Lanzan campaña para reducir el uso de pitillos
Las autoridades de Chile buscarán disminuir la cantidad de plástico que llega al océano por medio de la utilización de elementos de acero inoxidable, vidrio o bambú.
2018/09/21
“Un mar de plástico y espuma de poliestireno”, escribió la fotógrafa Caroline Power al divulgar las imágenes de su hallazgo, que tuvo lugar entre las islas hondureñas de Roatán y Cayos Cochinos. Foto: Archivo Agencia Anadolu.
*Por: Anadolu
El Ministerio del Medio Ambiente de Chile lanzó este viernes una campaña para acabar paulatinamente el uso de pitillos plásticos.
Esta campaña se suma a la reciente ley que prohíbe el uso de bolsas plásticas en el comercio.
Con campañas como esta, el gobierno busca disminuir la cantidad de desechos que llegan al océano contaminando los ecosistemas.
“Esta es una campaña que busca instalar buenas prácticas ciudadanas, y con un pequeño esfuerzo de todos nosotros, incluyendo las empresas, podemos reducir la cantidad de plástico que termina en la basura y en los océanos”, explicó la ministra Carolina Schmidt.
Entre las alternativas que el ministerio ha planteado para los plásticos están los pitillos hechos de acero inoxidable, vidrio o bambú.
El pasado mes de agosto chile promulgó una ley que presenta un plan para acabar paulatinamente con el uso de las bolsas plásticas, una estrategia que ayudaría a proteger sus más de 8.000 kilómetros de costa pacífica.
Las tiendas y supermercados tienen seis meses desde la promulgación de la ley para acabar con el uso de estas bolsas, convirtiéndose así en el primer país de Latinoamérica en hacerlo.
22/11/2020
1 Comment
Rubén Torres
1 año agoProhibir las bolsas de plástico no es la solución al gran problema de la basura. La culpa no es del plástico, sino la gran cantidad de cerdos que viven entre nosotros.
La educación, campañas de sensibilización, concienciación y sensibilización para que la gente no arroje la basura al suelo o al mar no surte el efecto esperado. En Europa, los ayuntamientos de cada ciudad han tenido el acierto de distribuir miles de contenedores. Pero la gente cerda e incívica es reacia a contribuir con el bienestar común y se niega a reciclar su basura. Por desgracia, hay cientos de incívicos que la basura la dejan al lado de esos contenedores, ni siquiera se molestan en echarla dentro. Lo peor es que la tendencia es de ir en aumento.
Ante ese despropósito no queda otra que tomar decisiones más contundentes.
Como ocurre ante cualquier otro problema, lo primero que se debe hacer es encontrar el origen, después buscar las posibles soluciones. En la mayoría de los casos tienen un origen común; la gente con el poder de decidir qué se hace o no. Los alcaldes, ministros y gobernadores incompetentes son los que lo deciden todo. Todos ellos ya han demostrado lo que saben hacer (empeorar los problemas en vez de solucionarlos), es hora que los reemplacen los que sí saben lo que se debe hacer.
Por desgracia, la creencia popular y arraigada de creer que la democracia es la solución, paraliza cualquier posibilidad de mejorar cualquier problema. Unos votantes neófitos son muy perjudícales para cambiar a los dirigentes ineptos. Llevamos décadas con la democracia y los problemas se agravan día a día. La solución es una dictadura dirigida por personas resolutivas competentes.
El plástico ha contribuido muchísimo en hacernos la vida más fácil. El problema no es cómo gestionarlo ni cómo eliminarlo. El plástico se puede reciclar muchas veces, se puede extraer combustible de él y se puede destruir definitivamente con hornos especiales. Pero para eso se tiene que tener voluntad de querer hacerlo. El problema está en las personas que les importa un bledo el medioambiente, no quieren reciclar, o lo vierten en el contenedor incorrecto, traen mezclada la basura desde casa o lo lanzan al suelo directamente. La que no es recogida por los por operarios municipales es arrastrada la lluvia y van a parar al río o al mar.
Quizá, si la gente en vez de ver el plástico como un residuo que hay que desprenderse de él, lo viese como un potencial negocio no lo tiraría y posiblemente recogería los que se encontrara. Como he mencionado antes, el plástico se puede convertir en combustible. Existe una máquina que lo convierte en tres tipos de combustibles; gasolina, gasoil y queroseno. Para ello posee un selector. Aproximadamente se consigue un litro por cada kilo de plástico. También se debe permitir la venta de esos combustibles.
De esta forma se generaría unos ingresos extras. Si esto no los convence habrá que tomar medidas más contundentes; una sanción de 45.000 pesos por cada gramo de basura que no se coloque dentro del contenedor adecuado. Por supuesto los ayuntamientos deben distribuir suficientes contenedores como para facilitar el reciclaje a los ciudadanos.
Felicito a todos los voluntarios que hayan colaborado en la recogida de basura en el campo, playas, lagos, ríos, etc. pero lo encuentro injusto. Habiendo tantos cerdos y tanta gente en prisión viviendo del cuento, y tanta gente que tiene deudas con el estado, y como se han declarado insolventes se libran de pagar, pues todos ellos deberían ser los que se encargaran de recoger toda esa basura, tanto en tierra como en los ríos y en las playas. A los que están cumpliendo condena se podría conmutar las penas por trabajo, por ejemplo; 5 días trabajados por tres días de permiso para que puedan visitar a sus seres queridos. Pues las Juntas de Tratamiento suelen ser muy reacias en dar informes favorables a los jueces para que éstos concedan permisos a los presos.
Como es imposible tener un policía que vigile a cada ciudadano, no lo sería si el alcalde estableciera una recompensa por filmar las acciones incívicas, así se multiplicaría muchísimo la vigilancia y de paso, se ayudaría a la gente con escasos recursos económicos.