El gobernador, Juan Guillermo Zuluaga, denunció que las disidencias impusieron a cada campesino tumbar dos hectáreas de bosque para sembrar coca y a los presidentes de las juntas comunales, cobrar vacunas.
2020/07/08
“Pero hay una baja confianza de los campesinos en la institucionalidad. Esto se debe en gran parte a la falta del cumplimiento de los compromisos de sustitución de cultivos del PNIS, algo que el gobierno debe solucionar para que crean en las alternativas”.
El gobernador destaca un proyecto que está a punto de desaparecer por la ilegalidad. Se trata de una cooperativa en Uribe con 150 reincorporados de las Farc, quienes en una finca de 300 hectáreas dieron marcha a actividades apícolas, turismo, ganadería doble propósito y sembraron soya (soja) y maíz. “Pero las disidencias los sacaron de la zona y se fueron para Bogotá o Mesetas porque no quisieron volver a coger las armas”.
Ni la lluvia detiene la tala
Durante los últimos días de confinamiento por la pandemia del coronavirus, el departamento del Meta ha estado dominado por el agua. Doce municipios padecen por inundaciones y desbordamientos de los ríos. Seis ya declararon calamidad pública. Adicionalmente, dos vías nacionales están en riesgo.
La motosierra tiende a frenar su acción durante la época de invierno en Colombia, un panorama que no sucede ahora en el sur del territorio. Zuluaga reveló que las mafias come bosques no han parado de talar a pesar de los fuertes aguaceros, ya que continúan sembrando coca y sacando la droga por los principales corredores fluviales.
“El corredor de la droga está conformado por los ríos Guayabero, Guaviare, Vichada y Orinoco. Todo es llevado a Venezuela, donde los aliados estratégicos la comercializan. Esto demuestra que el Cartel de los Soles no es ninguna ciencia ficción. En invierno es cuando más aprovechan los corredores y por eso piden insistentemente la salida del Ejército”.
El gobernador considera necesario un fortalecimiento y empoderamiento de la fuerza pública y el control total del Estado en cuatro puntos: Puerto Cachicamo, frontera entre Guaviare y Meta y uno de los corredores de los bandidos, donde el Ejército tiene planeada una base militar; el Alto del Avión en Vista Hermosa; La Julia en Uribe; y San Juan de Lozada en límites con Caquetá.
“La presencia total del Ejército es el único mecanismo para doblegar o dar de baja a los bandidos. Hace mes y medio, 11 voceros de La Macarena, presionados por las mafias, me citaron en Tres Esquinas para que hiciera salir al Ejército, y como me opuse casi me linchan. El control territorial nos permitirá a las instituciones llegar al territorio”.
La motosierra en Colombia no ha encontrado un enemigo de peso. Foto: Rodrigo Botero.
Visibilizar a los bandidos
De acuerdo con Zuluaga, la disidencia de Gentil Duarte tiene sometidos a los campesinos del sur del Meta y Guaviare y en grandes aprietos a los bosques amazónicos, un poder que, según el mandatario, necesita ser desarticulado visibilizando su accionar cada vez más.
“Necesitamos amarrarnos los pantalones. Gentil Duarte tenía prohibido que alguien dijera su nombre, pero debemos seguir visibilizando sus acciones ante la opinión pública. Quería pasar de agache mientras se rearmaba, reclutaba y sembraba, pero hoy en día el ministerio de Defensa puso una recompensa de hasta de 2.100 millones de pesos (501.627 €) por su cabeza”.
Otros cabecillas buscadas en el Meta son Néstor Vera (Iván Mordisco), Alexander Díaz (Calarcá), Eulices Hernández (Alirio Mata Vaca), Rolan Torres (Boyaco), Wilson Valencia (Maneto) y Yeison Camacho (Negro Pipe).
El gobernador indicó que los bosques del Meta no padecen por cultivos ilegales de palma o eucalipto sino por la ganadería, motor que utilizan las mafias para tumbar bosque y cultivar coca.
“Algunos de los ganaderos que hacen presencia en la zona son parte de las disidencias y pagan millonadas a los campesinos para la tumba y quema. Ellos son los que llegan a la región a pagar cinco millones de pesos por una hectárea de bosque, un brazo financiero que sólo puede hacer un cartel”.
Apoyo en armas
Esta semana se conoció un panfleto que las disidencias les hicieron llegar a las comunidades del sur del Meta, firmado por la comisión Jhon Linares del frente comandante Jorge Suárez Bruceño Farc-EP, donde el grupo armado residual hace un llamado a los campesinos para construir una nueva Colombia.
“Queremos denunciar los desastrosos planes del imperialismo norteamericano encabezado por Donald Trump y ejecutados por el lacayo Gobierno de Colombia que presiden Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque, quienes pretenden despojar de sus tierras a los colonos de las zonas a las que se han visto obligados llegar debido al histórico problema de la tierra con el pretexto de cuidar la selva”, cita el comunicado.
