Estudiantes descubren un hongo que degrada plástico
19 diciembre, 2014
Por Alejandra Martins
Los alumnos, del departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, realizan como parte de su curso trabajo de campo en la selva amazónica, donde recolectan organismos endofitos: hongos o bacterias que viven al menos parte de su vida en simbiosis en los tejidos de las plantas sin causar enfermedad.
Pria Anand, una de las estudiantes, decidió investigar si los endofitos que había recogido en Ecuador en 2008 registraban actividad biológica en presencia del plástico.
Luego de la graduación de Anand otros estudiantes continuaron la búsqueda. Jeffrey Huang investigó la capacidad de los organismos para romper enlaces químicos.
Jonathan Russell, por su parte, identificó las enzimas más eficientes en la descomposición de poliuretano, un plástico utilizado ampliamente en la elaboración de fibras sintéticas, piezas para aparatos electrónicos y espumas para aislamiento térmico.
«Cada estudiante recolectó muestras de plantas en torno a un tema específico, por ejemplo, plantas con usos medicinales como antibióticos etc. Elegimos plantas identificadas con la ayuda del botánico Percy Nuñez, también autor del estudio, quien es experto en las regiones costeras y amazónicas de Ecuador», dijo Russell a BBC Mundo.
Russell observó un día que parte del plástico en uno de los llamados platos de Petri (utilizados para cultivos en el laboratorio) había desaparecido.
Lo que los estudiantes habían descubierto es que el hongo denominado Pestalotiopsis microspora puede degradar plástico. Varias especies de hongos pueden descomponer plástico al menos parcialmente, pero Pestalotiopsis es el único que puede hacerlo sin presencia de oxígeno, algo fundamental para futuras aplicaciones en vertederos.
Paso modesto
«Este descubrimiento muestra que pueden suceder cosas maravillosas cuando alentamos la creatividad de los estudiantes», dijo Kaury Lucera, profesora del departamento de Biología Molecular de la Universidad de Yale.
El uso de toneladas de plástico y las dificultades para reciclarlo son un gran desafío para la ciencia.
Las bolsas de plástico se utilizan muchas veces por sólo unos minutos –el tiempo que lleva llegar del supermercado a la casa- pero pueden tardar cientos de años en descomponerse. Muchas acaban en el mar, donde son ingeridas fatalmente por aves marinas.
Pero transformar un hallazgo del laboratorio en una herramienta de escala industrial puede ser un largo proceso. Russell advierte que el descubrimiento de los estudiantes de Yale no es una solución mágica, sino un paso modesto hacia una meta importante.
Un nuevo grupo de estudiantes está analizando si endofitos recolectados en viajes recientes a la Amazonia pueden ser utilizados para descomponer plásticos aún más difíciles de degradar como el poliestireno.
«Espero que este proyecto inspire a otros estudiantes a inventar sus propios mecanismos o utilizar los que desarrollamos nosotros para encontrar organismos que degradan polímeros. No hacen falta muchos recursos o equipo para diseñar un experimento simple y poderoso en ciencia», dijo Russell a BBC Mundo.
«¡Cualquiera puede ser un científico si enfoca su mentecon ese propósito!».
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Applied and Environmental Microbiology. Las expediciones a la selva fueron financiadas por el Instituto Médico Howard Hughes.
Ecoportal.net
BBC
Estudiantes descubren un hongo que degrada plástico – EcoPortal.net
27/12/2020
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoPlatos de Petri
R. No se llaman platos de Petri, son placas Petri
La basura de los vertederos se pueden eliminar en hornos especiales que en pocas horas lo consiguen.
El uso de toneladas de plástico y las dificultades para reciclarlo son un gran desafío para la ciencia.
R. No es tan difícil deshacerse de la basura. Lo difícil es tener las ganas de hacerlo.
Las bolsas de plástico se utilizan muchas veces por sólo unos minutos –el tiempo que lleva llegar del supermercado a la casa- pero pueden tardar cientos de años en descomponerse.
R. Si las metes en la máquina que convierte el plástico en combustible, en tres horas desaparecen. Y encima ganas pasta vendiéndolo, o te ahorras de pagar el combustible para tu buga.
Muchas acaban en el mar, donde son ingeridas fatalmente por aves marinas.
R. Las aves marinas no se las comen, son las tortugas y algunos cetáceos los perjudicados.
Un nuevo grupo de estudiantes está analizando si endofitos recolectados en viajes recientes a la Amazonia pueden ser utilizados para descomponer plásticos aún más difíciles de degradar como el poliestireno.
R. Hace varios años que se descubrió que las zophobas y tenebrios se lo comen. También el proyecto Life EPS-SURE ha culminado con éxito un innovador proceso de reciclado al transformar el poliestireno expandido (EPS), en nuevos envases de PS aptos para contacto con alimentos.
Los estudiantes deberían centrarse en convencer a todo el mundo a que recicle el 100% de la basura. El tema de los plásticos ya está solventado.
El uso de toneladas de plástico y las dificultades para reciclarlo son un gran desafío para la ciencia.
R. ¡Qué desafío ni qué leches! Hace muchos años que el plástico se puede convertir en combustible en tres horas
Las bolsas de plástico se utilizan muchas veces por sólo unos minutos –el tiempo que lleva llegar del supermercado a la casa- pero pueden tardar cientos de años en descomponerse. Muchas acaban en el mar, donde son ingeridas fatalmente por aves marinas.
R. Es cierto que si las bolsas se dejan al aire libre tardan muchos años en degradarse, pero para eso inventamos el reciclaje, que en unos minutos lo convertimos en objetos para usarlos de nuevo o lo podemos convertir en combustible. Respecto a que las bosas de plástico son ingeridas por las aves no es cierto, las aves atacan a los mecheros cepillos de dientes, etc. nunca se tragan las bolsa de plástico, eso lo hacen las tortugas marinas y algunos cetáceos.
Un nuevo grupo de estudiantes está analizando si endofitos recolectados en viajes recientes a la Amazonia pueden ser utilizados para descomponer plásticos aún más difíciles de degradar como el poliestireno.
R. Hace mucho tiempo se descubrió que las larvas del tenebrio molitor y de las zophobas pueden comerse el poliestireno.