muy molesto.
Ante el relato de esos síntomas, los médicos tienen a su disposición fármacos que ayudan a sobrellevarlos. Los que contienen tibolona son algunos de los más populares. Si usted está en esa edad, quizá lo tenga en su mesilla (en España se comercializa como Boltín).
Es un medicamento que financia la Seguridad Social y que se prescribe para tratamientos de larga duración.
Pues bien, debe saber que es un fármaco tan cargado de efectos secundarios y riesgos que varias asociaciones de médicos y pacientes llevan tiempo pidiendo su retirada. Los más inquietantes son que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, de cáncer de mama y de cáncer de endometrio. Leer su prospecto (de varias páginas, casi abulta más que la caja) es para echarse a temblar.
Agomelatina, bupropión y otros muchos fármacos para la depresión
Cuando uno está mal porque tiene ansiedad o siente que está deprimido, acudir a la consulta del psiquiatra es el camino más corto… pero puede ser el más peligroso.
Por su formación, para tratar a sus pacientes los psiquiatras se ayudan de potentes (y muy peligrosos) fármacos. La agomelatina (se comercializa con los nombres de Valdoxán y Aglomex) es uno de ellos. Se toma una vez al día antes de acostarse y, mediante la liberación de dopamina y noradrenalina, promete disminuir los síntomas de la depresión. ¡
Pero a qué precio!
Además de aumentar el riesgo de hepatitis y pancreatitis, puede provocar conductas agresivas y tendencias suicidas.
Aliskirén y olmesartán para la hipertensión
La hipertensión es un trastorno en el que las arterias tienen una presión sanguínea persistentemente alta, lo que acaba lesionándolas seriamente.
Cuanto más alta es la tensión arterial, mayor es el riesgo de daño al corazón y a los vasos sanguíneos de órganos como el cerebro, los riñones o la retina.
El aliskirén es un medicamento para la tensión que actúa como inhibidor directo, selectivo y potente de la renina (hormona segregada por el riñón, responsable directa de la hipertensión). Se administra muy fácilmente, pues basta tomar una pastilla al día, siempre a la misma ahora y con una comida ligera. ¿El problema? Aparte del hecho general de que medicarse contra la hipertensión de por vida no tiene sentido cuando es posible controlar la tensión de forma natural, es que el aliskirén en particular causa daños en los riñones.
Tres cuartos de lo mismo ocurre con el olmesartán, un antagonista de la angiotensina II, que es otro medicamento para la hipertensión que causa enteropatías con diarreas crónicas y tos crónica irritativa por edema angioneurótico de la glotis.
Diclofenaco, aceclofenaco, ketoprofeno, piroxicam y floctafenina contra el dolor
¿Cuántas veces nos habrá oído decir que el paracetamol y el ibuprofeno son mucho más peligrosos de lo que parece? Y sin embargo, son dos medicamentos de los que sistemáticamente se abusa.
Son baratos, de venta sin receta y la gente piensa que son completamente seguros. ¿Quién no tiene una caja en casa y echa mano de ella al primer dolor?
Pero no deben tomarse a la ligera. No son medicamentos banales ni inocuos y se toman de forma abusiva. Déjeme darle una pequeña pincelada de sus riesgos:
- Quienes toman paracetamol asiduamente tienen un 63% más de probabilidades de morir de forma inesperada, un 68% más de sufrir un ictus o un infarto y un 50% más de tener una úlcera o sangrado estomacal.
- Si cree que el ibuprofeno es más inofensivo, quítese esa idea de la cabeza. Las evidencias se acumulan. Uno de los últimos estudios, publicado en la revista científica European Heart Journal, concluyó que su consumo aumenta un 31% el riesgo de paro cardíaco.
Y el paracetamol y el ibuprofeno no son los más peligrosos de esta lista…
El celecoxib (que se usa para aliviar el dolor, la sensibilidad, la inflamación y la rigidez ocasionados por la osteoartritis, además de para otros dolores), el etoricoxib (otro antiinflamatorio no esteroideo que se usa sobre todo para la osteoartritis, artritis reumatoide y dolor e inflamación asociados a la artritis gotosa aguda) y el parecoxib (otro analgésico y antiinflamatorio, en este caso inyectable) exponen al paciente a graves riesgos cardiovasculares, entre ellos el infarto y la muerte. ¡No deberían usarse!
Otros medicamentos como el diclofenaco, el aceclofenaco, el ketoprofeno, el piroxicam deberían ser retirados sin más del mercado.
Descongestionantes orales y nasales como efedrina, nafazolina, fenilefrina…
La efedrina es un medicamento de síntesis (aunque su principio activo procede originariamente de una planta). Es estimulante, de composición similar a las anfetaminas. Por vía oral se usa para rinitis, sinusitis, congestión y alergia, entre otros. Como broncodilatador alivia el broncoespasmo, aumenta la capacidad respiratoria, disminuye el volumen pulmonar residual y reduce la resistencia de las vías aéreas… y deja un rosario de efectos secundarios, como cianosis, taquicardia, alucinaciones, hipertensión, temblores y muchos otros.
La fenilefrina es otro medicamento terrible. Se aplica sobre la mucosa nasal, dando lugar a la vasoconstricción de las arteriolas y disminuyendo el contenido de sangre y la inflamación de las mucosas. ¿El efecto? Una sensación de descongestión en las vías nasales potente y casi automática. Pero rápidamente presenta su lado más oscuro, en forma de efecto rebote y causando mareo, insomnio y otros efectos secundarios.
