El plástico está en todas partes. Se encuentra en el agua de los océanos, en los basureros, en los supermercados, en alimentos e incluso dentro de nuestros cuerpos. Las estimaciones sobre su descomposición varían entre 450 años y por siempre. Vea su impacto en una completa infografía.
2018/12/11
Se calcula que existe cinco billones de fragmentos de plástico flotando en los océanos. Foto: archivo/Semana.
El 90% de la sal de mesa contiene microplásticos. Además, los mejillones, los mariscos y el pescado, como sardinas y bacalao, también contienen un alto porcentaje de microfibras de este material.
En 2015 se generaron 6.900 toneladas de desechos plásticos, de los cuales solamente el 9% se recicló, el 12% se incineró y el resto se acumuló en basureros y en el medioambiente.
Se ha encontrado microplástico en el interior de aves, peces y ballenas, también en las heces de personas. Las consecuencias en la salud humana están por investigar.
En el mundo se venden alrededor de un millón de envases plásticos de bebidas cada minuto. El 40% de plástico producido para recipientes se usa una sola vez.
Se calcula que hay 5 billones de fragmentos de plástico flotando en los océanos.
Además, gracias a la acción de las corrientes, los desechos suelen acumularse en giros oceánicos que forman “islas” de basura. Estas superficies, en los casos más grandes pueden tener 2.5 millones de kilómetros cuadrados, eso es más de dos veces el área total de Colombia.
El 8% de la producción total del petroleo es necesario para fabricar plástico y para generar la energía necesaria para su elaboración. Se prevé que para el 2050, el 20 % de la producción de petróleo tenga estos usos.
448 millones de toneladas de plástico se produjeron en 2015, mientras que en 1950 la producción fue de 2,3 millones.
Un mundo de plástico (semana.com)
I8/12/2020
1 Comment
Rubén Torres
1 año agoLa educación, campañas de sensibilización, concienciación para que la gente no arroje la basura al suelo o al mar no surte el efecto esperado. En Europa los ayuntamientos han tenido el acierto de distribuir miles de contenedores por todo el país. Pero la gente cerda e incívica es reacia a contribuir con el bienestar común y se niega a reciclar su basura. Por desgracia todavía hay cientos de personas que la basura la dejan al lado de esos contenedores, ni siquiera se molestan en echarla dentro. Lo peor es que la tendencia es de ir en aumento si no hacemos algo con nuestros presidentes.
Ante ese despropósito no queda otra que tomar decisiones más contundentes.
Como ocurre ante cualquier otro problema, lo primero que se debe hacer es encontrar el origen, después buscar las posibles soluciones. En la mayoría de los casos tienen un origen común; la gente con el poder de decidir qué se hace o no. Los alcaldes, ministros y gobernadores incompetentes son los que lo deciden todo. Todos ellos ya han demostrado lo que saben hacer (empeorar los problemas en vez de solucionarlos), es hora que los reemplacen los que sí saben lo que se debe hacer.
Por desgracia, la creencia popular y arraigada de creer que la democracia es la solución, paraliza cualquier posibilidad de mejorar cualquier problema. Unos votantes neófitos son muy perjudícales para cambiar a los dirigentes ineptos. Llevamos décadas con la democracia y los problemas se agravan día a día. La solución es una dictadura dirigida por personas resolutivas competentes.
El plástico ha contribuido muchísimo en hacernos la vida más fácil. El problema no es cómo gestionarlo ni cómo eliminarlo. El plástico se puede reciclar muchas veces, se puede extraer combustible de él y se puede destruir definitivamente con hornos especiales. Pero para eso se tiene que tener voluntad de querer hacerlo. El problema está en las personas que les importa un bledo el medioambiente, no quieren reciclar, o lo vierten en el contenedor incorrecto, traen mezclada la basura desde casa o lo lanzan al suelo directamente. La que no es recogida por los por operarios municipales es arrastrada la lluvia y van a parar al río o al mar.
Quizá, si la gente en vez de ver el plástico como un residuo que hay que desprenderse de él, lo viese como un potencial negocio no lo tiraría y posiblemente recogería los que se encontrara. Como he mencionado antes, el plástico se puede convertir en combustible.
Existe una máquina que lo convierte en tres tipos de combustibles; gasolina, gasoil y queroseno. Para ello posee un selector. Aproximadamente se consigue un litro por cada kilo de plástico. También se debe permitir la venta de esos combustibles. De esta forma se generaría unos ingresos extras. Si esto no los convence habrá que tomar medidas más contundentes; una sanción de 45.000 pesos por cada gramo de basura que no se coloque dentro del contenedor adecuado. Por supuesto los ayuntamientos deben distribuir suficientes contenedores como para facilitar el reciclaje a los ciudadanos.
Felicito a todos los voluntarios que hayan colaborado en la recogida de basura en el campo, playas, lagos, ríos, etc. pero lo encuentro injusto. Habiendo tantos cerdos y tanta gente en prisión viviendo del cuento, y tanta gente que tiene deudas con el estado, y como se han declarado insolventes se libran de pagar, pues todos ellos deberían ser los que se encargaran de recoger toda esa basura, tanto en tierra como en los ríos y en las playas. A los que están cumpliendo condena se podría conmutar las penas por trabajo, por ejemplo; 5 días trabajados por tres días de permiso para que puedan visitar a sus seres queridos. Pues las Juntas de Tratamiento suelen ser muy reacias en dar informes favorables a los jueces para que éstos concedan permisos a los presos.
Como es imposible tener un policía que vigile a cada ciudadano, no lo sería si el alcalde estableciera una recompensa por filmar las acciones incívicas, así se multiplicaría muchísimo la vigilancia y de paso, se ayudaría a la gente con escasos recursos económicos.