La basura. Cap. XCIII

La gran isla de basura: una vergüenza para la humanidad

Vivimos en un hermoso planeta. Mares, ríos, montañas, valles, selvas y todos los milagros ecológicos que nos rodean son un verdadero deleite. Sin embargo, éste vive momentos de crisis y existen verdades que, aunque parecen asunto de la ficción, están afectando todo lo que nos rodea.

Verdades de las que no todos los días escuchamos en las noticias pero, que deberían estar en las primeras páginas de los periódicos a nivel mundial.

Ese es el caso de la llamada ‘lsla Grande de Basura’, la cual se halla ubicada en el Océano Pacífico y que también es conocida por los científicos como ‘El Vortex de basura del Pacifico’.

Esta isla tiene el doble del tamaño del estado de Texas y está constituida en su mayoría de desperdicios plásticos que flotan entre Hawaii y California. Dicha obra de la contaminación humana no es posible de detectar con una fotografía satelital, ya que es el resultado de un cúmulo de partículas flotantes sueltas.

Lo aterrador de este asunto es que dichas partículas son ingeridas por vida salvaje y pequeños peces, los cuales, a su vez, son el alimento de los peces que terminan en nuestra mesa. Gracias a la investigación de grandes científicos especializados en el tema, se ha detectado una conexión entre los problemas de salud que afectan a nuestras generaciones y esta realidad ecológica.

El doctor Frederick Vom Saal, de la prestigiosa universidad de Missouri, asegura que al estar consumiendo nuestra propia basura y encontrarnos expuestos a la contaminación de estos plásticos nos estamos intoxicando. Él explica que este fenómeno ecológico está ligado a diabetes prematura, problemas renales y hasta problemas graves de reproducción en mujeres.

Lo triste de esta situación es que dicha basura, en un 80 por ciento, es parte de los desperdicios de nuestros hogares. Con ella estamos contaminando la vida marina, las playas, los mares y nuestra salud.

Dicha contaminación es tan grave que, en estos momentos, se cree que es irreversible, a pesar de los esfuerzos de tratados internacionales para evitar que dicha basura termine en el mar. Y tú, ¿crees que sea posible que se genere un cambio?.