El documento de dos páginas informa que en municipios como Vista Hermosa, Puerto Rico y Puerto Concordia, y más exactamente en la ribera del río Guayabero en Meta y El Retorno en Guaviare, “se desarrolla un gigantesco operativo de las fuerzas militares con el fin de erradicar los cultivos, única fuente de ingresos a la que pueden optar los campesinos”.
Parches de bosque talado en los Parques Naturales del Meta. Foto: Rodrigo Botero.
La disidencia responsabiliza al ICA y al Fondo Nacional Ganadero de no querer cumplir con el ciclo de vacunación en las veredas del sector del Guayabero medio, adscritas al municipio de La Macarena, argumentando que la guerrilla no deja entrar a los vacunadores.
El panfleto también insta a los campesinos a seguir luchando contra el Gobierno y pone a su disposición el arsenal armado del grupo residual.
Para Zuluga, esto indica que las disidencias sienten la presión del Estado. “Si el marrano chilla es porque le aprieta el lazo. Las disidencias sienten que los están limitando al no contar con las guías sanitarias de movilización para la ganadería del sector”.
Caquetá, Meta y Guaviare son los departamentos más deforestados en Colombia. Foto: Jhon Barros.
¿Plata a la basura?
Países como Noruega, Reino Unido y Alemania le han desembolsado importantes recursos al Gobierno nacional para que continúe con su lucha contra la deforestación, un mecanismo de cooperación internacional por pago de resultados que Zuluaga no ve con buenos ojos.
“Eso ha sido un fracaso. Tanta plata invertida, tanto nacional como internacional, y la deforestación sigue campeando como si nada. No hemos logrado contenerla y los resultados no se ven. La cifra de 22.000 hectáreas arrasadas este año en Meta indica que algo está fallando”.
La llegada de una carretera a la selva en catastrófica para los bosques. Foto: Jhon Barros.
La relación del gobernador con Visión Amazonia, programa del Ministerio de Ambiente para poner en marcha actividades sostenibles con las comunidades, no es la ideal.
“No hemos tenido mucha articulación, en especial durante los últimos cuatro meses de la pandemia. La Macarena debe ser un polo de desarrollo sostenible para el mundo, pero con el coronavirus todo esto se distrajo. Aspiro a tener una mejor comunicación con Visión Amazonia para tener buenos resultados”.
El Gobierno del presidente Iván Duque se trazó la meta de reverdecer al país con más de 180 millones de árboles, una hazaña ambiental en la que el departamento del Meta contribuirá con alrededor de cuatro millones de árboles.
El sur del Meta alberga ecosistemas de suma importancia para el equilibrio ambiental planetario. Foto: Jhon Barros.
“En alianza con el Ministerio de Ambiente y Cormacarena construiremos el vivero más grande del departamento en el municipio de La Macarena, un predio donde antes estaban los secuestrados y que hoy es del Ejército”, dijo Zuluaga.
Sumando a esto, la Gobernación aseguró que sembró 6.000 árboles en una antigua zona de campos minados en Vista Hermosa, 16 hectáreas equivalentes a 16 canchas de fútbol profesional. “Es un espacio donde las comunidades sufrieron el flagelo de la guerra y donde se han encontrado y destruido 258 minas tras la firma del proceso de paz”.
Mafias pagan 5 millones de pesos por hectárea deforestada en el Meta (semana.com)
17/12/2020
1 Comment
Rubén Torres
1 año agoEsas 500.000 cabezas de ganado que se encuentran en el municipio de La Macarena son incompatibles con cualquier proyecto sostenible. La realidad es que la leche de cualquier animal que no sea la de mujer, los bebés no la necesitan. Por lo tanto, criar ganado no compensa el daño ambiental que ocasiona al planeta.
Por otro lado ¿cuántos años lleva Colombia luchando contra el narcotráfico? ¿Cuánto dinero y muertes se ha llevado esa lucha? Parece que los métodos empleados no dan buen resultado. Me pregunto ¿y si el Gobierno colombiano hiciera un pacto con los narcos? Un ejemplo sería; ustedes vuelven a reforestar los 16 parques naturales como: Nukak, Sierra de la Macarena, Paya, Tinigua, Farallones, etc. que han destruido para sembrar plantas de coca, marihuana y adormidera y nosotros les dejamos sembrar coca fuera de la selva. De esta forma, al firmar una tregua, los operativos en vez de perseguir a los narcos arriesgando sus vidas, podrían dedicarse a reforestar las miles de hectáreas calcinadas. Pues el planeta no está para perder el tiempo en jugar a ladrones y policías. Hay que dedicarse en serio a impedir que suba la temperatura. Pues está visto que luchar contra la cocaína solo ha conseguido muertes humanas y mucha destrucción de selvas que jamás volverán a su estado inicial.