- ►Datos de Somalia:
Ciudad principal (hab.): Mogadiscio, T579.041 (2010) e.
Composición étnica (%): somalíes, 85; bantúes y otros, 15 (incluidos árabes). Alfabetismo'(%): 37,8 (Fte. CÍA, 2001). Religión (%): n.d. Musulmanes suní.
Crecimiento demográfico (tasa media) (%): 1,60 (2011).
Densidad (hab./km2): 15,56 (2011).
Fecundidad (número de hijos por mujer): 6,35 (2011).
Esperanza de vida (años): hombres, 48,49; mujeres, 52,37 (2011).
Tasa de natalidad: 42,71 nacimientos por 1.000 hab. (2011).
Mortalidad infantil: 105,56 por 1.000 nacimientos (2011).
índice de Desarrollo Humano (entre O y 1): n.d.
Acceso a fuentes de agua potable (%): 29 (2010).
Moneda (tipo de cambio, chelines somalíes por USD): 1 chelín somalí = 0.00060 USD may. de 2011).
Tasa de inflación (%): n.d.
Deuda pública externa (USD): 3.000 millones (2001)e. PIB (USD): 5.896 millones (2010). PIB per cepita (USD):600(2010)e.
Crecimiento del PIB (%): 2,6 (2010).
Desempleo (%): n.d. Industria: refinado de azúcar, textiles.
Agricultura: azúcar, maíz, plátano, fríjol y coco. Ganadería: ovinos, caprinos y bovinos.
Exportaciones (USD): 300 millones f.o.b. Importaciones (USD): 798 millones f.o.b. (2006).
Productos de exportación: ganado, banano, carbón, pescado
Productos de importación: manufacturas, productos del petróleo, materiales de construcción.
Somalia se independizó en 1960, cuando se retiraron los ingleses y los italianos, quienes la habían invadido en 1941.
El país adoptó un régimen parlamentario hasta 1969, año en que ocurrió el golpe de Estado de Siad Barre, quien proclamó la República Democrática en 1970.
La guerra contra Etiopía, en 1976, y el aumento de los precios del petróleo llevaron al país al colapso económico.
En 1980 se decretó un estado de emergencia y se instauró el Consejo Revolucionario Supremo.
Mujeres y niños son las principales víctimas de un conflicto en el que los hechos violentos superan la capacidad de comprensión humana.
En junio de 2011, el Ministro del Interior murió en un atentado suicida cometido por su propia sobrina.
La ferocidad del conflicto que se vive en Somalia desde hace más de dos décadas ha llegado a niveles tan extremos que, en 2011, el país africano superó a Afganistán como el más violento, entre los 152 analizados en el índice Global de Paz 2011.
La violencia encarnizada toma forma inaudita y se ensaña contra los más frágiles, en un territorio cercenado, donde cada región es dominada por un señor de la guerra, que comanda ejércitos privados fuertemente armados ejerciendo el control social y aliándose para enfrentar al débil gobierno de transición, instaurado desde 1991.
En junio de 2011, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –UNICEF– denunció que en Somalia las víctimas más frecuentes de la guerra son los niños.
Imagen de un doble ataque con camiones bombas en Mogadiscio con más de 230 muertos
Solo en mayo de ese año, más de 700 ingresaron a hospitales de la capital, Mogadiscio, con heridas de guerra.
De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de niños menores de cinco años que sufrieron heridas en Mogadiscio llegó al 46 por ciento en ese mes.
Las principales causas de mortalidad entre la población infantil de esa ciudad son quemaduras, heridas en el pecho y hemorragias internas, producidas por explosiones, balas de metralla.
Pero la violencia de la guerra genera peligro no solo en la población masculina somalí: las condiciones de miseria ocasionadas por el conflicto ponen en peligro también la vida de las mujeres.
Según un estudio publicado por la fundación Thomas Reuters en 2011, Somalia es el quinto país más peligroso para las mujeres, debido a las violaciones que se efectúan durante los ataques de grupos rebeldes y agentes del Estado contra las poblaciones, a la cuestionada tradición de la ablación genital y, sobre todo, a la muerte durante el parto.
El río revuelto del conflicto Somalí ha servido para que el terrorismo internacional se camufle entre los rebeldes islámicos de la población.
Por eso el país es uno de los bastiones de la red terrorista Al Qaeda, que colabora con la milicia radical islámica de Al Shabaab, cuyo objetivo es derrocar al Gobierno transitorio y establecer un estado musulmán de corte wahabí.
Uno de los hechos más graves de la guerra ocurrió el 10 de junio de 2011, cuando el ministro del Interior, Abdishakur Sheikh Hassan, murió en un atentado suicida que se produjo en su casa en Mogadiscio.
Según los medios de información del país, su propia sobrina hizo explotar la bomba que llevaba sujeta al cuerpo en la habitación del ministro, tras entrar en la residencia sin ser registrada por los guardias de seguridad, que la identificaron como un miembro de la familia, por lo que le dieron acceso franco».
Dos días después, la Policía Somalí mató a Fazul Abdullah Mohamed, líder de Al Qaeda, acusado de ser el organizador de los atentados de 1998 contra las embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania.
Con esta acción, el gobierno confió en disminuir la capacidad violenta de este grupo y de sus aliados nacionales de Al Shabaab.
Este país africano, en ebullición, tampoco se salvó de la llegada de la primavera árabe.
Desde mediados de mayo de 2011 comenzaron las protestas de jóvenes que pedían la permanencia del Primer Ministro, Mohamed Abdullahi Mohamed.
En un acuerdo avalado por la ONU y el Gobierno de Uganda, el presidente del Gobierno Transitorio, Sharif Sheikh Ahmed, y el jefe de la Cámara, Sharif Hassan Sheikh Adán, decidieron que el funcionario debía abandonar el cargo.
Mohamed dijo que no dimitiría y pidió no sólo respetar la voz del pueblo, sino revisar el acuerdo.
Fuente Consultada: Almanaque Mundial 2012 Edición 58
https://historiaybiografias.com/somalia/
5/11/2021