La presidenta Armengol, el conseller Mir y el alcalde de Palma se reúnen con la vicepresidenta Ribera para formalizar las condiciones del pacto.
El Govern y el Ajuntament de Palma han cerrado un acuerdo clave con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que permitirá financiar la nueva depuradora de Palma. La presidenta del Govern, Francina Armengol, el conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, el alcalde de Palma, José Hila, y el presidente de EMAYA, Ramón Perpinyà, se han reunido este viernes con la vicepresidenta Teresa Ribera, con quien han acordado que la nueva infraestructura será financiada en un 80% por el ministerio a través de fondos europeos y en un 20% por el Govern a partir del canon de saneamiento.
El acuerdo, que se formalizará en un convenio que EMAYA y la sociedad mercantil ACUAES, dependiente del ministerio, aprobarán a sus consejos de administración durante el mes de mayo, implica resolver una problemática histórica, como son los vertidos en el mar, y es la inversión más importante que el Estado hará en la ciudad de Palma en décadas, con un presupuesto total de 131 millones de euros.
La presidenta Armengol ha destacado después de la reunión que este acuerdo llega gracias a “mucho tiempo trabajando conjuntamente” y ha celebrado que la colaboración interinstitucional permita llegar a un acuerdo sobre “la financiación de una infraestructura que es fundamental para las Balears y para Palma”.
Por su parte, el conseller de Medio Ambiente ha destacado que “el compromiso del Govern de les Illes Balears con los problemas de saneamiento de Palma ha sido constante y prueba de eso es la firma, en 2017, de un protocolo de inversiones, renovado en 2019, gracias al cual el canon de saneamiento ya ha propiciado inversiones por un valor de 91 millones de euros, a los que ahora hay que sumar el 20% de la nueva depuradora”.
El anteproyecto de la nueva depuradora ya está redactado y está pendiente de recibir la Declaración de Impacto Ambiental para poder salir a licitación y empezar las obras, un trámite que en principio quedará resuelto este mes. Según las previsiones de ACUAES, que es el organismo que está gestionando la nueva infraestructura, la adjudicación del proyecto podría hacerse este año y las obras podrían empezar en 2023.
Con esta nueva depuradora se evitarán los problemas de vertidos a la bahía de Palma que actualmente se producen por una infraestructura técnicamente obsoleta y que no está adaptada a las dimensiones poblacionales de la ciudad ni de su población flotante. Además, supondrá una gestión más eficiente del agua, que se suma a otras inversiones hechas por Emaya gracias al canon de saneamiento en los últimos años, que permitirán reducir hasta en un 90% la contaminación de las aguas fecales que van a parar al mar cuando hay lluvias intensas.
Entre el 2020 y el 2023, Palma habrá recibido por parte del Govern más de 57 millones de euros a través del canon de saneamiento, que se retomó la pasada legislatura después de dejarse de pagar en 2009. Con el primer convenio, el 2017, el Ajuntament recibió cerca de 34 millones de euros.
40 millones de euros en torrentes y biodiversidad
Por otro lado, durante la reunión el Govern y el Ministerio han acordado también la inversión, por parte del Ejecutivo del Estado, de 40 millones de euros destinados a la protección de la biodiversidad y el mantenimiento y cuidado de los torrentes en las Balears. Ahora, la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio redactarán un convenio para definir cómo se hará esta aportación y trabajarán de manera conjunta para establecer cuáles son las actuaciones que se financiarán con este dinero.
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoDe nuevo podemos comprobar que no se ha buscado el principal origen del problema, tan solo se buscan paliativos.
Cualquier persona avispada sabe que las islas disponen de un territorio muy limitado, pues dependen se su extensión habitable. Dicho esto el número de habitantes será acorde con el terreno disponible, por lo tanto, si tenemos en cuenta que hay que dejar intacto las 2/3 partes, pues hay que prever que hay que usar una parte para cultivar, para hacer fábricas y para construir viviendas. Por supuestos éstas no podrán tener menos de 5 plantas de altura.
Dicho esto, si los que gobiernan las islas no lo han respetado, deberían ser fusilados inmediatamente por incompetentes.
Por otro lado, es común entre los políticos corruptos inflar los presupuestos, que dirigido por otras personas honestas el presupuesto sería muy inferior. Pues entre otras cosas se autorizaría residir a un número adecuado de gente al tamaño de las islas, por lo tanto el tamaño de la depuradora será acorde con esa cantidad de gente. Y por último, se utilizaría personal que están cobrando una pensión o algún tipo de ayuda para ejercer de mano de obra barata para construirla. Con lo cual se reduciría bastante esa construcción.