12/08/2020
El proyecto de I+D+i que la Asociación Ria viene desarrollando desde hace años con el apoyo del Ayuntamiento de Camargo para descontaminar los sedimentos de la ría del Carmen y Boo a través del carrizo, entrará en 2021 en una nueva fase, en la que el colectivo pretende testar y aplicar in situ en la propia ría las tecnológicas de fitoestabilización y rizofiltración que ha desarrollado aprovechando el potencial descontaminante de esta planta autóctona, para después plantear un proyecto a mayor escala en el año 2022.
La alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, y el portavoz de Ria, Diego Cicero, han presentado este miércoles los avances del proyecto en las huertas municipales de Revilla, donde el colectivo está llevando a cabo actualmente nuevos experimentos cuyos resultados se esperan obtener en otoño, y que constituirán la base científica para la siguiente fase que tiene previsto realizar en la propia ría el próximo año 2021, mediante la prueba de prototipos a pequeña escala.
El objetivo último del proyecto es la descontaminación de las 160 hectáreas de sedimento contaminado de la ría, un millón de metros cúbicos que se extienden desde los institutos de Revilla hasta la desembocadura en Equipos Nucleares, con una lista «bastante larga de contaminantes pesados» que en algunos casos siguen llegando a día de hoy a la ría.
Bolado ha destacado la «magnitud» de estos estudios desarrollados por la Asociación RIA, con la financiación del Ayuntamiento de Camargo, que van a permitir que «si todo va según lo previsto, la utilización del carrizo como herramienta de succión» pueda realizarse «en breve», lo que puede hacer posible «que en el año 2021 esta planta pueda estar ya sobre el propio terreno», es decir, el lugar «donde comenzó este proyecto, que es en la propia Ría del Carmen».
La regidora ha subrayado que para el Ayuntamiento de Camargo este paso va a constituir «un antes y un después en el futuro de nuestra ría» y sobre todo «un presente, porque va a ser una realidad».
Diego Cicero, por su parte, ha mostrado su confianza en que una vez que sean testadas en la ría a mediados del año que viene las tecnologías sobre las que están trabajando, los resultados que se obtengan permitan para 2022 «plantear un proyecto a gran escala».
Para llegar a ese punto, los experimentos que están realizando actualmente suponen pasar de la fase de investigación efectuada hasta la fecha a la fase de desarrollo e innovación del proyecto, dado que ahora están estudiando «técnicas para saber cómo aplicar in situ» la capacidad que tiene el carrizo para el tratamiento de «sedimentos estuáricos contaminados por metales pesados».
En la fase de estudio previa a aplicar el carrizo en la ría, los integrantes de la Asociación RIA han fabricado unas urnas de cristal opaco denominadas rizotrones en las que se reproducen las condiciones naturales de la ría. En estas urnas se está estudiando el rendimiento que tiene el carrizo para la absorción de metales pesados y compuestos orgánicos persistentes como los presentes en la ría.
A través de este sistema, desde la Asociación RIA pueden monitorizar el desarrollo de las raíces de las plantas y las interacciones entre éstas y los sedimentos y el agua, así como registrar estos procesos en fotografía y vídeo.
Durante sus investigaciones han comprobado la capacidad del carrizo de cohesionar los sedimentos en sustratos sólidos y estables, lo que evitaría que dichos contaminantes «se dispersen» en el agua cuando haya una mínima perturbación, así como la capacidad de esta planta de acumular los contaminantes en sus raíces y limitar el paso de dichos contaminantes «a su parte aérea, como tallos y hojas».
Dos técnicas principales
Estas dos capacidades del carrizo se traducirían, a su vez, en dos maneras de alcanzar la remediación de los contaminantes de la ría en función de la técnica que se aplique, ya sea fitoestabilización o la rizofiltración. «Se trata ahora de determinar cuál de ellas, o en combinación, se podría aplicar en el medio real», ha detallado Cicero.
En el caso de la primera, consistiría en plantar los carrizos en el sedimento en una técnica de «ingeniería ecológica» creando marismas para «confinar el sedimento», ya que requeriría una reubicación de los sedimentos contaminados en zonas ribereñas mediante depósitos «naturales y seguros», generando a su vez «ecosistemas de alto valor ecológico» con la parte superior «inocua» para los seres vivos.
En cuanto a la rizofiltración, se trata una técnica de filtrado del agua mediante las raíces del carrizo, y requeriría «dragar el sedimento y tratarlo en balsas fuera de la ría», lo que podría servir también como un «método innovador de creación de barreras anticontaminación para evitar la dispersión de contaminantes».
Igualmente, han analizado el comportamiento de la planta en función de la salinidad de las aguas, y los estudios preliminares revelan que el carrizo se va a poder utilizar a lo largo de toda la ría.
No obstante, para ciertas zonas que puedan presentar una salinidad excesiva por la evaporación de las aguas, han incorporado al proyecto otra especie autóctona propia de las marismas cantábricas, como es la verdolaga marina.
Se trata de una planta más tolerante a la salinidad, que constituiría un plan alternativo para aquellas «cubetas hipersalinas» donde el carrizo no pudiera desarrollarse.
A todo ello, se suma el estudio que están realizando para analizar la aceleración del desarrollo de las plantas variando el espacio disponible para su crecimiento, así como modificando la densidad de la plantación inicial.
Financiación
Cicero ha destacado el apoyo «desde sus inicios» del Ayuntamiento de Camargo al proyecto –50.000 euros anuales desde su comienzo en 2012-, algo que constituye «un caso completamente excepcional», como han podido comprobar en los congresos internacionales a los que han ido a exponer sus resultados científicos, en los que eran la «única» entidad de sus características con un proyecto financiado por una entidad local.
También ha indicado que acometer la descontaminación de las 160 hectáreas de sedimento contaminado de la ría –un millón de metros cúbicos acumulados desde los institutos de Revilla hasta la desembocadura de la ría en Equipos Nucleares, con una lista «bastante larga de contaminantes pesados»- requerirá «una inversión importante», si bien con las técnicas que están investigando será una inversión «mucho menor» que con técnicas convencionales que sería «prácticamente inviable».
Por ello, ha avanzado que el objetivo de la Asociación RIA es concurrir a ayudas europeas que puedan cofinanciar el proyecto de descontaminación y ayudar tanto al Ayuntamiento de Camargo como al Gobierno de Cantabria, que también ha mostrado su compromiso de apoyar la ejecución del proyecto.
3/10/2020
1 Comment
Rubén Torres
2 años agoLa idea de usar platas para descontaminar es vieja. Hubiese sido usar la prevención en vez de intentar descontaminar las rías. ¿Nadie ha pensado en las bacterias EM? Serían de una gran ayuda para esa tarea.
Concurrir a ayudas europeas que puedan cofinanciar el proyecto de descontaminación y ayudar tanto al Ayuntamiento de Camargo como al Gobierno de Cantabria.
R. La idea de solicitar dinero al resto de Europa para que paguen ellos nuestros errores lo veo abusiva.
Los ecologistas llevamos varias décadas pidiendo que dejen de verter desechos contaminantes y no nos hicieron caso, por lo tanto la culpa no es de La comunidad Europea que se sigan vertiendo. ¿Dónde quedó eso de; el que contamina paga? Pues eso, pedirles a los que han contaminado que arreglen todo lo que han deteriorado.