Combinaciones letales
Si multitud de medicamentos son peligrosos por sí mismos, juntos tienen efectos aún más dañinos, pues sus principios activos interactúan entre ellos hasta el punto de que pueden comprometer la vida del paciente.
Algunas de las combinaciones más peligrosas son tomar conjuntamente:
- Analgésicos opioides + relajantes musculares
- Acenocumarol (Sintrom) + aspirina o ibuprofeno
- Betabloqueantes + insulina
- Antiepilépticos + antifúngicos
Estos peligrosos “cócteles” están a la orden del día y cualquiera puede caer en ellos; y más a medida que se van cumpliendo años y se van añadiendo medicinas y más medicinas al botiquín.
¿Cómo es posible que existiendo infinidad de alternativas inocuas sigan prescribiéndose estos fármacos?
Eso mismo nos preguntamos nosotros. Pero además es que ello ocurre con la complicidad de las autoridades sanitarias, de muchos médicos, y farmacéuticos y ante la inocencia de los pacientes.
Es vital buscar alternativas. Y queremos, por su salud y la de los suyos, que usted acceda a otra forma de entender la salud.
Las alternativas
Contra el dolor
Hay infinidad de alternativas naturales e inocuas a los medicamentos analgésicos, que tendrían que ser la primera elección:
- El jengibre es un analgésico excepcional, sobre todo contra los dolores premenstruales y musculares. También es muy útil en caso de migraña y dolores digestivos.
- El sauce blanco contiene salicina, el mismo principio activo que la aspirina. Tiene los efectos analgésicos de la aspirina (e incluso más prolongados) pero sin ninguno de sus efectos adversos, así que es una alternativa fabulosa ante el dolor de leve a moderado.
- El aceite esencial de lavanda es la opción que ofrece la aromaterapia, muy útil por ejemplo para el dolor de las heridas.
- En caso de dolores postoperatorios, la curcumina es asombrosa.
- Y la melatonina es la molécula natural más eficaz contra los dolores neuropáticos.
Contra la congestión
La lista de fármacos descongestionantes que ni usted ni su familia deberían utilizar (y que de hecho deberían retirarse del mercado) es muy larga. Y lo más increíble de todo es que el mundo vegetal ofrece una enorme cantidad de remedios alternativos muy eficaces.
Algunos son muy conocidos desde tiempos inmemoriales, como el eucalipto, el romero o el tomillo.
Otras plantas, menos conocidas por el gran público pero muy usadas por los fitoterapeutas que más saben, hacen auténticas maravillas en caso de congestiones ligadas a gripes, catarros, resfriados o alergias. La violeta, el helenio, el malvavisco, el gordolobo, el llantén, la malva o la salvia, por mencionar solo algunas, tienen usos y aplicaciones de efectos increíbles, y para reforzar el sistema inmunitario son de gran ayuda otras como la equinácea o el astrágalo. (Ver el artículo; las propiedades del astrágalo)
Publicar este artículo es nuestra forma de protestar contra el “monopolio” de la industria farmacéutica y devolver a las personas -a todos y cada uno de nosotros- la verdadera independencia que nuestra salud necesita.
La gente cree que cuando un medicamento está en las farmacias es porque es seguro. Y así debería ser. ¡Pero no es lo que desgraciadamente ocurre!
Medicamentos que demuestran sus fallos… ¡cuando llevan años usándose!
Decenas de medicamentos de uso común, ya aprobados, recetados por los médicos y consumidos por los pacientes, ahora mismo están siendo examinados para reevaluar su seguridad. Constantemente se ajustan y reajustan dosificaciones, se informa de nuevos efectos secundarios, se emiten alertas y, finalmente, algunos se retiran apresuradamente del mercado (o no tan apresuradamente como debería ser) al comprobar sus efectos.
Fue el caso del conocido medicamento Vioxx (un antiinflamatorio retirado del mercado porque triplicaba el riesgo de infarto), de Avandia (un antidiabético también retirado de las farmacias, después de que se demostrara que aumentaba el riesgo cardiovascular) o de Myolastan, de uso frecuente en el tratamiento de contracturas y afecciones traumatológicas. Todos ellos retirados tras años –décadas incluso- de consumo masivo y un reguero de damnificados por sus efectos, en algunos casos letales.
Y, si echamos la vista un poco más atrás, podríamos hablar del pirprofeno, cincofeno, bendazaco, droxicam… y así hasta 22 medicamentos retirados en España en una década tras permanecer en el mercado entre un año… ¡y hasta 35 años en algún caso! La mayoría de ellos por hepatotoxicidad (daños en el hígado, un órgano clave en nuestra salud que debemos proteger al máximo).
Muchos de los medicamentos que le he nombrado más arriba serán sin duda los siguientes de la lista. Usted no debe seguir tomándolos. Adelántese y prescinda de ellos cuanto antes.
Quizá usted esté tranquilo (y no solo eso, sino especialmente satisfecho) cuando su médico le dice que va a prescribirle un medicamento nuevo, de última generación.
Pues no debería estarlo. Déjeme darle un dato aterrador.
Un tercio de los medicamentos que se lanzan al mercado se ven afectados por lo que se llama un “evento de seguridad” posterior. Esto significa que una vez superadas las pruebas de seguridad que permiten ponerlos en el mercado, los pacientes sufren efectos adversos que no habían sido contemplados.
Según un estudio que analizó exhaustivamente los medicamentos aprobados por la FDA (la autoridad sanitaria de Estados Unidos) entre 2001 y 2010, el 32% de los 222 nuevos fármacos causó problemas inesperados. El tiempo medio que había transcurrido desde la aprobación hasta el primer evento fue de 4,2 años.
14/10/2021